Capítulo 30

930 7 0
                                    

Desperté descansado, la luz del día entraba por la ventana, el canto de las aves, era un día cálido con una fresca brisa, todo parecía perfecto, pero estaba solo ¿Dónde estaba Mili? Otra vez se me activo en mi cabeza la alarma paranoica por lo que pudiera hacer o decir Vane. Esa loca podía cambiar de humor y planes fácilmente, si nos escuchó anoche en el baño y se puso celosa, podía contarle a Mili todo total ya era de día y podía largarse cuando quisiera en su auto salte de la cama y me disponía a salir en busca de Mili.

- ¿A dónde vas? – Me pregunto una voz detrás mío.

- Uf, que susto, iba a buscarte – Repuse viendo a Mili en la puerta del baño.

Ella sonrió coqueta y volvió a entrar al baño creo que tras todas las veces que la poseí en ese club y en todas las formas posibles estaba por muy satisfecha y despertó de muy buen ánimo, yo más aliviado aún tenía la duda de donde estaba Vane, así que le saque la información a mi manera. Me acerque al baño, Mili ahora tenía un polo translucido, que igual le llegaba hasta la mitad de la cadera, dejando ver sus gordas nalgas, el camisón de la noche anterior estaba deshecho en una esquina Mili orgullosa de lo que sus formas causaban en mí, me miraba a través del espejo del lavabo.

- ¿Estamos solos? – Pregunte, abrazándola por detrás y sintiendo sus formas.

- Uhmmm, si – Dijo complacida de sentirme, luego agrego – Guille vino a buscar a Vane temprano, creo que, para disculparse, salieron juntos, seguro estarán desayunando.

Yo comenzaba a acariciarla por encima de su corta y delgada ropa Mili procuraba hacerse la difícil, la desentendida, pero viendo sus gestos a través del espejo, sabía que estaba cediendo más aun cuando yo tenía la clásica y habitual erección matutina intentando abrir sus gordas nalgas.

- Ay ya, no te basto abusar de mi anoche – Se quejó ella pícaramente, apartándome un poco.

A decir verdad, me dio un culazo para hacerme retroceder y me causo gracia. Mili tenía el cabello desordenado, parecía escoba vieja, dándose cuenta tomo una liga y levantando los brazos fue acomodándose el cabello hasta formar una cola mientras yo me morboseaba mirando su otra cola, la de sus apetitosas nalgas. Al levantar la vista y ver su sonrisa mientras ella miraba abajo buscando la pasta de dientes me di cuenta que Mili cometió el error de que, al hacerse la cola en el cabello, dejo descubierto su cuello, su punto débil que aprovecharía para abusar nuevamente de su otra esponjada cola. La abrace por detrás nuevamente, empujando con mis manos su vientre para que su trasero se hunda en mi ingle otra vez y bese su cuello desnudo aquel punto débil que le hizo erizar la piel y ponerse nerviosa soltó el cepillo y la pasta de dientes.

- Qué terrible eres – Repuso con los ojos entrecerrados.

- Sera la última antes de irnos – Insistí, porque debíamos partir más tarde.

- No, espera un poco – Refuto Mili.

Seguro quería que me aguante hasta que termine de acicalarse, para que se siente mejor, pero para mí ese era el momento Mili procuro no prestarme atención, aunque tenía mi verga dura dividiendo sus gordos glúteos. Siguió echando pasta de dientes al cepillo y luego se lo metió a la boca. Esa espuma blanca que se formaban en sus labios, me recordó como la noche anterior mi leche la salpico por todo el rostro y como incluso se le metió a la boca no resistí más, me bajé el short, le subí un poco el polo y mi verga rebusco entre sus infladas posaderas.

- Oh – Exclamo sorprendida al sentirme piel con piel.

En ese instante, la mezcla de agua y dentífrico, se le escapó de la boca, yendo a parar sobre sus senos que ya traslucían a través del polo delgado, pero que ahora mojados se mostraban en todo su esplendor, más aún con su pezón endurecido. Ella miro sus enormes melones con satisfacción, tratando de oponerse a esa febril excitación con un dedo tomo un poco de pasta que había chorreado en su seno izquierdo y se lo metió con su dedo en la boca, casi chupándoselo en una infartante imagen provocadora, eso era todo no podía más.

Rompiéndole El Culo A Mili.Where stories live. Discover now