—¿Quieres…? —no termina la frase, tomo su rostro y lo beso, siendo esa mi respuesta.

Empieza a caminar hacia la entrada de mi casa, conmigo en sus brazos y cerrando la puerta con su bota cuando ya estamos dentro. Ni bien entramos empiezo a quitar la chaqueta de su cuerpo y lanzándola por algún lugar del pasillo. Empieza a subir las escaleras hacia mi habitación mientras ambos retiramos la ropa de nuestro cuerpo, sin importar donde la lancemos. No sé quién de los dos está desnudo primero, o dónde está nuestra ropa. Solo sé que mi deseo crece cuándo abre la puerta de mi habitación, camina hacia mi cama y me deja sobre la misma, colocándose sobre mí. Sus labios bajando a mi cuello.

—Sh, Mariano —empujo suavemente a mi gato al sentir su pelaje en mi frente al pasar caminando por mi cama.

Travis se ríe y se separa de mí mientras toma a Mariano en sus manos.

—Yo me encargo —se pone de pie y saca a Mariano de la habitación antes de cerrar la puerta detrás de él.

Sonrío, sin embargo me pongo de pie y camino hacia mi ventana, sentándome en el asiento junto a la misma. Travis me mira y se acerca lentamente a mí, quedando de pie cuando llega a mí. Mis manos van a sus caderas y levanto la mirada. Está desnudo completamente y yo también. Baja su mirada y me desarma el amor con el que me mira.

—Aquí estuve la noche que empezó todo entre nosotros —digo y acaricio con mis manos lentamente su cuerpo hasta tomar su dureza con mis manos, robándole un gemido.

—Jane —gime, mordiendo su labio inferior.

—Este ha sido mi espacio para tener pensamientos de los que no estoy orgullosa —murmuro, moviendo mi mano lentamente—. Quiero cambiar, Trav. Quiero cambiar para que pueda dejar todo atrás. Para dejar de hacernos daño cuando va mal. Quiero que le des otro significado —pido, y él abre sus ojos para verme—. Antes de que te vayas, quiero recordar este lugar como nuestro.

Travis asiente, tomando mi barbilla e inclinando su rostro para besarme. Me hace soltarlo y me empuja suavemente sobre la superficie acolchada, sin dejar de besarme ni un solo segundo. Se coloca sobre mí, entre mis piernas y siento su desnudez contra la mía.

Me besa hasta que mis pulmones claman por aire, pero no quiero darlos. Acaricio la piel de su espalda con mis dedos y el acaricia todo mi cuerpo, mis pechos, mi cintura, mi cadera hasta que una de sus manos va más allá y me toca. Gimo suavemente al sentir sus dedos sobre mí.

—No es el final —murmura en mis labios mientras se acomoda mejor y lo siento en mi entrada.

—No lo es —repito, mi voz sonando desesperada, necesitada—. Si no vienes a mí, yo llegaré a ti —prometo.

Se hunde suavemente en mí, estirándome y robando un gemido ronco desde el fondo de mi garganta mientras entra lentamente, centímetro a centímetro.

—Necesitamos sanar —murmura, saliendo igual de lento, haciéndome jadear—. Eso lo sé. Pero cuando estemos listos…

—Cuando estemos listos regresaremos a esto, regresaré a ti.

Jadeo cuando empuja dentro de mí, esta vez más fuerte, robándome un gemido ronco. Empezando a moverse. Sus labios en los míos mientras empuja lentamente dentro de mí. Ninguno de los dos dice nada, solo se escuchan jadeos y gemidos suaves. Las palabras quedando obsoletas en esto. Entra y sale de mí muy lentamente, haciendo que esto dure y por primera vez quiero que así sea. Esto puede durar para siempre. Quiero que así sea. Quiero esto para siempre. Yo tambien quiero recordarlo, cada milímetro de su cuerpo, así que me dedico a tocarlo con ímpetu, así como el me está tocando.

Mi Mejor Amigo (AD #1) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora