Las Ventajas De Ser Observador [George Weasley]

Cap LXXIII: A Bailar

-Hola Harry...- Padma y Parvati pasaban por la mesa de Gryffindor, en dónde muchos desayunaban y hacían sus tareas de último momento. Hermione, al haber terminado todas con anticipación, aprovechaba para leer el artículo de periódico de Rita Skeeter. 

-Creo que es ya la quinta vez en el día que te dicen eso Harry-. Comentó Alice bajando su taza de té a la mesa. Y entonces Harry escupió todo lo que tenía en la boca a causa de una sonrisa, más bien, a causa de una chica.- ¿Esa no es la chica del tren, Cho?-

-¿Q-que?- Limpiaba el desastre con su manga. 

-¡Es increíble!- Granger bajó el diario con disgusto.-No puedo creer que haya escrito esto-. 

-Qué escribió esa reportera ahora...- Con cierto tono de ironía, Lee, quien se sentaba junto a Lupin disfrutando su tostada, habló. 

-Deja ver...- Alice lo deslizó hacia su lado y comenzó a leer.- La señorita Granger, una ambiciosa chica, parece tener cierto gusto por los magos famosos-. Con esas últimas palabras Potter alzó la vista, pero la castaña continuó.- Su última... Presa... Según nuestras fuentes, es nada más y nada menos, que el bombón búlgaro ¡Viktor Krum!- Su voz iba aumentando a medida que escaneaba las palabras.- Aún no se sabe cómo a tomado Potter esta decepción amorosa-. Alice cerró el papel con una mano, con una notable impresión de asombro.- Okey... Bueno... No estaba TAN mal...- 

-Hay dios, estuvo terrible-. Pegó las manos a su cara y segundos después un niñito se acercó a la mesa.

-Para usted señor Weasley-. Le dijo a Ron y le entregó un enorme paquete. Sin encontrar nada raro, el pelirrojo lo apoyó sobe la mesa y le agradeció al chico, pero este estaba quieto junto a Harry con una libreta en mano.- ¿Puedo?- Preguntó sin quitarle la vista de encima al campeón.

-No, ahora no Nigel...- Lo codeaba Ron.- Luego... Vete...- Y el chiquillo se despidió y se fue.

-Explícate-. Dijo cortante Alice. 

Al principio no diría nada, pero con la mirada asesina de Hermione se decidió a hablar.- Le dije que si me traía mi correo le conseguiría un autógrafo de Harry-. Abría la caja de un papel amarronado y arrugado atado con un simple hilo. Antes de que el Weasley lo dijera, la castaña pudo deducir que el paquete había sido enviado por Molly. Y entonces comenzó a tirar de lo que parecía una cortina de más de doscientos años.- Me envió un vestido...- Lee y Alice morían de la risa junto a Hermione, quienes eran los únicos de esa zona que tenían alguna idea de lo que eso era. 

-Combina con tus ojos,- Hablaba Harry haciendo el momento más cómico.- Y aquí hay otra cosa... Ahá-. Sacó una parte del traje que traía un moño. Luego de susurrarle a su amigo "Déjalo ahí Harry...", el pelirrojo se acercó a su hermana. 

-Ginny, debe ser para ti-.

-Yo no voy a usar eso, es horrendo-. Y entonces Oliver comenzó a reír también, sentado a unos pasos con los gemelos.

-¿De qué se ríen?- Preguntó finalmente mirando a sus amigos.

-No es para Ginny, es para ti-. Comenzó Hermione, pero la risa le ganó y Alice terminó explicándole ella misma entre carcajadas.

-Es un traje de gala-. 

-¿Es una broma?- Susurró cuando mitad del comedor se burlaba de él.- ¿Para qué?-

-Para una gala, amigo-. Le aclaró lo obvio Lee. 

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Cuando McGonagall comenzó a explicar el porqué del baile, Alice se escondió detrás de todas las chicas de Gryffindor, esas cosas no le gustaban ni un poco.