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Capitulo 3

Louis estaba frente a la casa de Jennifer cuando la puerta de entrada se abrió, su vestido rosado le llegaba al ras del suelo y hacia lucir su bronceada piel a la luz de la farola, acentuando su cintura con un top en forma de corazón lleno de pedrería y la espalda descubierta.

Louis llevaba un simple traje de color azul marino, su cabello como estaba habitualmente peinado hacia atrás y sus zapatillas Calvin Klein de color negro le daban su habitual porte de hombre de negocios que tanto le gustaba a la omega.

-Luces hermosa – le decía Louis mientras la abrazaba por la cintura y le daba un pequeño beso en los labios.

-Tú también luces increíble – había recitado ella en su oído provocando que Louis soltara un pequeño gruñido bajo.

-Gracias ¿y tu madre? ¿Tardara mucho en salir? – pregunto el alfa aclarando su voz antes de hablar, pero la omega solo desvió la mirada e hizo un gesto con su boca que denotaba incomodidad.

-Louis... no te molestes pero... mi madre no se siente bien, ella tiene un dolor de cabeza muy fuerte y me pidió que la disculpara contigo – la cara de Louis se contrajo por la decepción, estaba tan emocionado con la idea de agradarle a la madre de su novia, que ni siquiera había pensado en que ella cancelaria.

-¿Hice algo que la molestara? – Pregunto tratando de dominarse a sí mismo. La omega advirtiendo el peligro, se acercó a su pecho y acaricio su cuello.

-Claro que no corazón, ella solo esta indispuesta, pero te aseguro que ella quería asistir a la fiesta después de que te tomaste tantas molestias por nosotras – le susurro Jennifer con una voz tan dulce, que el mal humor de Louis se contuvo.

-Bien – atino a decir el alfa mientras aflojaba los puños, pues no sabía que más hacer para agradarle a esa mujer.

- Hay que irnos ya, no queremos llegar tarde – le animo de nuevo la chica tomándolo de la mano para llevarlo hasta el coche. La verdad era que la madre de Jennifer se había alterado al recibir los vestidos que Louis había elegido para ellas.

- ¡¿Acaso cree que no somos lo suficientemente capases de comprar vestidos de gala?! ¡¿O es que nuestros gustos no son lo suficientemente refinados?! – había gritado Erika negándose a ver el vestido.

-¡Mama por favor! Louis solo no quiere que no sintamos incomodas – trato de explicar la joven omega, pero su iracunda madre había echo un berrinche total y se había negado rotundamente a ir al evento tan esperado, aun cuando Jennifer le había prácticamente rogado por su asistencia, viéndose así obligada a excusarla con Louis.

Al llegar al evento, las miradas se posaron en Louis y su acompañante, pues Jennifer podría no tener un centavo, pero era una mujer hermosa, y en ese vestido su figura resaltaba en sobre manera, aun cuando su cabello estaba atado en un elegante moño desordenado que le daba un aire natural.

El padre de Louis, Mark, no se quedó atrás en mirarlo fijamente, solo que en lugar de quedar maravillado por la chica como era el caso de los demás presentes, sintió ira y recelo al ver a su hijo ir contra todo lo que le había ordenado al atreverse a llevarla a aquel evento. Mientras Louis saludaba a un par de personas y Jennifer se encaminaba hasta Zyan, quien ya se encontraba tomando una bebida de la barra en compañía de Liam, pasando por un lado del alfa mayor que por su olor amargo, estaba molesto. Louis se había apartado para ir con su novia cuando su padre lo intercepto y lo tomo del brazo.

- ¿En qué estás pensando al traer a esa muchacha aquí? – le susurro con dientes apretados.

-Oh vamos padre, es solo una fiesta. Solo quiero que comience a conocer a mis amistades – Dijo Louis mientras sonreía para evitar las miradas de los curiosos que intentaban adivinar si él y su padre discutían.