Las Ventajas De Ser Observador [George Weasley]

Cap XI: Trato Hecho

Recorrer el castillo con Hermione casi le hacía olvidar el hecho de que quedaría peor que el fantasma Nick el casi decapitado cuando sus padres se enteraran. Ojalá no tuviera que volver a Beauxbatons.

Flashback:

-Miren quién está ahí-. Alice leía cerca de la fuente cuando unas estudiantes se le acercaron. Las chicas francesas pueden ser malvadas.

-No te me acerques Katerina- . Fios no quería problemas, y menos con Katerina y sus amigas. Parecían inofensivas, pero eran unas perras.

-Pero qué dices,- Se sentó junto a ella.- solo queremos ver qué lees...- No era solo eso, estaba claro por su estúpido acento francés. Cada vez que la molestaban lo intensificaban cómo si se sintieran superiores por ello.

-¿No nos vas a predecir algo?- Dijo otra.

-No soy adivina- Aunque si parecía...

Otra de las zorras falderas de Katerina abrió la boca -Ay vamos, descríbenos algo... descríbeme a mí-.

Katerina le quitó el libro.-¡Dame eso!-

-Haz tu truco, perro-. No era perro pero le estaba dando rabia de escucharla.

-Bien-. Alice levantó la ceja, luego de unos minutos habló. Yo que ella hubiera roto su nariz, pero cada cual sus acciones. Miró de arriba a abajo a una de las chicas.- Andas detrás de Katerina, pero sabes en el fondo que no eres su amiga-. Esta suspiró indignada.- La ropa que traes no es de marca, puedo ver que cambiaste las etiquetas desde aquí. Tu familia debe de estar en quiebra. Además, por idiota te dejó tu novio ayer en la noche-. Había tocado un nervio.- No estoy sorda, los gritos se escuchaban del otro lado de la puerta. No pude dormir, por cierto, gracias por eso...-

-Perra-. La descripta, Isabell, estaba humillada.

-Si yo soy perra tu Can Cerbero-. El Can Cerbero era un perro del infierno de tres cabezas. Era un gran insulto si sabías a qué estaba refiriéndose. Toda empoderada se retiró, quitándole a una impactada Katerina su libro.

Si hubiese sido un poquito más rápida...

Isabell tiró de su trenza, y la empujó a la fuente. El libro salió volando por los aires. Al diablo los modales, con una pierna sobre su pecho mantenía a Alice bajo el agua, esta pataleaba.

-¡La vas a matar!- Gritaba la tercera.

De un momento a otro, empapada, Fios tomó su pié con ambas manos y la  empujó hacia atrás. Sus compañeras la atajaron. Fue la adrenalina del momento de seguro, lo que le dio la fuerza para levantar a una niña un poco más alta que ella. 

Desafortunadamente, la maestra de etiqueta estaba ahí. -¡Señorita Fios, pero qué abominación!- No había visto la escena por completo.- ¡Está desquiciada!-

◇ • ◇ • ◇ • ◇ • ◇ • ◇ • ◇ • ◇ •

-Este castigo le servirá para recapacitar señorita-.

-¡Pero ella intentó ahogarme!-

-No me venga con tonterías, habían dos compañeras presentes y comprobaron que era mentira-.

Todos los días a las tres de la tarde Alice debía limpiar la fuente del colegio. Ese día, se cortó el pelo por los hombros. No dejaría que nadie volviera a usarlo cómo debilidad. Pero su madre lo hizo crecer con un encantamiento. Decía que no parecía mujer con ese peinado. Estupideces.