My Cold Revenge Woosan Sanwoo

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"... No crecemos cuando

las cosas se vuelven fáciles,

lo hacemos cuando 

afrontamos nuestros desafíos..."

Pov San

-Señor Rain, tengo que hablar con usted- le solicité serio.

-Por supuesto, vamos a mi despacho- sugirió.

Entramos en aquella oficina que yo no había pisado desde el día que me contrató y me senté tranquilamente en el sillón de cuero negro.

-Le escucho, Señor Choi- dijo serio.

-Como bien sabrá, últimamente la ola de secuestros se ha intensificado, lo que significa que el riesgo de ser atacados aumenta considerablemente- solté antes de que me interrumpiera.

-Señor Choi si lo que quiere es más dinero, temo decirle que no puedo dárselo- aclaró nervioso.

Yo fruncí el ceño ante esa respuesta, pero permanecí tranquilo para acabar de soltar lo que venía a decir.

-No quiero más dinero para proteger a su hijo, pero quiero que me facilite hacerlo de manera eficaz. Necesito que siga algunas reglas, usted, su esposa y todos los empleados de la casa. Debe darme un mando a distancia que active el portón trasero de la mansión, el cual solo tendré yo y nadie más podrá entrar por allí.

Además necesito que me consiga un arma más potente, más precisamente una Glock 9 mm con 30 cargadores.

También quiero que me entregue los planos de la casa y que haga colocar un compartimiento debajo del asiento del conductor del coche para guardar allí otra pistola.

Y por último, necesito una agenda detallada de los viajes que realizara usted y su esposa, no me malinterprete, no quiero saber donde van, solo necesito saber los días que se mantendrán ausentes, ya que tengo que modificar mis días libres para adaptarlos a los horarios en los que tengo que hacerme cargo de su hijo.- aseguré.

-¿Algo más?- preguntó irónico, a lo que yo le mire de mala manera.

-Si- solté.

-¿Qué planea hacer el fin de semana del cumpleaños de Wooyoung?- cuestioné.

-No mucho, haremos una fiesta aquí en la casa con sus amigos y algunos familiares, pero no será tan grande, porque esa misma tarde su madre y yo marchamos de viaje- afirmó indiferente.

-Perdón por entrometerme pero, ¿qué le va a regalar?- solté curioso.

Le vi sacar del cajón de su escritorio una caja pequeña que abrió frente a mí.

Un hermoso smartwatch de color blanco con dorado relucía en su interior.

-Es edición limitada, aún ni siquiera está a la venta, es el más caro que hay en el mercado- aclaró orgulloso.

-¿Eso es lo que él le pidió?- cuestioné intentando no parecer molesto.

-No... dijo que quería no sé qué cosa porque no le preste mucha atención, pero vamos... es un adolescente, se vuelven locos con estas cosas, seguro pasará todo el sábado a la noche pegado a las instrucciones aprendiendo cómo usarlo- sonrió levantándose de su asiento.

-¿Algo más Señor Choi?- preguntó medio fastidiado.

-No, eso es todo- aseguré.

-Esta semana tendrá todo lo que ha pedido- afirmó.