🕧CAPÍTULO VEINTIOCHO 🕧

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-Cuando era niño solía decir que en un futuro yo tendría una vida como mis padres, ellos eran mi ejemplo, recuerdo que se abrazaban a cada instante, siempre se decían te amo, mi padre me decía que realmente amaba a mi madre y entonces me surgió una duda, ¿Qué era el amor?, era claro que ellos no se amaban y lo entendí a mis 8 años cuando comenzaron a discutir, mi padre empezó a llegar más tarde a casa, mi madre salía mucho por las noches y regresaba al día siguiente, varias veces no me iba a buscar a la escuela, y esta situación no era la mejor, pero tampoco era algo que no pudiera soportar.

Sin embargo cuando tuve 9 años todo empezó a ponerse peor, una ocasión mi madre dijo que unas amigas suyas llegarían a casa y que no tenía permitido molestarla, así que me llevó hasta mi habitación y antes de irse me abrazó y susurró-portate bien, te amo, y luego cerró la puerta, las primeras horas fueron normales, me dormí durante mucho tiempo hasta que comenzó a darme hambre, intenté salir pero no podía, supe entonces que me había encerrado, grité y grité pero la música de afuera no les permitió oírme.

Un poco más tarde la música había dejado de sonar, volví a gritar para que me abrieran pero nadie respondió, la razón era que mi madre estaba inconsciente por tanto alcohol, mi padre llegó y él fue el que me sacó al verme me abrazó y me dió de comer-Soltó peter y entonces lo vi sonreír pero no era de felicidad, más bien de desepción, apreté más su mano. -Al día siguiente mi padre no le dijo nada a mi madre, ella misma me abrazó y comenzó a llorar pidiendome perdón, incluso dejaba de tomar por días, días en los que se dedicaba a comprarme cosas muy caras y días en los que a cada momento me decía que me amaba, pero todo era una mentira, luego de días volvía a lo mismo, terminó tomando como costumbre hacerlo, me encerraba, se embriagaba y me pedía perdón, nunca conté con la ayuda de mi padre.

Apesar de eso me acostumbré, los años pasaron y cumplí los 12 años, finalmente mi madre no me encerraba ni se embriagaba tanto, yo solía ser alguien malo en la secundaria, siempre en peleas, alejandome lo mas posible de las mujeres, era todo un desastre, no tenía amigos por lo mismo, hasta que conocí a un chico, tenía problemas con su madre y podía entenderme, se volvió mi mejor amigo.

-Daniel -murmuro.

-Así es, fue el primer amigo que tuve, luego llegó Amber que era como yo pero en el sexo opuesto, al principio no la quería cerca, pero me contó su situación y pude entenderla, también nos hicimos amigos.

A Amber no la dejaba entrar a mi casa sin embargo a Daniel si, jugábamos videojuegos ya que eso era lo que a Daniel le encantaba y todo estaba bien, entramos a la misma preparatoria y los 3 éramos inseparables, aunque ya no me metía en peleas no estaba bien.

Un día le dije a Daniel que saldría a buscar un trabajo y no jugaría con el a como era costumbre, fue un grave error, porque por razones que no recuerdo regresé a casa temprano y todo se tornó de gris. -Peter apretó mi mano y comenzó a sudar -mi madre y Daniel estaban teniendo sexo.

Me puse pálida en cuestión de segundos -¿Qué? -fue lo único que logré decir.

Peter asiente y puedo ver el terror y asco que siente de solo recordarlo
-Sí, me llené de odio, preguntando el porqué, Daniel mi mejor amigo me había traicionado, quizás se arrepintió al momento pero eso ya no importaba, mi madre volvió a rogar por mi perdón me confesó todo, engañaba a mi padre desde hace años, incluso se había acostado con otros compañeros míos, me pidió que no le dijera nada a mi padre, pero no le hice caso, cuando se lo conté a papá cayó en una depresión terrible decía que el realmente la había amado, que era todo para el y esa palabra, otra vez esa palabra, me hizo jurar que yo jamás cometería ese error, yo no quería amar a nadie, así que tomé la decisión de irme de esa casa, perdí el contacto con ambos y con Daniel quien tiempo después se fue, Amber no entendía nada pero yo ya no era el mismo.

En tan solo un mes [Finalizada Sin Corregir] Where stories live. Discover now