✿ Capítulo 15 ✿

39.3K 1.5K 320
                                    

Margarita

No calculé muy bien cómo decir las palabras que tanto me herían. Pero, al expresarlas, sentí que mi mundo alrededor se derrumbaba. Sin embargo, no me veía con mayor ánimo para continuar.

—Margarita, no me digas eso... —me dijo Luis, quien me había soltado de su abrazo.

Me observaba fijo con sus ojos color castaño, los cuales despedían una gran tristeza. Estaban muy brillosos, parecía que quería llorar; sin embargo, en todo momento, creí que se contuvo de hacerlo.

—No me digas eso, por favor —agregó.

—Yo no puedo estar contigo sabiendo lo que tienes con Diana.

—¡Ya te dije que eso a mí no me importa!

—¡Pero a mí sí! —Levanté la voz—. ¿Lo entiendes? ¡A mí sí!

Yo estaba a punto de perder la paciencia.

—¿Qué puedo hacer para que lo entiendas? —señaló muy compungido y en un tono apenas perceptible.

—Nada. No puedes hacer nada —dije mirando al suelo.

No quería seguir observándole a los ojos, porque no sabía por cuánto tiempo más podía seguir con esa farsa.

—Aparte, me he dado cuenta de que, en realidad no te quiero —mentí.

—¡¿CÓMO?!

Me cogió de la muñeca de mi mano derecha y con la otra mano me tomó el mentón, levantándolo y haciendo que tuviera que mirarlo frente a frente. Tuve que voltear mi rostro hacia el lado izquierdo.

No quería, y no podía, seguir viéndolo. De solo cruzarme con sus hermosos ojos, los cuales despedían una gran desesperación como nunca se la había visto, se me partía el corazón; aún más, al saber que yo era la causante de esto, solo lograba que empezara a odiarme a mí misma a partir de este instante.

Él debió de darse cuenta de aquello, ya que lo siguiente que dijo no hizo más que confirmarlo:

—No me desvíes la mirada, Margarita —habló, casi ordenándome.

No le obedecí.

—Margarita...

Mi celular, con el último tono que me había descargado Luis la noche anterior — Junto a ti de Vico C y Sin Bandera— sonó de improviso. Me separé de él y procedí a revisar mi teléfono.

—¿Quién será a esta hora? —dije en voz alta, ya que el reloj de mi móvil marcaba las 12:06 am.

Luis se me quedó mirando con una cara de pregunta.

—¿Quién te llama tan tarde?

—Ni idea.

Cuando procedí a contestar el teléfono, la voz al otro lado me sonó familiar.

—¿Maggi?

¡Era Paula!

—Hola, ¿qué pasa? —señalé, algo fastidiada.

Su llamada era muy inoportuna y no solo por las horas en que la hacía.

—Disculpas que sea tan tarde, pero llamé a tu casa y no me contestabas.

—Es que no me encuentro ahí, pero no tardo en regresar.

—¿Puedo ir a tu casa ahora?

Me pareció poco prudente recibirla a esta hora. Ya estaba agotada con todo lo sucedido este día. Y como preveía que ya no quedaba mucho que hilar en mi conversación con Luis, lo único que deseaba era regresar a mi departamento y dormir. No obstante, la voz en mi amiga sonaba muy preocupada; y para llamarme a estas horas para ir a mi casa, debería de ser algo con suma urgencia.

Decídete, Margarita [Saga Margarita 1] ✓ - [GRATIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora