________ Bieber lleva casada 4 años con Justin su matrimonio siempre había sido felicidad, risas, diversión, pero sobre todo amor, o eso creyó ________ hasta que ella volvió de Inglaterra.
Jane Hudson fue el primer amor de Justin Bieber, y como dice...
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Justin había obtenido los papeles con los que Jane lo había amenazado. Estaba a salvo al menos del escandalo publico y de su padre y abuelo, pero eso no lo ayudaba en nada. Se sentía sucio y utilizado pero sobre todo la carga emocional era aun más pesada, pues nuevamente había engañado a su esposa, y mentiría si dijera que no le hubiera gustado pues realmente fue un encuentro pasional y erótico, pero solo había sido eso, solo sexo.
Caminaba entre los estantes de aquella tienda de joyas, llevaba una hora y no se decidía cual llevar. Sin embargo, miro un anillo en un aparador separado de los demás parecía que era de los más exclusivos por la presentación que este tenía. Una simple argolla de plata rodeada con incrustaciones de diamantes y con uno más grande en el centro sostenido con una base de infinito. Ese anillo era igual que su esposa, pequeño pero valeroso.
-Es hermosa. Uno de los anillos más sofisticados que tenemos en la tienda – le hablo la señora de edad avanzada mientras se acercaba a él - Es una edición limitada. Nos lo mandaron desde Dubai - continuó, parándose a lado del castaño - el hijo del Jeque lo mando a hacer para su novia y el día que se iba a proponer la chica sufrió un infarto en el corazón dejando al joven desgarrado de dolor. Días más tardes encontraron al mismo chico muerto en su cuarto, lo más extraño es que no había indicios de que el lo provocara o fuera por alguna enfermedad crónica, todo estaba en orden y su salud estaba perfecta - suspiró la mujer - todo indica que murió de dolor, creo que la idea de perder al amor de su vida lo dejo sin ganas de vivir. - Justin sintió su corazón latir fuertemente al sentirse de alguna forma identificado con el joven de la historia - Han pasado varios años y hasta ahora el jeque pudo sacar la joya y venderla.
-Me la llevo - afirmó el joven mirándola con las manos en sus bolcillos.
-¡Señor! - exclamo la mujer mientras abría sus ojos - es una joya muy cara, estamos hablando de 58542.10 dólares.
-No importa – murmuró volteando a ver el anillo – Me la llevo, por favor empáquela -sonrió emocionado - esta noche le pediré nuevamente matrimonio a mi esposa. Quiero que renovemos votos.
-Pues debe de amarla muchísimo – la sonrisa de Justin se esfumo al escuchar esa frase – valórela mucho, el amor de nuestra vida solo llega una vez - confirmó mientras sonreía - se que el valor monetario es mucho, pero la historia de amor de este anillo es lo que más pesa en el - mostrándole una mirada de ternura volteó - ahora mismo le doy su pedido.
-Gracias – pero una vez más se sintió una basura, por que sabía que la amaba pero no la había valorado como debía.
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La castaña levanto la mirada para encontrarse con aquel ojiazul. Alex simplemente se agachó a su altura para poder acariciar su cabello con delicadeza. Colocaba sus mechones rebeldes detrás de su oreja, sin embargo ninguno de los dos decía nada. Los sollozos de la castaña y la respiración agitada de poof era lo único que se escuchaba en el baño. Alex no lo pensó mucho y tomándola en sus brazos la consoló.
-Aquí estoy preciosa -murmuro el joven - no te voy a dejar. Te prometo que voy a estar para ti.
La castaña solo lloraba contra su pecho dejando salir todo el dolor que realmente había retenido. Ambos estaban abrazados en el suelo, tan sumidos en el dolor de la joven que no habían escuchando la puerta del baño abrirse. Un sorprendido Adam miró la escena con tristeza, pues jamás había visto a su hermana tan destrozada de esa forma. Alex movió su mano señalando que el mayor de los Edwards se acercara y cuando este lo hizo, delicadamente paso el cuerpo y abrazo de _______ a los brazos de su hermano, pues sabía que en ese momento lo que más necesitaba era a su familia, el consuelo y el amor de la gente que más la amaba.
Habían salido del baños veinte minutos atrás, el ojiazul miraba a su amiga destrozada. Su llanto fuerte había cesado pero sus lagrimas silenciosas aún escurrían. Ambos jóvenes la habían sentado en el sofá de la sala y aun con el dolor en su pecho, les contó las horribles cosas que había presencia en la oficina de su esposo. Adam había tratado con todas su fuerza no ir a golpear al estúpido de su cuñado lo más importante en ese momento era su hermana y su bienestar.
-Alex - habló Adam haciendo que el joven voltease a él sacándolo de sus pensamientos - Ya están listas las maletas de _______ - dijo un tanto agitado - ¿Qué hacemos? ¿Te vemos en el aeropuerto? - preguntó.
-¿Ya la viste? - pregunto ignorando a Adam - Es como si se le hubiera ido la vida en un minuto - ambos voltearon a mirar a la castaña que seguía sentada en el sofá sin hacer un solo ruido.
Miraron que llego poof a su lado recargando su pequeña trompa en la pierna de ella, la castaña acarició su cabeza y sin evitarlo se agacho poniendo la suya sobre de él soltando una vez más un sollozo de dolor. El perro no parecía moverse, era como si entendiera todo el dolor que en ese momento su dueña estaba pasando. Ambos se acercaron nuevamente a la castaña. Adam la tomo entre sus brazos para volverla a abrazar, y mientras este la abrazaba, Alex se dedicaba a darle suaves caricias en su espalda, mientras que el pequeño poof no movía su hocico de su pierna.
-No quiero dejar a poof aquí - logró articular.
-No - negó su hermano - voy a mover unos contactos para que nos permitan subirlo al avión - afirmó - mientras Alex irá a hacer su maleta y nos veremos en el aeropuerto en una hora.
-¿A donde vamos? - pregunto la castaña mirándolo con sus hinchados y rojos ojos.
-Es una sorpresa - sonrió tratando de quitar sus rebeldes lágrimas - Listo, vámonos de aquí - Se levantó sin fuerzas del sofá y siguió a su hermano y a su amigo quien llevaban sus tres enormes maletas llenas de sus pertenencias.
-Chicos olvide algo - dijo deteniéndose en la entrada - denme un segundo.
-________ no tardes - exclamo su hermano - no quiero que llegue el estúpido de Bieber.
-No tardo - dijo.
Y corrió hacia su recamara sin darse cuenta que su peludo amigo la siguió en un instinto de protegerla. Miró su recamara vacía, mentía si decía que no le dolía como el infierno pero también sabía que era la mejor decisión que había tomado. Tomo la carta que previamente había escrito para su esposo y la dejo sobre el buró a lado de su cama junto con su argolla de bodas y su anillo de compromiso, las cuales llevaba siempre en el mismo dedo. Cerro lo ojos y suspiró con fuerza tratando de ser fuerte ante lo que iba a hacer.
-¿Sabes poof? - le preguntó al perro quien soltaba pequeños llantos buscando un poco de atención de su dueña - Viví los mejores años de mi vida aquí - dijo - pero es hora de cambiar de página. Es hora de buscar una nueva vida - negó con la cabeza - en fin, Justin ya no me ama.
Sorbio con la nariz por ultima vez y tomando al perro de la correa salió de ahí. Entró a la camioneta de su hermano junto a su perro, quien junto a Alex ya estaban esperándolos, y miró la que fue su casa tantos años. Sintió como la camioneta arrancaba y dio un ultimo vistazo a su alrededor, le estaba diciendo adiós a todo. Adiós a su casa, adiós a su vida y adiós a Justin.
