55.- Correo

12.5K 903 443
                                    

Jane

Miro al cielo nublado a través de mi ventana, observo los copos de nieve caer y golpear contra la misma con suavidad y delicadeza. Estoy acostada en el mueble junto a mi ventana, sintiendo frío, pero sin ánimos de moverme. A pesar de que la tormenta había cesado un poco, era muy fuerte todavía. 

Habían ya cancelado las clases por la siguiente semana, o hasta que la tormenta termine, eso lo leí en mi laptop cuando llegué a mi habitación. También se debe a que la Navidad está cerca y las vacaciones de invierno también.

Hace un frío de mierda, pero me ayuda a concentrarme en eso y no en mis pensamientos.

Estoy... cansada de sentirme así, y una parte de mi, la parte que hace de menos todos mis problemas, me dice que estoy exagerando. Tal vez parezco que me estoy victimizando demasiado, pero no puedo evitarlo. No puedo evitar sentirme como me siento.

Cometí un error, me arrepentí de ello, durante un mes he buscado enmendar las cosas, pero al parecer nadie quiere enmendarlas a parte de mí.

Sé que no estaré molesta con Kylie o mamá por mucho tiempo, nunca lo he estado, no la cantidad de tiempo que ellas han estado molestas conmigo; pero por el momento solo quiero...

Cerrar los ojos y dormir.

Quiero dormir y mucho.

Mi habitación se abre y suspiro creyendo que es mamá, pero cuando miro en dirección de la puerta, veo que es Travis.

—Holi —alarga la palabra mientras entra, con una sonrisa en su rostro, y cierra la puerta detrás de él.

Me siento y cubro mis piernas con la falda. Puede que ya haya estado desnuda delante de él, pero... hace menos de cuatro horas supe que aún estaba vivo, es difícil procesar todo esto.

—Hola —murmuro y lo veo sentarse en mi cama.

—¿Estás bien?

—Sí.

—Mientes terrible —sonríe suavemente y me mira con sus ojos verdes analizándome—. Puede que otros te crean cuando mientes, pero yo te conozco, Gafitas. Así que te lo preguntaré de nuevo... ¿Cómo estás?

Asiento con mi cabeza, siempre ha tenido el don de poder leerme. Siempre ha sabido cuando algo está mal o no. Antes adoraba eso, ahora... no sé cómo sentirme.

—No lo sé —digo y soy honesta—. Es decir, tengo muchos sentimientos encontrados por el hecho de que estés aquí. Te extrañé mucho y aún no me lo puedo creer. Estoy feliz y quiero abrazarte, pero a la vez siento mucha nostalgia que... Simplemente, no puedo procesar todo a la vez.

Él se pone de pie y camina unos pasos antes de sentarse a mi lado, toma mi mano y entrelaza nuestros dedos. La sensación de su mano cálida se siente muy extraña y familiar al mismo tiempo. Lo he echado de menos.

—¿Y sobre lo otro? —pregunta y se a qué se refiere.

Me encojo de hombros y lo miro.

—Eso tampoco sé como sentirme —digo—. Mamá a penas hace cuatro días empezó a querer hablarme, y Kylie... no entiendo que hace aquí. Me ha ignorado durante todo el mes y hoy mágicamente se encuentra aquí como si nada hubiera pasado.

—Tal vez eso se debe a mí, pedí a Jake que trajera nuestras mochilas a tu casa, pero después de todo lo que pasó, no creí que Kylie vendría. Lo siento. No quise hacerte pasar un mal rato.

Aparto mis ojos de él y miro a un punto muerto, sintiendo algo de decepción. Pensé que Kylie era mi amiga, y a pesar de insultarla en día de la cárcel, me disculpé con ella con todo mi corazón. Y ella solo... se burló y se alejó. Al igual que Jessica, Dove y Jorge. Por alguna extraña razón me culpaban a mí de todo lo que pasó, y esa situación junto con lo de mi madre, no ayudó en nada a que yo me sintiese más tranquila por la falta de Travis.

Mi Mejor Amigo (AD #1) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora