My Cold Revenge Woosan Sanwoo

🧡 8 🧡

"...Aunque luzcan poderosos,

ninguno de nuestros fantasmas

resistirá que le

Sostengamos la mirada..."

Pov San

Aquella mañana de sábado, mientras Wooyoung ensayaba sus coreografías en el jardín, me dediqué a instalar las cámaras que me dijo Rain el día anterior que habían llegado.

No era algo complicado, pero sí que necesitaba hacerlo cuando nadie me viera.

Era un circuito de video cerrado, con la información e imágenes de las cámaras yendo directamente a mi teléfono.

Coloqué unas bien escondidas en la puerta del cuarto de Wooyoung y el pasillo que daba a esta, igualmente en su ventana enfocando toda la pared exterior.

Si alguien salía o entraba a su habitación desde cualquiera de los dos accesos, instantáneamente me sonaba una alarma y podría ver quién  era.

¿Por qué quería mantener en secreto la localización de las cámaras?, pues realmente no lo sabía, simplemente seguía una corazonada que días atrás me empezó a apretar con fuerza.

Y si algo aprendí en mis años de experiencia fue que a veces, el instinto tiene más certeza que el pensamiento y la razón.

Después de comer llegaron a la casa los amigos de Wooyoung, listos para pasar una tarde de piscina y risas.

Cuando ya estaban todos en el jardín, los chicos con sus respectivos guardaespaldas camuflados en una esquina, mi teléfono sonó.

-Yuta, ¿qué hay?- solté alegre

-No mucho, abre que estoy en la puerta y la seguridad no me deja pasar- bufó enojado.

-Voy- dije colgando la llamada.

Le pasé un brazo por los hombros empujándolo hacia el interior.

-¿Qué haces aquí?, pregunté curioso.

-Anoche me dejaste preocupado y vine a ver si seguías en pie- soltó riendo.

-Hierba mala nunca muere, ya lo sabes- afirmé suspirando.

-Pero bueno... ¿Te has montado una guardería?- preguntó sorprendido al ver a los chicos en la piscina.

-No te los mires mucho que son menores- gruñí-

-Mmm, pero crecen- afirmó guiñándome el ojo y haciendo un repaso minucioso a cada uno que reía en el agua.

-Vamos a hacer una mini fiesta- sugirió.

-Ni lo sueñes, no los vas a pervertir, son pequeños aún- aclaré.

-Solo una barbacoa, baile, sin alcohol, así te convertirás en el guardaespaldas guay, al menos comparado con los vejestorios esos que están ahí- dijo señalando el grupo de seguridad que estaban estáticos de pie analizando los alrededores.

-Está bien, le comento a Wooyoung a ver que dice- solté indiferente.

-¿Qué estás haciendo?- pregunté sorprendido viendo como se sacaba la camiseta y se dirigía a la piscina.

-Refrescarme, ¿tú qué crees?- sonrió ladino.

-Si claro... y presentarte- murmuré casi para mis adentros caminando hacia ellos, avergonzándome al ver como todos se quedaban admirando el torso de mi amigo.