✨¡FINALISTA DE LOS PREMIOS WATTYS!✨
[Completa] Primera parte de la Trilogía Misterio.
En el epicentro de un frío pueblo de Inglaterra, suceden acontecimientos devastadores, de los cuales azotan de manera siniestra el pequeño lugar.
Nadie confía en...
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13 de Marzo, 2019
Iba sola por las calles del pueblo, todo parecía tranquilo, como siempre. Había salido hace unos minutos del instituto, fue un poco agotador, nos dejaron unas cuantas tareas para hacer, sin mencionar las horribles charlas del profesor Meyer antes de culminar cada clase, es muy estresante y aburrido.
Decidí ir hacia la residencia Stone, quería saber de una vez por todas dónde se encontraba Dominik, pues habíamos quedado en vernos ayer, nunca llegó, y hoy en el instituto no se presentó. Había quedado muy preocupada, después del altercado en la tienda no lo vi más, las únicas personas que lo vieron por última vez fueron las que estaban haciendo sus compras y pasando el rato por los alrededores de Market Place; y también, según me ha dicho mi informante, dijo que lo había visto hablando con Lara, la nieta del Señor Jones.
Ya estaba parada frente a la gran construcción que tiene el apellido Stone en su pórtico, se notaba el silencio emanar del lugar. Esta familia era una de las
más tranquilas del lugar, raramente se metían en problemas o hacían algún escándalo, eran personas muy agradecidas y amables, personas con las cuales podías pasar horas y horas conversando sin ningún problema, te tratarían como uno más de su familia sin pensarlo dos veces. Sin embargo, desde que Dominik se hizo novio de la Sinclair muchas cosas cambiaron, se volvieron arrogantes y algo prepotentes, ya no era lo mismo con ellos.
Sin dar tanta vuelta al asunto, me adentré en el pequeño recibidor, no se escuchaban personas por el lugar, creí que no estarían. Toqué el timbre con algo de temor, ya que no sabría la reacción de alguno de ellos al verme. Su familia y la mía habían tenido problemas por alejar a Dominik, ya que nosotros no éramos nadie para juzgar sus acciones y las decisiones que tomaba en su vida, y tienen razón. Por ello mi padre me prohibió verlo, hablar con él, ya que si él haría caso omiso a las reglas que tiene mi familia, yo tendría que ser la que sufriera las consecuencias de alejarlo.
—¿Maxine? —habló una voz femenina, proveniente de la madre de Dominik —¿Qué haces aquí? —Sonaba algo molesta, me sentí algo atacada ante eso.
—Buenas tardes, Señora Katia...
—Para ti, soy Señora Stone. —comentó, interrumpiendo mis palabras.
—Perdone, Señora Stone. —corregí, en un murmullo—. Hablaré sin rodeos. Me gustaría saber dónde está Dominik, hoy no asistió a clase y me he preocupado un poco. —Traté de sonar lo más normal posible, pero mi voz había salido temblorosa.
—¿Ahora te importa cómo está Dominik? —rugió, muy molesta— ¡Quiero que te largues de mi propiedad, Maxine! Eres una hipócrita y sin vergüenza. Después de tanto ignorar a Dominik ¿Vienes porque dices que estás preocupada por él? ¡Tú lo que eres es una cara dura! ¡VETE! —gritó sus últimas palabras, yo no pude decir nada, pues comenzó a caminar hacia mí amenazantemente, tuve que retroceder, saliendo de su porche.
