36.- Y los segundos serán los primeros...

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(N.A. Imaginen a los gaiteros escoceses... pero sin gaita, claro)

De pie al lado de Sirius; Severus tragó saliva, sus ojos dilatándose levemente. Evans estaba... hermoso, realmente hermoso. Las mejillas de Evans se sonrojaron levemente y sus ojos relucieron al captar la visión de su esposo tentadoramente envuelto en el clásico traje, que realzaba su figura habitualmente más desdibujada por las túnicas, enfatizando el ancho de sus hombros y la longitud de las piernas.

Severus llevaba sobre el pecho la triqueta de guirnalda de hiedra engarzando un zafiro estrella negro y verle lucir visiblemente la joya en que había puesto tanto esfuerzo le hizo sentirse muy satisfecho. Por un instante Severus se quedó sin palabras, hasta que avanzó un paso ofreciendo el brazo a su esposo, murmurando suavemente que estaba muy gallardo. Con una sonrisa, Evans besó la mejilla de su esposo, mientras Sirius susurraba algo en el oído de un espléndidamente acicalado Remus y jugueteaba con el pañuelo blanco de su bolsillo.

Avanzando en confortable silencio, recogieron a Jacob (que parecía sumamente incomodo en su traje) a Nessie, Seth y Leha. Los hermanos llevaban un conjunto completo de las vestimentas ceremoniales tradicionales de los quileutes, y Jacob miraba con ligera envidia los mocasines y la flexible vestimenta de gamuza. Pero una simple mirada a Nessie, vestida en un precioso vestido con corpiño de rojo terciopelo y ligera falda hasta los tobillos y cualquier duda sobre el traje volaba de su mente.

Se reunieron en la sala común de Slytherin con Draco también de traje, con Viktor vestido con una casaca tipo húsar de color negro sobre pantalón rojo, con galones y adornos dorados, y una corta capa negra forrada de rojo enganchada en un hombro. Millicent ya estaba en su brazo, vestida con una elegante versión del vestido (Gilda) de seda en azul medianoche. El impresionante escote del diseño original estaba dulcificado por una pechera y mangas de gasa salpicadas de diminutas piedrecitas. Fleur salió del dormitorio de Draco instantes después, ataviada en un etéreo conjunto ceñido solo a busto y talle, de seda y gasa en infinidad de tonos celeste, turquesa y blanco; y el rubito le ofreció gentilmente el brazo.

Toda la casa de la Serpiente estaba reunida en la sala común. Severus y Evans habían animado a sus alumnos a invitar como pareja al baile a los compañeros que no tenían la edad requerida para poder asistir sino era como acompañantes de alguien de mayor... hecha la ley... hecha la trampa. Pansy había tenido que resignarse a aceptar ir con uno de los de tercero cuando todos los posibles candidatos de su curso declinaron educadamente su nada velada insinuación.

En ordenado desfile; encabezado por Severus y Evans, seguidos de Fleur y Draco, Viktor y Millicent, los demás alumnos, Jacob y los suyos, y cerrado por Remus y Sirius; alcanzaron las puertas del Gran Comedor. Después de discutir con Crouch y Dumbledore, los segundos habían quedado exentos de abrir el baile, pero no de asistir a él.

Ron, presionado por Minerva, había acabado por pedirle a última hora a Hermione que fuera al baile con él. Era evidente que los dos estaban muy incómodos. La anticuada túnica de gala de Ron era... horrenda. De un color negro-marrón polvoriento y con chorreras de encaje en puños y cuello, le sentaba tan bien como a un santo dos pistolas. Era evidente que alguien había usado un hechizo de cambio de color, pero ni aun así.

Hermione había intentado domeñar su melena, pero su peinado no resultaba completamente acertado. Los falsos y rígidos tirabuzones parecían de escayola. Su vestido rosa lleno de volantes, encajes y lacitos tampoco era lo más favorecedor. Isabeau Florit llevaba un vestido princesa con cola en un delicado tono amarillo, e iba acompañada de un alumno de Durmstrang en el mismo uniforme militar que Viktor. Su moño italiano estaba repleto de alfileres enjoyados, todo rematado por una tiara.

Mientras aguardaban a las indicaciones de Minerva para entrar y dar por inaugurado el baile, el resto de alumnos e invitados terminó de entrar al Gran Comedor reconvertido en salón de baile. A un gesto de la bruja escocesa, formaron una fila: Ron y Hermione encabeza, seguidos de Isabeau y su acompañante. Según acordaron, dejaron un discreto espacio entre ellos y la siguiente pareja formada por Fleur y Draco, después Krum y Millicent, y finalmente cerrándola, Evans y Severus.

Una Pareja ImposibleWhere stories live. Discover now