Capítulo 29

129 42 1
                                    

20 de Marzo, 2019

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

20 de Marzo, 2019.

El canto sonoro de los pájaros da aviso alegremente al comienzo de un nuevo día, y no estaba para nada entusiasmada, quería seguir durmiendo; necesitaba estar un poco más en el país de los sueños y olvidar por unas horas más la estresante realidad, pero como de costumbre, una luz mañanera invadía mi habitación, en busca de manifestar que el puto sol había salido.

«Maldita luz de mierda, ¿qué espera que haga? ¿Fotosíntesis?»

Gruñí ante ese pensamiento, estaba de mal humor y no sabía el porqué. Creo que se debe a que anoche había consumido unas pastillas para descansar, tal vez aún seguían haciendo efecto en mi sistema, impidiendo el pensar de manera adecuada.

Tomé un gran suspiro y luego lo solté, me incorporé un poco en mi cama y vi a mi alrededor, todo estaba tranquilo y silencioso, perfecto para seguir durmiendo, pero había un inconveniente.

«Hora de ir a clases con el profesor Meyer...»

No pude evitar rodar los ojos ante el pensamiento del instituto.

Iba decidida a levantarme de mi cama, necesitaba estar lista en pocos minutos, vi la hora en mi reloj el cual marcaba las 6:30, me levanté con pereza hacia el baño, tenía que hacer mi higiene personal lo antes posible. Me fui quitando cada prenda de mi cuerpo, el frío del ambiente me recibió por completo, poniendo mi piel de gallina y haciéndome temblar.

Me acerqué a la regadera y abrí el grifo, quería dejar el agua fría correr por unos minutos, mientras me miraba al espejo.

«Demonios... Tengo unas enormes ojeras de mapache. No debería tenerlas.»

No pude evitar verme con desagrado.

Sin esperar más me adentré a aquel pequeño espacio de la ducha, donde el agua tibia me recibía con gusto, humedeciendo cada parte de mí, cerré mis ojos ante aquella deliciosa sensación. De la nada, unos ojos azules se hicieron presentes en mi mente, me sentía observada, sin conciencia cubrí mis partes íntimas y abrí mis ojos de golpe.

«No seas idiota, Maxine... Jaden no está aquí. Ya esos benditos tranquilizantes te están jodiendo la mente.»

Solté un bufido por mi tonto acto y me concentré en la ducha.

Ya estaba casi lista, me miré al espejo y terminé de peinar mi cabello, por último, tomé mis cosas y salí hacia la cocina, donde solo se encontraban mis padres.

—Buenos días. —saludé, mientras me acercaba a la mesa.

—Buenos dí... —Mi madre al verme, dejó caer un platito con bollos.

—¡Mamá! —exclamé, preocupada—. No te muevas, cuidado te lastimas. —advertí, mi padre también se exaltó ante el estruendo del plato.

Busqué rápidamente un cepillo para quitar los trozos de vidrio del medio.

Misterio en Castle Combe 1 ✓Where stories live. Discover now