🎸Capítulo Cinco

30.2K 3.1K 2.2K
                                    




I'll die anyway – girl in red

DESTINY

No se trataba más que de una pobre marioneta controlada por hilos disfrazados de notas musicales. Un ente cuyas emociones abandonaron su cuerpo hacía mucho y lo confirmaba por la vaga manera en que acariciaba las teclas. Cuando termino todos se dedicaron a alabarlo, pero yo no era una de ellos. Su mirada se encontró con la mía y junté mi entrecejo. No sabía por qué no había unido los puntos antes, era sobrino de Corinne y por supuesto que lo traería a sus clases. La pregunta era: ¿por qué? No era tan bueno, al menos, a mí no impresiono. 

La música no era nada si no hay un sentimiento detrás ella. 

Estaba de más decir que parecía estar escaso de ellos, y cuando se dio cuenta que no estaba formando parte de los elogios, sus ojos se entrecerraron en curiosidad. Me daba igual que se molestará por ello, no tenía por qué fingir que me había gustado. Corinne le agradeció por haber tocado, y continuo con la clase. Unas chicas que estaban sentadas en la fila de atrás no paraban de hablar de Mitchel. Ese era su nombre y, no se trataba de cualquier chico, era un cantante famoso.

Casi me brotó una risa tonta y quería abofetearme. ¿En serio había creído que ese chico iba a robarme? Lo poco que quedaba para que se terminase la clase no lo miré ni una vez. No tenía la cara, mi vergüenza era mucha y sentía su mirada sobre mí. ¿Y cómo fui capaz de saberlo? Es ese sexto sentido en el que sabes que te están viendo sin asegurarte de ello. Mis manos se apretujaban contra la tela de mis jeans y las ganas de volverme hacia él y gritarle que se detuviese eran inmensas. 

¿No tenía algo mejor que hacer? Quizá estaba actuando de manera paranoica y solo miraba a las chicas de atrás. Me mordí el labio inferior de la parte del centro de los nervios e inhalé con profundidad. A lo mejor estaba planeando un plan para avergonzarme delante de todos por la forma en la que actué. Fue por eso que al finalizar la clase no lo pensé dos veces en tomar la mochila y salir con prisa del salón. Mis pies daban grandes zancadas mientras atravesaba el pasillo con la enorme cantidad de alumnos.

Entonces mis ojos lo visualizaron a lo lejos ocasionando que mi corazón aleteara con rapidez. Garret Fitz. Su mano sujetaba la de Janessa mientras ella se reía de algo que él había dicho. Sentí mi andar ralentizarse hasta detenerme por completo y sujetar con fuerza una de las tiras de mi mochila. Sus mechones rizados de color castaño rubio caían perezosamente por su rostro y la camisa polo no hacía más que resaltar el azul de sus ojos. Antes de que alguno de los dos me viese me di la vuelta buscando irme por otro pasillo. Las lágrimas se acumularon en mis ojos y con el dorso de mi mano las limpié. 

Era injusto que reaccionara de aquella forma cuando yo era la que había decidido ponerle un punto final a nuestra relación. Aunque no podía culparme del todo, porque él no había esperado ni una semana para correr a sus brazos y hacerme sentir como si lo hubiese estado esperando. Era una ilusa, ¿qué esperaba? Garret era uno de los chicos del equipo de Lacrosse y todas las chicas se derretían por ellos. Fui quien les dejó el camino libre a todas ellas para tener una oportunidad, una que no creí que tuviesen, porque pensé que me quería de la misma forma que yo a él.

No es que hubiese cambiado de opinión, seguía creyendo que lo mejor era mantenerlo alejado, aunque lo extrañara. No volveríamos a ir al skater park, y luego comer a Pann's. Todo lo que habíamos pasado no sería más que un doloroso recuerdo. ¿Alguna vez se supera al primer amor? Él se había adueñado de todas mis primeras veces y ocasionando dejar una huella permanente en mi corazón. Las fuertes ganas de detestarlo para olvidarlo de una vez por todas eran grandes. ¿Era ingenua por pensar que eso era posible? No me debía nada, tenía derecho de seguir con su vida, solo que dolía demasiado. 

No olvides mi voz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora