Capítulo 23

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Mili seguía trepada encima de mí y aferrada como koala, yo la sostenía con mis brazos debajo de sus gordas nalgas, sus piernas al aire de la cintura para abajo, Mili estaba desnuda, ah y claro, estábamos enganchados porque mi verga atoraba su ano, mientras gotas de leche salían de ahí. En esta ocasión no estaba tan temeroso de ser descubierto, estábamos en un bosque donde sería fácil esconderse, pero igual había que ser precavidos, si yo encontré el rastro de Mili, un militar entrenado como su viejo también lo hallaría fácilmente. Había escuchado mejor, y parecía que las voces de sus padres aún estaban lejos en el camino aun no llegaban al atajo en que estábamos, nos daba algo de tiempo.

- Mili – Le dije.

- ¿Qué? – Pregunto en voz baja.

- Como que va siendo hora que te bajes – Dije al sentir que mi flácido miembro salía de ella.

- Oh cierto – Respondió reaccionando.

Se bajó de mí, con las piernas abiertas, procurando que los líquidos que salían de su ano no manchen sus medias ni sus zapatillas. De mi mochila, tirada a un lado en el suelo, nuevamente saque agua y algo de papel para limpiarnos. Mientras en el camino, unos metros arriba, veíamos luces entre los árboles.

- Yo ya estoy listo ¿Cómo vas? – Pregunte.

- No encuentro mi ropa – Dijo preocupada.

Mili ya estaba limpia y todo, solo con el pubis y las nalgas al aire, como bebita sin pañal niña descuidada, no podía recibir así a sus padres en su arranque pasional había pateado su short, que salió volando, quien sabe a dónde. En mi mochila yo tenía mi ropa de baño porsiacaso, pero qué pensarían sus viejos si ven a Mili con una bermuda de hombre que por mi talla le quedaría floja a ella, solo en la cintura, porque quizás en las caderas le cabria bien. A pesar que ya estaba casi oscuro, seria evidente lo que estuvimos haciendo. Mientras las luces y las voces ya habían llegado al desvío, estaban cerca.

- Ya, la vi – Dijo mientras la veía saltar graciosamente y sus nalgas desnudas rebotar.

- ¿Cómo llego eso ahí? – Pregunte sorprendido.

Estaba en una rama algo alejada, cerca al barranco. Mili en su arrechura al sacar el short lo pateo con fuerza. Hice a un lado a mi pequeña acompañante y me estiré para alcanzar su short. Ya sentía pasos y a lo lejos veía la polvareda que se armaba, ya estaban descendiendo por el camino. ¡Apúrate! Le pedí, y la muy nerviosa se puso el short al revés. Se lo hice notar y nuevamente se sacó el short veía que por los nervios perdía el equilibrio, me agazape a su lado para que se apoye, lo hizo y termino de colocarse el short mi corazón latía a mil escuchando la voz de su padre cerca hasta que sentí la luz de una linterna en mi rostro.

- ¿Aun te duele? – Pregunte terminando de agazaparme y tomándole el tobillo, disimulando.

- Ah no, ya no gracias – Dijo Mili siguiéndome la corriente.

Me fui levantando y por suerte esta vez sí vi el short de Mili correctamente puesto, puse mi mano frente a mi vista, ya que la linterna me seguía apuntando me sentía como en un interrogatorio.

- ¡Aquí estas! – Dijo la madre de Mili asustada, yendo a abrazarla.

- No se preocupen estoy bien – Respondió Mili calmándola.

Bajaron la luz de la linterna y apenas veía al viejo de Mili, ya estaba oscuro, más el color de su piel y mis ojos que sufrieron el destello de la linterna, su papa era solo una sombra para mí, casi un árbol más sentía que me miraba como a un insecto con cara de pocos amigos seguro se preguntaba que hacia este pelele con su nenita en medio del bosque y en realidad pregunto algo similar.

Rompiéndole El Culo A Mili.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن