Sed de Poder

Capítulo 1

Maldigo traer estos zapatos que cansan tanto, que por supuesto, mi madre me obligo a ponerme, ya que tengo que dejar la mejor impresión con mi apariencia.

Caminamos por aproximadamente una hora por el bosque, sobre el bonito camino empedrado que no hace más que cansarme mucho, pero al fin veo un castillo que destila un aire siniestro y melancolía (como todo lo que he visto por aquí).

Solo pienso que en cuanto conozca al príncipe y me case con él, lo primero que haré será despedir a estos ineptos que olvidaron ayudar a una dama.

Casándome con él, cambiaré muchas cosas por aquí, pondré flores en el bosque siniestro, también un poco de alumbrado en el camino pedregoso y buscaré la forma en la que no se haga tan cansado caminar desde donde me bajé del carruaje.

Pensando, me doy cuenta de que el carruaje bien podía pasar por el camino pedregoso, es del tamaño adecuado para que pasen hasta dos carruajes, entonces ¿Por qué me hicieron bajarme de él y caminar hasta aquí?

Apenas voy llegando y ya estoy sufriendo.

Además, estos señores que me trajeron hasta aquí por más que me vieron peleando con mi vestido y las maletas nunca me ayudaron,  ni una palabra me dijeron, esto es algo extraño para mí, pues nunca he dejado de hablar durante tanto tiempo.

Me permiten la entrada al castillo y de inmediato noto, que si por fuera es algo escalofriante, por dentro lo es aún más, además es algo terriblemente lujoso, con sus terminaciones al parecer hechas en oro puro, y unas pinturas que dan miedo, de señores que parecen observarte en todo momento.

Y sobre todo, por todos lados los colores predominantes son opacos, con colores y matices negros, café y dorado, esta última son puras cosas hechas de oro.

Después de haber admirado el siniestro castillo en el que pasaré el resto de mi vida, me percato que en la entrada me esperan tres mujeres y ellas me dicen que me van a servir en todo lo que yo desee.

Se presentan y ahora se sus nombres: una se llama Sofía, observo que es alta de buen cuerpo y muy bonita, la otra es un poco pálida de cabello negro azabache y ojos penetrantes e intimidantes, su nombre es Lea, y la que queda, sin duda, es la más hermosa, sus ojos son de un azul impactante, de cabello castaño, con un cuerpo súper bien formado y una sonrisa increíble, su nombre es Luna.

Me hace sentir un poco mal, ya que para mí es la mujer más bonita que he visto en mi vida, por mi parte yo soy una simple mortal.

Mis ojos son café claro y algo grandes, mi cuerpo no tiene curvas, mi cara es redonda y mis labios anchos.

«Nada del otro mundo», pienso para mí misma.

Me ofrecen llevarme a mi alcoba, y mientras las sigo voy admirando todo el castillo, al igual que voy memorizando cada camino y cuartos con enormes puertas, que pronto descubriré lo que esconden, no puedo creer que ahora viviré aquí, es enorme y algo tétrico sin perder lo hermoso. Me imagino que mi habitación será igual que todo. Al entrar a la que me dicen ellas, quedo sorprendida, es más grande que mi antiguo dormitorio, es extraño porque está pintado en un tono claro, los muebles son dorados y tiene un toque muy femenino, es totalmente para mí.

—El señor la pidió especialmente para usted, dijo que eran sus gustos— dice la que tiene como nombre Sofía.

—¿Acabas de decir que mis gustos?, que yo sepa el señor misterioso no sabe nada acerca de mí, ni yo de él—Lo digo con un tono de intriga, ya que no entiendo cómo sabe el señor que mi cuarto tiene que estar con mucha luz y lleno de color como las flores, también mi ventana, tiene una hermosa vista al jardín, que por una extraña razón no va acorde a todo lo siniestro del castillo, si bien está un poco descuidado, parece el único lugar con un poco de vida por aquí.

Después de observar detenidamente mi nueva jaula, se me viene algo horrible a mi mente: ¿tendré que compartir cama con el señor misterio?, empiezo a entrar en pánico y ya ni siquiera reviso atentamente los demás detalles del cuarto, es que nunca fui preparada para tener a un hombre en mis aposentos, ni en mi vida, no sé cómo comportarme, ¿Y si lo arruino y ya no se quiere casar conmigo? ¿Qué tal si le parezco demasiado ilusa para estar con él, o muy poca cosa?

¡Já!, lamentablemente diría que me da igual lo que piense de mí, pero si hago algo mal, este matrimonio se va a la basura y mis padres no creo que piensen aceptarme de regreso a su casa después de un matrimonio fallido. Mis únicas opciones son: casarme con este señor, o escapar y no tengo planes para ello, además una oportunidad al señor misterioso y a la nueva vida que me espera, no está para nada de más.

Mis pensamientos se van cuando alguien toca la puerta pidiéndome entrar, y es la voz de un hombre.

«¡No puede ser!, ¿será él?» entro aún más en pánico, de igual manera me veo en el espejo, para intentar arreglar mi aspecto y mi gesto de terror, arreglo un poco mi cabello e intento verme más presentable y finalmente le digo que pase.

Frente a mí, aparece un hombre más grande que yo, la verdad no está de mal ver, se ve que ya está grande, admiro su buena figura, además tiene unos bonitos ojos cafés que me miran con curiosidad y una barba un poco larga. No creo que sea una mala persona ya que no lo transmite, transmite más compasión y compresión, creo que me llevaré bien con él.

Entro otra vez en pánico porque los dos nos quedamos viéndonos sin decir nada, entonces hablo.

—¿Ya era hora de que hicieras tu aparición no?, me presento: soy Kaia la mujer que mandaste traer para casarte, es un gusto —Y sí, lo arruino bien y bonito, con la primera impresión, mejor no debí hablar primero.

El hombre frente a mí no hace más que poner una cara seria para después comenzar a carcajearse y pienso que ha decidido tomárselo en broma, justo cuando voy a decir algo para que no se siga burlando, habla—Es un gusto señorita Kaia, soy el amo de llaves y coordinador del castillo, para servirle—.

____________________________________________