En tan solo un mes [Finalizada Sin Corregir]

🕧CAPÍTULO UNO🕧

ISABELL

La mañana es fría, es justo esa época del año en el que me siento más miserable, en un mes de agosto perdí a la persona que me había dado felicidad, lo hizo durante 3 años, teníamos planes, sueños y metas sin imaginar que ese accidente de el autobús acabaría con su vida.

Estoy despierta desde las cinco de la mañana, mis clases en la universidad comienzan justo a las nueves, y se pueden preguntar ¿qué hago despierta tan temprano?.

Tengo problemas de insomnio, solo duermo unas horas y me levanto con pesadillas de ese momento que no puedo olvidar.

Mi madre Sofía no sabe sobre esto, ella solo supo que desarrollé depresión, intenté acabar con mi vida una y otra vez, siempre fallaba, me siento horrible, el hecho de que yo debí haber muerto aquel quince de agosto me tortura, él era demasiado bueno y simplemente sin pensarlo murió por mi y todos los días me repito a mi misma.

<< tú debistes morir no el>>.

Mi madre sufrió mucho igual, le lastimaba verme en ese estado, me llevó con especialistas, que lo único que hacían era recordarme ese horrible momento en el cual el autobús chocó llevándose muchas vidas de inocentes, fingí estar bien.

Mi madre es demasiado buena y solo por ella dejé de intentar acabar con mi vida, porque se que ella sufriría más, sería demasiado egoísta de mi parte.

Delante de ella todo está bien, yo no tengo insomnio, yo tengo amigos, yo no recuerdo el accidente, yo soy feliz.

Pero todo es una mentira, en cuanto entro a mi habitación me recuesto sobre mi cama y comienzo a llorar y llorar hasta dormir por un par de horas.

Cierro mis ojos y se me hace imposible dormir por lo que solo me siento en mi cama mirando a un punto fijo, donde no encuentro nada exactamente.

—¡Isabell!, querída ya es tarde, tienes que ir a clases —La voz de mi madre me hace ver mi celular.

¡Dios mio!, la hora se pasa volando, pero está bien, en Guanajuato solo necesito correr un poco y ya llegué a la universidad.

Me levanto de mi cama y corro a mi baño que igual está dentro de mi habitación, es bueno el hecho de que mi madre es doctora, me puedo permitir de algunos lujos.

Salgo de bañarme, y ya no siento tanto frío, me siento mejor, tengo que sonreír, tengo que hacerlo.

Me empiezo a maquillar, si bien no tengo un rostro perfecto pero sigo siendo bonita, mi cuerpo no es el mejor, mis pechos son pequeños y no tengo muchas curvas pero ¿y que?, la persona que amaba era el único que me decía lo linda que era, ahora que no está no me interesa ni una otra opinión sobre mi cuerpo sin curvas.

Pongo base sobre esas sombras negras debajo de mis ojos con la intención de ocultarlas , siempre es la misma rutina, todo para que mi madre no lo note.

No tengo necesidad de peinarme, mi cabello castaño con algunos mechones rubios es corto por arriba de mis hombros y no puedo peinarme.

Termino de alistarme y salgo de mi habitación.

—Buenos días —digo en cuanto la mirada de mi madre choca con la mía y le dedico una sonrisa muy forzada.

—Buenos días Isabell ¿vas a desayunar aquí o vas a comer en el instituto?.

—Comeré en la universidad, ya me voy o se me hará tarde —corro en su dirección y le doy un beso en la mejilla.

En cuanto abro la puerta mi madre la voz de mi madre me hace girar en su dirección y la miro esperando por lo que me va a decir.