|Capítulo 13|

16.6K 1.6K 1.7K
                                    

Capítulo dedicado a: todas las personas que siguen apoyándome a pesar de todo. A ti que nunca dejaste que me rindiera. A todos ustedes que se encargan de decirme cada día que estoy haciendo algo bien.

Los quiero demasiado.

Capítulo 13

ALICE

Cuando salí del balcón me encontré de frente con Bruce.

Venia caminando con prisa, y se arreglaba la corbata. Cuando sus ojos se encontraron con los míos y me dio un rápido repaso, lo que salió de su boca fue:

—No hay que hablar de esto.

Y gracias a Dios. Porque no estaba preparada mentalmente para decirle que el chico que él siempre había visto como mi hermano me acababa de dar un orgasmo que me dejó sin fuerzas por un momento.

Y no estaba muy segura de que Bruce quisiese darme explicaciones de qué hacía por los pasillos oscuros, por qué lucía tan culpable, o, peor aún, por qué no dejaba de ver hacia todos los lados. Era evidente que había estado con alguien. El quien era ese alguien parecía ser el problema.

Asentí y tragué grueso peinando disimuladamente mi cabello. Miré hacia la puerta que había cerrado demasiado rápido, y luego volví la vista hacia Bruce.

—Bien, hay que salir de aquí, —murmuré yo llegando hasta su lado y tomándolo por el brazo. La verdad quería sacarlo de allí porque Ayden seguía en el pequeño balcón hablando con no sabía quién por teléfono.

Bruce me dejó guiarlo y cuando estuvimos otra vez en el amplio salón donde se seguía llevando a cabo la importantísima cena, él se echó a reír. Lo miré con mala cara y lo que él dijo fue:

—Es que tenías una cara de culpabilidad increíble.

Y volvió a reírse.

—Pues que sepas que tu cara era muchísimo peor, —solté yo. Eso hizo que él dejara de reírse y que se acomodara el traje ajustado. Iba bastante guapo la verdad. Bruce se peinó el cabello y tragó grueso antes de impulsarnos hasta nuestra mesa.

—Repito: no hay que hablar de esto, —zanjó. Asentí en total acuerdo.

—Nunca más, —opiné. Bruce se giró un poco e hizo una pequeña mueca con los labios.

—Bueno, pero que en algún momento quiero saber quién te causó ese orgasmo que te dejo toda despeinada y con esa cara de culpabilidad.

Por instinto volví a pasarme la mano por el cabello.

—Sí, creo que yo también quiero saber quién te causó ese orgasmo a ti y esa cara de culpabilidad.

Y luego nos reímos como dos tontos borrachos. Pero la verdad era que no habíamos bebido nada. Bruce se dejó caer en una silla con aire cansado cuando llegamos hasta la mesa. Yo me senté a su lado y le arrebaté de la mano una copa que se estaba llevando a los labios con un líquido que no sabía qué era.

Me bebí todo el líquido de un solo trago y miré hacia los lados.

Y de nuevo, la realidad de todo me golpeó el rostro. Me encontré directamente con esa mirada azulada que había estado evitando por estos años. Jason estaba a unas cuantas mesas de nosotros. Y su novia estaba a su lado sonriendo mientras él le decía algo.

De nuevo, me fue totalmente imposible no quedarme viendo la escena. Y quizá por eso, y de nuevo, los ojos de Jason se desviaron hasta mi lugar y conectaron directamente con los míos. Por unos segundos solo nos miramos. Y sentí de nuevo todo el dolor que me había guardado en lo más profundo de no sabía nada.

Desastres impulsivos ©️✔️Where stories live. Discover now