My Cold Revenge Woosan Sanwoo

🧡 20 🧡

"... Me gusta cuando somos.

Así, en plural..."

Pov San

Un viernes más íbamos de camino al colegio, Wooyoung dibujaba cosas al azar en su agenda mientras conversábamos un poco del día que nos esperaba.

-Recuerda que hoy nos llevamos a WinWin a casa de Yuta- dijo alegre.

-Aún no entiendo cómo es que ahora vive ahí- solté.

-Porque se quieren, ¿qué tiene eso de malo?- preguntó curioso.

-Supongo que nada, yo soy el menos indicado para darles un sermón- afirmé encogiéndome de hombros.

Seguimos hablando cosas sin mucho sentido todo el resto del camino hasta llegar.

-Ayer le hice unas fotos impresionantes a Yeontan, te las enseñaré- dijo mientras bajábamos del coche.

Agarré su teléfono para mirar las fotos y algo apreté que hizo que se cerrara el álbum.

Me puse a toquetear la galería para volver a abrirlo y me sorprendí cuando encontré una carpeta con mi nombre.

-Wooyoung ¿por qué tienes una carpeta de fotos mías?- pregunté con mirada acusatoria.

-Es para una tarea...- contestó nervioso mientras me arrancaba el móvil de las manos y salía corriendo directo al colegio.

-¡Wooyoung ven aquí!- le ordené riendo.

-Tengo clases, chaitooo- canturreó saludándome con la mano desde lejos con sonrisa de triunfo.

Yo negué con la cabeza una vez más, riéndome de las ocurrencias de este niño.

Una vez llegamos a casa de Yuta, los chicos se fueron directo a la piscina, mientras nosotros nos tomábamos unos cócteles en las hamacas del jardín.

-Ahora viene cuando me explicas por qué ese chiquillo está viviendo en tu casa- ordené serio.

-No hay mucho que explicar, a Solar le di una casa y un coche a cambio del divorcio, y a los tíos de WinWin les enseñe un contrato en el que él es mi empleado de mantenimiento y por lo tanto tiene que vivir aquí, ya es mayor de edad, no tiene que explicar nada a nadie- soltó riendo confiado.

-Si eres feliz estoy de acuerdo y te apoyaré en lo que haga falta- le dije dándole un apretón en el hombro.

-Lo soy- afirmó mirándolo desde lejos con cariño.

-Es él ¿verdad?- me preguntó serio.

-¿Es quién?- cuestioné haciéndome el que no sabía de qué me hablaba.

-La persona que llevas esperando toda tu vida- aclaró.

Miré hacia el cielo soltando el aire despacio y sonriendo como un tonto.

-Lo es- respondí dando un suspiro.

Ambos nos quedamos mirando a los chicos salir de la piscina y venir hacia nosotros para obligarnos a meternos al agua a jugar con ellos.

Después de terminar agotados, y tumbarnos a merendar al sol, Wooyoung quedó dormido sobre mi regazo, con la cara escondida como siempre en mi cuello y yo acariciando su espalda con dulzura.

La noche cayó y nos despedimos para marcharnos a casa.

Al llegar a la mansión y meter el coche en el garaje, antes de que yo pudiera bajarme Wooyoung se cambió de asiento, sentándose en mi regazo.