En tan solo un mes [Finalizada Sin Corregir]

🕧CAPÍTULO VEINTIDOS🕧

PETER

Hay veces que solo necesitas estar solo, no por ti, si no porque hay personas que te importan mucho y no merecen ver un lado horrible tuyo. Tener ese miedo de herir a los que no tienen culpa solo por tus problemas es algo que realmente comenzó a asustarme cuando conocí a Isabell.

No me refiero a golpear como loco a los que me rodean cuando tengo un problema, no como aquellos tipos en las películas que dicen amar a la protagonista y las golpean cuando tienen sus ataques de ira culpando a sus problemas de sus acciones.

Jamás lastimaría de esa forma a una mujer, menos a Isabell, pero desafortunadamente no puedo decir lo mismo con las palabras. A veces me siento como en el espacioso mar, queriendo salir a respirar y cuando parece que lo estoy logrando llega una ola que me vuelve a hundir en lo profundo, y en esos momentos prefiero alejarme de las personas a las que podría hundir conmigo. No quiero decirle cosas a Isabell, cosas que en realidad nunca pensaría pero termino diciendo por tanta mierda en mi vida, y sí, prefiero alejarme de ella para evitar hundirla conmigo.

Justo hoy es uno de esos momentos, Madison había tenido el descaro de aparecerse en mi universidad, y no sólo eso, también el querer verme y hablarme como si nada, definitivamente no ha cambiado.

Estoy encerrado en mi departamento lleno de ira, lo cual deseo contener, después de todos el odio es un sentimiento y Madison no merece ningun sentimiento de mi parte.

Quizás en estos momentos Isabell esté pensando ¿por qué un hijo diría eso de su madre? y cuestionandose todo, yo no deseo ser el malo en esta historia, solo quiero vivir feliz, poder sentir y sentir algo más que odio que es el sentimiento que mejor conozco
Quiero aprender a amar, pero creo que mi familia jodió todo eso, al final creo que jamás podré experimentar más sentimientos.

Hundido en mi desesperación, llamo a una persona que desde niño no me ha dejado solo, en otras circunstancias acudiría a Isa, pero si la llamo se que vendría hasta donde estoy y no quiero que eso pase.

El tono suena durante algunos segundo y finalmente responde.-Hola mi pedazito de cielo.-responde mi Abuela con esa dulzura con la que siempre me trató.

Si bien detesto a mi familia, la madre de mi padre es la única persona a la que aprecio, durante mucho tiempo me apoyó, cuando necesitaba dinero ella me lo ofreció, me dió los mejores consejos y jamás se negó a ayudarme.

-Hola abue, ¿cómo has estado?.-Le pregunto aunque me siento horrible trato de controlar mi voz.

-Estoy bien cielo, pero dime ¿qué sucede?.

<<Vaya que me conoce bien>>

No hay motivos para mentirle ya que en realidad no me creería. Suelto un suspiro y procedo a contarle lo sucedido.

-Siento mucho que haya ido a verte, pero dime que no actuastes mal cielo.

-Si se refiere a si la golpee, sabe que no, no puedo decir lo mismo de lo que le dije. -confieso volviendome a sentir un asco.-Abue, ¿tú crees que soy una persona horrible?, digo odiar a tu familia no es algo que te haga una buena persona, pero no puedo evitarlo, cada que la veo recuerdo todo, todas las noches tengo esos horribles recuerdos que me atormentan siempre, ni siquiera soy capaz de corresponder los sentimientos tan profundos de la chica que me gusta. ¿Soy así de horrible?.-termino diciendo con la voz quebrada, aunque todo lo que dije me lo estaba preguntando a mi mismo. Siento esas ganas de cerrar mis ojos y gritar mientras lloro, pero solo demostraría lo débil y patético que era, tal como hace años.

Mi abuela finalmente responde sin dejar ese tono dulce que la caracterizaba.-Peter, nunca voy a creer que harías algo en contra de tu madre, aunque la odies sigue siendo tu madre, y claro que no estoy de su lado, sé que mi nieto tiene un gran corazón oculto y por más daño que le hayan hecho jamás haría algo malo. Así que no cielo, no eres alguien horrible solo por sentirte de esa manera, eres una persona con sentimientos y tienes derecho a desahogarte, nada de esto es tu culpa. Te pregunto porque no deseo que mi nieto viva de esa manera, guardando todos esos malos recuerdos, debes saber que el odio muchas veces termina llevándose una parte de ti poco a poco hasta dejarte vacío. Tú Peter no mereces dejarte consumir por el odio, eres especial, eres mi hijo y te amo.