Misterio en Castle Combe 1 ✓

Capítulo 22

18 de Marzo, 2019.

―Lo primero que hay que hacer es que vayas a casa de los Sinclair para agradecerles lo de las flores, y entonces intentar llegar a lo de las grabaciones. Pero..., ¿hay alguien que conozca la mansión de los Sinclair sin que sospechen de él?

—Tengo a alguien que puede encajar con lo que me has dicho, es mi informante de confianza, sabe todo de cualquier persona. Lo que le pidas, lo consigue. Hablaré con él mañana y en cuanto sepa lo que necesito iré.

—Perfecto, ¿quieres quedarte a cenar y me cuentas qué ha pasado esta tarde? —Pero su cara cambió de repente, noté que algo le pasaba— ¿Te pasa algo?

—No, nada —Se giró y miró por la ventana. Me acerqué a ella y la agarré del brazo, pero ella rápidamente se zafó de mi agarre.

—Puedes contarme lo que sea.

—No es...

—Venga, Maxine, no me mientas.

—No lo hago. —Pero seguía mirando por la ventana. Sabía que algo pasaba.

—Cuéntamelo. —Sacó algo del bolsillo, pero lo tenía escondido en su puño. Y de un momento a otro se giró para mostrármelo.

—¡¿Qué hacía esto de Dominik en tu cómoda?!

—Puedo explicarlo, lo prometo.

—¡Será mejor que lo hagas, si no me veré en la obligación de contárselo a la policía, Lara! ¡Confiaba en ti, maldita sea!

—Te lo puedo explicar, de verdad, solo sentémonos y lo haré.

—¡Tienes cinco minutos o llamaré a la policía!

—Esa noche, la misma noche que desapareció Dominik, yo quise salir a cabalgar con Odín porque realmente necesitaba dar una vuelta para despejar mis ideas, oí un disparo. —digo desviando la mirada hacia abajo.

—¿Qué? ¿Un disparo? –asentí.

—Me acerqué al lugar de donde provino el disparo y había dos personas, una dijo que lo mató porque el otro sabía que no iba a hacerlo, que debía proteger a su familia, además hablaron de que alguien los mandó a hacerlo. Por lo tanto, estamos ante tres sospechosos: alguien que los manda, el asesino y el otro que realmente no parecía muy convencido de lo que estaban haciendo. Y al día siguiente antes de que nos encontráramos, vi un rastro y encontré la pulsera. Pasó así, solo queda si tú me crees o no.

—¿Por qué no me has contado esto antes, Lara? —Parecía algo resentida por no habérselo contado antes y lo entendía, me arrepiento de no habérselo dicho antes.

—Debería haberlo dicho, lo siento, pero no sentía la confianza que tengo hasta ahora. Esperaba que apareciera el cuerpo de un momento a otro para contártelo. Por favor, no te enfades conmigo. —dije casi suplicando, era mi única amiga, no podía perderla. Sabía que ocultarle todo esto no iba a traer nada bueno, solo desconfianza, pero aun así no sé porqué lo hice.

—No lo haré, pero si somos un equipo debemos serlo siempre. Tenemos que contárnoslo todo.

—No volverá a pasar, lo prometo.

—¿Conocías la voz de alguno de los dos hombres?

—No, pero es cierto que, a la mañana siguiente, creí escuchar la voz de uno de ellos en la plaza del pueblo, me giré para buscarlo, pero no vi a ningún hombre.

—Vale, sabemos que se pasea por el pueblo como si nada, hay que estar muy atentas la próxima vez.

La oscuridad dominaba la luz, ya estaba completamente de noche cuando terminamos de cenar. Nos despedimos, Max se fue lo más rápido que pudo a su casa ya que no les había dicho a sus padres que se quedaba a cenar.

Me volví a quedar sola, segunda noche durmiendo aquí. Salí antes de acostarme en la cama, metí a los dos caballos en sus cuadras y entonces ya sí que era momento de dormir. Cerré la puerta de la entrada con un cerrojo que tenía, al menos me sentía algo más segura de esa forma. Me metí en la cama, y cuando me dormí eran algo más de las doce de la madrugada.

19 de Marzo, 2019.

—Lara, sigo vivo. —Una voz conocida me llamó a mis espaldas.

—¿Qué? —Me giré y lo vi. <<Dominik>>. Estaba algo magullado, se le veía pálido, sus ojos estaban tristes, sus labios no tenían color alguno. Estaba realmente mal.

—Sigo vivo. Necesito ayuda, quiero volver a casa. Ayúdame, estoy cerca. ¡Ayúdame por favor! ¡No me queda mucho tiempo! —Me grita.

—No sé cómo ayudarte, lo intento. Aguanta. —Fui hacia él, pero se desvaneció.

De repente, me desperté sudando, todo estaba completamente oscuro. Aún era de noche. Miré la hora en el móvil. <<Las dos y media de la madrugada>>. Salí de la habitación y me eché agua en un vaso. Tomé varios sorbos y lo dejé en la misma mesita de noche. Quería seguir durmiendo, pero el sueño con Dominik me había desvelado bastante.

<<Debo ayudarlo cueste lo que cueste, necesita nuestra ayuda y debemos hacer lo que esté en nuestra mano para salvarlo.>>