Mi Mejor Amigo (AD #1) [COMPLETA]

9.- Viva

Jane

Suena el timbre y suspiro con alivio porque sé quien es. Voy corriendo a la puerta y respiro tres veces antes de abrirla con una sonrisa.

Pero la cierro de inmediato.

¿Que le dieron de comer a Travis? ¿Por qué está tan bueno?

Mi corazón late muy rápido en mi pecho así que me pongo una mano sobre este. Estoy cansada por haber corrido, me repito una y otra vez antes de tomar el pomo y volver a abrirla.

Pero la vuelvo a cerrar.

¿Por qué es tan guapo?

—¡Jane! —me grita desde afuera y vuelve a tocar el timbre de la manera que sabe que me molesta—. Jane, vamos, nena, va a llover.

Nena...

—Hum... —me aclaro la garganta antes de tomar un largo suspiro y abrir la puerta.

—Jane —me llama Travis desde el umbral.

—¿Sí?

—¿Por qué tienes los ojos cerrados?

Me siento como una imbécil, pero que ni crea que voy a abrirlos. Se ve demasiado bien y si quiero no hacer las cosas entre nosotros más extrañas de lo que ya son, es mejor que ni siquiera lo vea.

—Ya sabes... el polen —río, nerviosa.

Pero me sorprendo cuando siento la calidez de su boca sobre la mía. Abro los ojos rápidamente, pero el se retira y me mira con una sonrisa. El beso fue fugaz, pero quema.

Y esta sensación de querer más se estancada en mi corazón nuevamente.

¿Qué me estás haciendo, Travis Stone?

Literalmente solo necesité el ligero roce de sus labios para olvidarme de todas las excusas que me había estado diciendo a mí misma en esta semana. Ahora, solo puedo pensar en que quiero su boca para mí una vez más.

Maldición... ¿qué me está pasando?

—Ya puedo ver lo bonitos que son tus ojos —dice, antes de entrar a mi casa.

Yo me quedo ahí, parada en medio del umbral y sosteniendo el pomo de la puerta fuertemente para no caerme. Ni siquiera sé si estoy respirando.

»¿No vienes? —la voz de Travis llama mi atención y lo miro.

En serio, es tan guapo. Ya no está con su uniforme y ahora me pregunto si siempre había vestido así de bien. Lleva un jersey negro, unos pantalones kargo del mismo color y unas converse de caña alta. Va todo de negro, luciendo simple, pero bastante bien. El jersey se ajusta a su torso como una segunda piel y no me había dado cuenta de lo fuerte que es  hasta ahora. Travis tiene músculos, no de una manera exagerada, solo tiene todo donde debe estar, sin un rastro de grasa en él.

Si no lo deseara como lo hago ahora, es probable que envidiaría su estado físico y también lo odiaría por ello. 

El color de su ropa de alguna manera resalta el color de sus ojos e ilumina el color de su piel. Su cabello que ya está un poco largo a como lo solía usar antes, le cae a los lados y tengo la necesidad de retirarlo de su rostro, de pasar mis dedos por su sedoso cabello negro... Es hermoso.

Travis Stone, mi mejor amigo, me parece hermoso y creo que soy lo suficientemente madura para admitirlo... 

Pero no sé si estoy lista para decirlo en voz alta.

»¿Jane? —pregunta, sacándome de mis ensoñaciones.

—¿Hum?

—¿Ves algo que te guste? —sonríe y se acerca unos pasos a mí, yo retrocedo y mi espalda golpea la madera de la puerta—. ¿Tu mamá está aquí?