Mi Mejor Amigo (AD #1) [COMPLETA]

25.- Sapiofilia

Jane

Nunca, ni en mis más extraños sueños había imaginado que estaría haciendo esto. Pero joder, en serio quiero hacerlo. Ver el rostro vulnerable de Travis mientras lo tomo en mi mano me impulsa a hacerlo.

Le gime y jadea cuando empiezo a bajar y subir mi mano por toda su longitud, nunca lo he visto tan de cerca, y ver lo que le hace mi roce es maravilloso.

—¿Me enseñas a hacerlo? —pregunto y el abre sus ojos y me mira.

—Sí —accede y sonrío.

Nunca me imagine tan siquiera un poco del control que tengo sobre él, y aunque me dé vergüenza admitirlo, me gusta.

Me acerco más, sobre mis rodillas, y hago contacto visual con él, sus ojos verdes brillando con absoluto deseo y malicia, y me encuentro absolutamente excitada de nuevo solo por verle de esta manera. Me mojo los labios con mi lengua y me lo llevo a la boca. Lamiendo su gruesa cabeza como si fuera una paleta.

—Joder —gruñe y sus caderas se tensan.

—Dime que hacer, Travis —pido antes de regresar mi boca a él.

—Metelo a tu boca, Jane, y succiona un poco.

Hago lo que me dice, evitando que mis dientes hagan contacto con su miembro y succión o un poco, haciéndolo gemir, lanza su cabeza hacia atrás en el espaldar de su sofá y la vista es jodidamente increíble. El morbo de verlo tan vulnerable, de que yo tenga el control absoluto sobre su cuerpo en este momento, me abruma, sin embargo me insta a ir más lejos. Subo y bajo mi cabeza por su longitud, tomando con mi mano la zona que no llego. Su sabor es curioso, y un poco extraño, pero no sabe mal y de hecho la situación me ayuda a que me guste y quiera probarlo más.

Mi cabello es un desastre e intento quitarlo de mi cara, así que Travis me ayuda y me sostiene el cabello en una coleta con sus manos, jalando un poco pero no siento dolor. ¿En que me estoy convirtiendo? ¿En verdad me esta gustando que me jale el cabello? La sensación de descubrir esto es abrumadora, pero no hago nada para detenerme. Lo suelto cuando me da una arcada y empiezo a solo usar mi mano arriba y abajo como se que a él le gusta. Él mira hacia mí, sus mejillas sonrojadas, su cabello despeinado y sin camisa, su cuerpo desnudo luciendo como un maldito sueño.

—¿Lo estoy haciendo bien? —pregunto, dejando salir un poco de mi inseguridad.

—¿En serio… me estas preguntando esto en medio de la mejor mamada de mi vida? —pregunta entre jadeos y con una sonrisa.

Le sonrío y vuelvo a lo que estaba haciendo, pero él me toma de los hombros y en un rápido movimiento me sienta sobre él. Antes de que me dé cuenta, tengo sus labios sobre los míos, su lengua en mi boca, sus manos aoretujando mi trasero, prendiendome aún más de lo que ya estaba incluso antes de que iniciemos esto.

Siento la piel de su miembro contra la mía, húmeda y lista para que pase lo que sea. Gimo en su boca cuando empieza a frotarse contra mi punto de nervios sensibles, moviendo mis caderas con sus manos y yo también inconscientemente vuelvo a moverme. Se siente incluso mejor que cuando lo hicimos en la puerta de mi casa, porque ahora no hay nada que no me permita sentir su miembro directamente a mí. Esto es tan íntimo. No sé cómo se siente el sexo, pero esto se siente como el seco mismo. Y me encanta que sea con él.

—Jane, estoy a punto de venirme —murmura con su voz muy ronca, haciéndome gemir—. Te hiciera el amor en este momento pero no tengo un jodido condón.

—Travis —gimo mientras me frotó más contra él y el toma mis caderas—. Solo… mierda, solo sigamos haciendo esto.