✨¡FINALISTA DE LOS PREMIOS WATTYS!✨
[Completa] Primera parte de la Trilogía Misterio.
En el epicentro de un frío pueblo de Inglaterra, suceden acontecimientos devastadores, de los cuales azotan de manera siniestra el pequeño lugar.
Nadie confía en...
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19 de Marzo, 2019.
No sabía qué hacer o decir, aquel sujeto frente a mí solo me observaba, se le notaba una desbordante molestia emanar de él. De la nada, aquellos ojos azules que tanto me hacían estremecer capturaron los míos, en un intento desesperado de ponerme nerviosa, y lo peor es que lograron su cometido.
—¿Entonces, Underwood? Quiero una muy buena explicación —Exige, mientras cerraba la puerta tras él—. Esta vez no me voy a creer que fue porque te dejó tu novio... sabía que era mala idea dejarte pasar, las personas como tú deben de estar afuera. —Se alejó de la entrada y se acercó a mí amenazante. Cada palabra que decía era para lastimarme o ponerme nerviosa, pero no voy a dejárselo tan fácil.
—Y-yo —Fui retrocediendo los mismos pasos que él avanzaba—, solo estaba buscando el baño, pero me perdí. No sé si lo sabes, pero tienen una casa enorme. —solté, algo nerviosa. Su rostro estaba serio y sentía como me analizaba con detenimiento.
—Eres muy mala mintiendo, Caperucita. —comentó, con burla— ¿Qué buscas? Y procura no mentir. Odio las mentiras.
«Demonios... ¿Qué diría Lara? Tal vez algo alocado...»
Cerré mis ojos por un segundo, y una buena, pero penosa idea, se hizo presente de inmediato. Volví a abrir mis ojos, esta vez decidida.
—Te estaba buscando a ti. —respondí sin pensar, una enorme carcajada resonó en mis adentros.
«No puedo creer que haya dicho eso. Si Lara me hubiera escuchado no aguantaría las risas.»
Tome una leve bocanada de aire, no me puedo dar el lujo de reír. La cara de Jaden ahora mostraba sorpresa y mucha confusión, tenía cara de tonto.
«Desearía capturar este momento.»
—¿A mí? —Asentí ante su duda—. Eso es muy atrevido, Underwood. Sin embargo, aprende a mentir con cosas básicas. Recuerda que... —No quise someterme a sus palabras, sabía que iba a comenzar a contradecir mi comentario, así que en un movimiento temerario cerré la poca distancia que había entre nosotros y uní nuestros labios en un beso.
No podía ver la cara de Jaden ya que tenía mis ojos cerrados, pero podía sentir que lo tomé desprevenido, ya que al inicio no siguió el beso, se sentía tenso.
Yo por mi lado, coloqué mi mano en su cuello de manera delicada pero firme, tratando de forzar el beso.
«¡VAMOS, SINCLAIR! MALDICIÓN ¡ACCEDE AL PUTO BESO! ¿¡NO VES QUE HAGO UN ESFUERZO!?»
Y como si leyera mi mente, correspondió a aquel acto alocado; sus suaves y algo carnosos labios danzaban a la perfección con los míos, ahora era un beso muy apasionado y ansioso, se le notaba que tenía unas ganas incontrolables de hacerlo y en el fondo yo también estaba deseosa.
Una superficie dura impactó contra mis caderas, podía deducir que me había recostado del escritorio. Jaden tenía una de sus piernas entre las mías, presionando aquel punto íntimo en mi anatomía, inmovilizando por completo cada parte de mí; sin pedir permiso sus manos comenzaron a subir por debajo de mi camiseta, tocando mi suave piel, y su lengua quería hacerse paso a mi boca, pero ya tenía que poner límite.
