✨¡FINALISTA DE LOS PREMIOS WATTYS!✨
[Completa] Primera parte de la Trilogía Misterio.
En el epicentro de un frío pueblo de Inglaterra, suceden acontecimientos devastadores, de los cuales azotan de manera siniestra el pequeño lugar.
Nadie confía en...
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19 de Marzo, 2019.
Ayer fue un día muy impactante y complejo, aunque desde hace una semana que no tengo una vida tranquila. Toda esta situación ha traído consigo cosas malas y buenas, entre ellas la desaparición de Dominik, pero la cercana amistad con Lara.
Luego de que me fuera de la cabaña de mi amiga, tuve que ir de inmediato hacia mi hogar, apenas llegué, mi padre me había otorgado un gran sermón, por haber salido desmesuradamente de la tienda sin siquiera avisar. Tuve que mentirle diciendo que Christian necesitaba mi ayuda con unas pesadas cajas en el restaurante, por suerte, mi padre se lo creyó y no le dio más importancia.
El resto de la noche había estado muy pensativa, la imagen de ese cuerpo tirado en el arroyo no salía de mi mente, se había quedado grabado como una especie de tortura, pero valió la pena asegurarme de que ese sujeto no es Dominik.
Mientras estaba en clases, fingiendo que estaba prestando atención, tome la pulsera y la observe, recordando muchas cosas junto a él. Sonará cruel y hasta mezquino, pero estoy feliz de que ese cuerpo no haya sido mi ex mejor amigo.
―Señorita Underwood, ¿está prestando atención? —Interrumpió mis pensamientos esa voz que tanto odio.
«Puto señor Meyer.»
—Sí, señor. Lo hago. —Traté de sonar lo más convincente posible. Pero él, en respuesta, frunció su ceño.
—Entonces, me imagino que será capaz de resolver esta sencilla ecuación. —comentó mientras apuntaba hacía el pizarrón, donde se encontraba una ecuación para calcular el tiempo.
«Bien jugado, Meyer. Pero lamento decepcionarte, soy buena en física.»
Me levanté con confianza y lo hice, por suerte había recordado cómo era el procedimiento.
Cuando terminé, le entregué el marcador y me senté nuevamente en mi lugar, con una sonrisa victoriosa, lo había hecho bien. Luego el irritante profesor prosiguió con la clase.
***
El tiempo pasó algo lento, pero por fin había culminado las clases, estaba contenta, pero al mismo tiempo nerviosa.
«Tengo que ir hacia la mansión de los Sinclair... Sola.»
De la nada, sentí un toque en mi hombro, me sobresalté un poco, pero al ver que se trataba de Lara, me logré calmar.
—¿Lista para tu misión imposible? —Ambas reímos ante aquel chiste.
—Desearía decirte que sí, pero te estaría mintiendo. —solté un pequeño suspiro. Lara, por su parte, me dedicó una sonrisa.
—Lo harás bien. Solo recuerda, tienes que buscar la habitación de vigilancia y tomar la cinta de vídeo del día que desapareció Dominik, ¿bien? —explicó en un susurro, yo asentí—. Bueno, ya tengo que irme. Nos vemos luego. No olvides llamarme ante cualquier imprevisto. —Yo me acerqué y la abracé—. Cuídate, Max —Le dediqué una última mirada y se fue.
