5 minutos en el cielo ✔

85. Nylo

Nylo esbozó una triste sonrisa cuando volvió a pegar sus labios a la frente de la rubia. Sabía que sus lágrimas estaban siendo un desastre juntas, pero al fin y al cabo no iban a ahogarse con ellas por más que fueran.

"Me dejaron la tarea de decírtelo, no sin antes intentar que hicieses algo más de ti en el mundo, por si querías irte y no lo pensabas razonablemente. —Desde ahí la calma flotó entre los dos, recordándoles cada momento que bien pudo haber sido el mejor de sus vidas—. Estamos en una especie de limbo, entre la muerte y la vida... quizás más de lo que deberíamos, pero ya sabes..."

Contra todo pronóstico, Amy esbozó una corta risita que le llenó el corazón.

La emoción lo recorrió de pies a cabeza y no pudo evitar volver a sostener su rostro en el cuenco de sus manos, acercándola. Solo eran centímetros. Banales e insignificantes centímetros que les permitieron rozar los labios.

Compartieron vida, el aliento, sonrisas, y lágrimas saladas.

—Me regalaste tiempo—susurró ella, cerrando los ojos.

Nylo se apartó al escucharla, sin entender del todo.

—Me diste tiempo para leer, para escribir en ese diario... para enamorarme también, no solo de ti—negó enseguida, provocándole una pícara mirada—, sino de la vida que tuve. Yo... sigo... sigo sorprendida, pero algo en mí me dice que es normal, que es parte del ciclo y quizás ya lo sentía sin saberlo.

"Ya... si, son los efectos de estar muerta por mucho tiempo aquí."

Amy le dio un golpe en el hombro, haciéndole sonreír. La extrañó tanto... tanto que dolía.

—Me enamoré hasta de la más sencilla flor, de este lugar, de lo que fui. Te juro que nunca creí decirlo, que mi vida tal vez siempre fue insignificante, vacía, pero... leí muchos libros, conocí personajes, conocí... conocí maravillosos artistas—las lágrimas salieron sin que pudiera contenerlas—, justo ahora no recuerdo sus nombres...—Una carcajada nostálgica brotó de sus labios. Nylo le limpió la mejilla con el dorso de la mano—... pero sé que eran geniales, que sus historias me aportaban felicidad. Y... no sé, tal vez llegue a ser un punto de referencia para otros, para que aprendan que vivir no solo es intentar existir o sobrevivir...

"...Sino que brillaste en el jardín más lindo, pero el mundo no estaba listo para tu luz"