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Nayeon se había quedado en la universidad para avanzar con los trabajos de otras materias que tenía pendiente, sin darse cuenta de que la hora pasaba rápido, miró la pantalla de su celular y notó que eran las 4 de la tarde y entonces notó que no había almorzado.

-Mierda, tengo hambre – tomó su teléfono y le escribió a Tzuyu y Jennie, pero ninguna respondió, probablemente seguían en sus clases. La pelinegra decidió caminar hasta el casino de la universidad para ver que podía comer.

El camino al casino la obliga pasar por el salón de medicina sí o sí, ingenuamente echó una rápida mirada hacia el interior del salón y se encontró con Mina aun revisando portafolios. Desde la distancia, Nayeon la observaba sin poder quitarle la mirada de encima. Tenía un rostro increíblemente moldeado, los lunares esparcidos por su piel estaban colocados en posiciones estratégicas - ¿Por qué haces que no pueda dejar de pensar en ti? Solo nos conocimos ayer – susurró en voz baja.

Después de hacer la fila por al menos 10 minutos, Nayeon tomó las dos bandejas de comida y se dirigió hacia el salón nuevamente. Cuando entró al salón Mina noto su presencia.

-¡Oh! Señorita Im ¿Qué la trae por acá? – a Nayeon le encantaría tener una respuesta para esa pregunta.

-Iba a almorzar y noté que usted seguía acá, pensé que probablemente no había almorzado.

-¿Y me compraste almuerzo? – Mina soltó el lápiz, cruzó sus piernas y bajó sus gafas – tierno.

-Lo... yo... lo siento.

-¿Ahora te pones nerviosa?

-No, no es eso.

-¿Entonces?

-¿Puedo bajar las bandejas? Siento que mis brazos comenzaron a temblar.

-¡Oh si, claro! – Nayeon colocó la bandeja frente a Mina.

-No me pone nerviosa, es sólo que... se me hace interesante – Mina sonrió sin darse cuenta – probablemente un montón de idiotas se lo dicen a menudo.

-¿Crees que no te ves como una idiota al venir a confesarme su amor?

-No es eso, es... la verdad se me hace interesante todo su trabajo. He seguido sus publicaciones desde algún un tiempo atrás, nunca creí que me daría clases, así que lo siento. No hago esto para tener mejores notas que el resto, porque no lo necesito.

-Confianza, vaya creí que no existía eso en usted.

-Hay muchas cosas que no sabemos la una de la otra, pero me gustaría aprender de usted, no puedo negarlo. Estoy muy feliz de que sea nuestra profesora, aunque sea exigente.

-Debo admitir que el portafolio que hicieron con Sana es de los mejores. Así que felicitaciones, espero puedan terminar de acá al viernes.

-Lo haremos no se preocupe.

-Aunque claro, si su compañera debe salir corriendo cada vez que el celular suena, será difícil.

-Fue una emergencia.

-Claro, claro que si – Mina comenzó a comer – esto está delicioso.

-Lo se ¿verdad?

-No tenía idea que la comida de la universidad era tan buena – Nayeon sonrió y Mina sintió una puntada en el centro de su estómago – gracias por el almuerzo, ni siquiera me había dado cuenta de que moría de hambre.

-De nada.

-Siéntate, comamos juntas.

-Sí, claro.

Entre dos MundosWhere stories live. Discover now