Taehyung ~

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Iba tarde. Lo sabía y si bien era culpa de que las clases habían terminado más tarde de lo que esperaba, también había influido que había aceptado tomarse un café con un amigo que no veía hace tiempo. No le gustaba salir de la universidad tan tarde por lo que miró el cielo y comprobó que pronto iba anochecer.

Aun debía hacer varias compras antes de caminar hacia el paradero. Lo principal era comprar los snack favoritos de Yeontan y luego compraria alguno de los materiales que le faltaban para el trabajo que tenía que terminar en la noche.
Sí lo terminaba temprano quizás le iba a pedir un masaje a Jungkook que lo ayudara un poco a sacar todo lo tensó que había estado en la semana.

Después de comprar los snack de Yeontan se estaba volviendo arrepentir de irse tan tarde ya que veía pasar los autobuses llenos a mas no poder.
Y la verdad era que quería irse más temprano, pero la idea de cruzarse, ver o escuchar a Jimin le desagradable por lo mismo había estado un rato leyendo un la biblioteca y después había bebido el café.

Quería hablar con Jungkook, quería intentarlo por última vez, hacerlo entender que valía más, que merecía un amor mejor que el que Jimin le estaba entregando, quería convencerlo y no enojarse en el proceso mientras lo intentaba.

Quería que ambos fueran felices, Taehyung no tenía muy buenas experiencias en sus relaciones, pero sabía que la persona perfecta para él está ahí afuera y que sólo faltaba buscar un poco mejor, por lo mismo estaba convencido que para Jungkook también existía esa persona perfecta que lo hiciera sentirse amado y sabía de sobra que esa persona no es, ni sería nunca Jimin

Jimin era un tema que muchas veces lo superaba y por eso mismo pensó en que haría Seokjin en estos casos y es que este tenía tanta paciencia a veces llegaba a pensar que su hermano había heredado toda la paciencia, pero no era sólo paciente lo que tenía, su hermano era bueno y un excelente consejero o por lo menos así lo era con él.

Quizas sería buena idea llamarlo para que lo ayudara con Jungkook.
Jin le tenía un gran cariño a su amigo y estaba seguro que tendría las palabras perfectas. Y si no las tenía siempre podían ir a verlo a Japón para las vacaciones y divertirse los tres juntos. Ahora que tenían una edad similar era más fácil hacer cosas juntos, antes Seokjin se considera muy adulto para salir con ellos a las fiesta de instituto y solo aparecía cuando los iba a buscar a altas horas de la madrugada.

Conforme iba caminando y viendo como iba anocheciendo Taehyung solo podía pensar en las hamburguesa que comería, fue ahí que recordó que no le había avisado a Jungkook que ya había salido de clases, ya era tarde para eso y tenia hambre así que ahora solo le iba decir que comenzará a pedir para que cuando llegara la comida ya estuviera ahí. Su estómago rugio en respuesta de solo imaginar las pizzas y hamburguesa y quizás hasta podía pasar por unas cervezas a la tienda de convivencia cuando se bajará del autobus.

Tenía que cruzar varias calles para llegar al paradero, su mochila iba pesado por llevar el portátil, cuadernos, pinceles y entre medio de todas esas cosas estaba su celular, por lo que decidió que mejor le avisaría a su amigo cuando estuviera en el autobús.

Antes de cruzar la última calle para ir al paradero, que se podía ver lleno de personas, decidió hacer el último desvío en su camino hacia una pequeña papelería que sabía que era más económica. Ahí se detuvo a comprar los últimos materiales que necesitaba quedando aún más lleno de cosas.

Miró hacia el semáforo y aun estaba en rojo, pudo ver a personas cruzando igualmente en rojo, él prefería esperar, pasaron casi 30 segundos hasta que cambiará a verde, las personas que estaban más apurados pasaron por su lado y cruzaron rápidamente, Taehyung por otro lado pasó lentamente, estaba cansado y sólo quería un autobus que fuera medianamente desocupado.

Lo siguiente que pasó fue veloz, no como lo muestran en las películas y todo ocurre en cámara lenta, él sólo sintió que algo lo golpeó. No supo dónde fue el golpe, pero solo supo que todo dolia, tampoco supo que fue lo que lo choco, pero por un segundo solo pudo sentir gritos, dolor y bocinas.

Después de ese segundo solo existió oscuridad y silencio. No vio pasar toda su vida en un segundo, no escucho la risa de su madre por última vez, no sintió el calor del abrazo de su padre, no vio el rostro de Seokjin mientras jugaban video juegos y no pensó en la hamburguesa y pizza que se supone que debería estar comiendo. No vio nada, sola la más y miserable nada.

Pasaron exactamente 7 minutos para que llegara una ambulancia, Taehyung ya estaba muerto, al igual que tres personas más que al igual que él estaban tirado en la calle.

Hubo llantos, gritos e intentos de ayuda en esos 7 minutos, pero hay cosas que están lejos del poder de las personas y que un auto cruzará en rojo y fuera tan rápido era una de esa. Más tarde se supo que el conductor habia sufrido un infarto mientras conducía, estaba muriendo, mientras le quitaba la vida a otras personas.

Taehyung nunca supo del dolor que dejó con su repentina partida, nunca supo lo destrozado que quedó Jungkook, nunca supo como su hermano lloro por horas sintiéndose más solo que nunca en Japón cuando sus padres entre llantos incontrolables se lo contaron, no supo que Yeontan estuvo esperando a su dueño y sus snack por días sin saber que pasaba.

La vida de Taehyung había sido tan fugaz como importante para todas aquellas personas que habían tenido el honor de conocerlo.

Aun ahora habían personas que le lloraban a sus recuerdos, aquel amigo con el tomo su último café iba a visitarlo constantemente mientras se bebía su café favorito en su honor. Aquella ex novia que le había dicho que lo odiaba cuando terminaron aún se arrepentía de sus palabras y conservaba con cariño fotos de ambos juntos. Aquel maestro con el que Taehyung debatía acaloradamente en clases aún lo usaba de ejemplo de lo brillante y sólidos argumentos que tenía.

Jungkook aún le lloraba a sus recuerdos. A veces con Seokjin, otras veces solo. A veces con resentimientos, otras con añoranza y otra con ese sentimientos de que perdiste un pedazo de ti que nunca más volverá.

Seokjin intentaba no llorar. Se aguantaba sonreía y sonreía hasta que mente decía basta. Y cuando pasaba dejaba salir su pena que había acumulado por días.

En el matrimonio Kim pasaron de vivir 4 personas a solo quedar 2. El señor Kim no lloraba desde el funeral por la muerte de su hijo, para él fingir que la pena no existe era más fácil.

Por otro lado la señora Kim lloro por meses la ausencia de su pequeño retoño y cuando ya estaba un poco mejor había perdido a su otro hijo, no de forma literal como a Taehyung, pero que su Jinnie no hablara con ella la estaba destrozando una vez más.

Ese día Taehyung perdió su vida a manos de un conductor que también falleció. También ese dia en la vida de varias personas algo se apago al saber la triste noticia.






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Capítulo que nadie pidió, pero que yo quise escribir.

Capítulo que nadie pidió, pero que yo quise escribir

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Life goes on  (Kookjin)Where stories live. Discover now