5 minutos en el cielo ✔

84. Nylo

Un nudo se formó en la boca de su estómago.

Juró que de haberlo dicho con su propia voz, habría titubeado, demasiado nervioso por enfrentarla, por encarar la realidad y cruda verdad. Sus recuerdos seguían intactos y sería imposible olvidarlos cuando implantaron libremente las escenas rápidas en su mente, con tal de que le contara todo.

Dolía más que cualquier otra cosa.

Porque Amy era la persona que más lo hacía sentir en el mundo y aun así debía provocar que esas lágrimas cargadas de tristeza besaran sus mejillas antes que él, su dolor arrasando cada centímetro de su cuerpo.

"Nosotros... íbamos a un concierto y no... no lo sé, no estábamos pendientes de la vía hasta que chocamos—jadeó, sintiendo cómo el corazón de Amy, pegado al suyo, latía una y otra vez a mayor velocidad—... no pensé que alguien terminaría muerto, pero así fue. Los dos... los dos perdimos la vida esa noche camino al hospital, Amy."

Ella tomó una bocanada de aire, controlando su necesidad de llorar.

Y quizás era lo mejor, que soltara todo, porque solía ser demasiado fácil ocultar lo que sentías al creer que nadie te entendería, pero él lo haría, aunque cada uno reaccionase y sintiera de un modo diferente, Nylo estaba dispuesto a secar cada lágrima, derramándose en el interior de su ser.

— ¿Y cómo... c-cómo term-minamos aqu-í?

Tras eso, necesitó de todo su valor para contar lo que faltaba, porque no era simple. Nada en la vida lo era. Mucho menos en la muerte.

"Tu alma sigue en la tierra, al igual que la mía. Nosotros por ciertas cosas, tenemos dos opciones, pero debías estar preparada para poder tomar la decisión, y claro...—la mano le tembló levemente cuando fue a tomar la suya, fría y tersa, bajo su calor—... tenías que saber qué había ocurrido. —Hubo unos segundos de silencio, cosa que ambos necesitaron, hasta que Nylo siguió explicándose—: Y estamos aquí, porque era necesario que terminaras con una parte de tu vida"

Amy tragó en seco. 

"Todos... todos estos días, no recuerdo más que haber leído y verte—dijo ella, entrecerrando los ojos. Nylo le quitó un mechón del rostro humedecido, el corazón encogiéndose ante aquella expresión adolorida—, ¿era...era por eso? ¿Que no era consciente de lo que estaba sucediendo?"

Nylo tomó su rostro entre sus manos, clavándole aquellos ojos azulados. Y por un momento, aquel suspiro que compartieron significó muchísimo más que esos días separados, como volver a conectarse tras días sin luz. Una chispa los recorrió. Pegó su frente a la suya, asintiendo.

— ¿No querías contarme? ¿Por eso desapareciste?

"Desaparecí porque temí hacerte más daño del que ya te había hecho"

—Nylo... de todas formas, lo hiciste.