Poliamor sobrenatural

Capitulo 35

Luego de una noche de baile, risas, coqueteos y más bebida yo ya me encontraba un poco borracha y cansada.

-Salgamos al jardín- dije, no espere a que el me contentara y lo tome de la mano para arrastrarlo hacia la puerta trasera.

La noche estaba hermosa, no había estrellas, el cielo estaba oscuro y el viento estaba frío pero no me importaba, solo quería salir y estar con Adam todo el tiempo.

Llegamos hasta el jardín y nos sentamos en unos bancos.

-Que eres?- pregunte luego de un rato en silencio.

-Hm?-

-Vamos, se que no eres humano y tu no has intentado que lo crea mostrándome tus ojos rojos cada vez que puedes-

-Soy un vampiro- dijo luego de pensarlo unos minutos.

Yo solo asentí y guarde silencio.

-No te asusta?- preguntó el al ver cómo no me alejaba ni tenía una pisca de miedo.

-Conocí a un hombre lobo, creo que ya era de esperarse que otras especies más existieran- dije mientras le daba una corta mirada antes de volver a posar mi vista en el hermoso cielo.

-Porque estabas con el?-

-No lo sabes?-pregunte y el solo negó con la cabeza.

-Yo tampoco, pero solía decirme "luna" o " mate", sabes algo sobre eso?- Adam se tensó un poco cuando dije eso.

Y sus ojos estaban en un rojo intenso y su mandíbula tensa.

-No, no se mucho sobre los hombres lobos-

Luego de un rato más en un silencio cómodo.

-Sabes donde pueda estar jess?-

-Esta con Josh, el descubrió que es un alma gemela en cuanto la vio pero quiere ir despacio- lo que dijo me sorprendió tanto que hizo que abriera mi boca en forma de 0 y lo mirara.

-U...ustedes tienen almas gemelas?- dije con curiosidad.

El asintió repetidas veces aún con su mirada puesta en el cielo.

-Tú tienes la tuya?- pregunte con preocupación y con algo dando punzadas en mi pecho.

Luego de unos segundos pensándolo contestó.

-Aún no la e encontrado- esas palabras hicieron que pudiera volver a respirar de nuevo, no quería que Adam encontrara a su alma gemela aunque sonara egoísta, el me gustaba y el hecho de que encontrara a su alma gemela era algo que me dolía con solo pensarlo.

-Entiendo- dije mientras asentía para mi misma.

~

Luego de esa conversación no hubo más, luego de que las personas comenzaran a irse y la fiesta comenzará a calmarse nos adentramos en la habitación y nos acurrucamos hasta dormirnos.

~

-Despierta dormilona- dijo una voz dulce y conocida.

Abrí mis ojos y vi a jess sentada en una esquina de cama, no había tenido tiempo de mirarla bien pero había cambiado un poco, su cabello estaba un poco más largo, tenía unas pequeñas ojeras bajo sus ojos y se veía cansada aunque sus ojos tenían un brillo.

-Yo...lo siento jess- dije cuando logré despertarme del todo.

-Esta bien, yo soy la que debe disculparse, no deje que me explicaras y si tú confías en ellos esta bien, te apoyaré- dijo mientras posaba su mano en mi mano y le hacía pequeñas caricias.