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— ¡ Esos chicos son demonios!— Le gritó Steven a su mentor, un señor de 65 años de cabellera totalmente platinada.— ¡ mira como me dejó la cara!

— Calma Steven.¿ Qué información pudiste conseguir de los chicos?

— Lo que dije anteriormente.— dijo en un tono de voz como si fuera algo obvio.

— Se profesional.— le reprendió el maestro calmadamente y esperó a que su pupilo respondiera.

Simon se quedó pensativo unos minutos.— creo que Simon tiene borderline, es inestable emocionalmente y en su conducta. Es lo que he visto hasta ahora pero es muy difícil saber cómo actuará; puede también que consuma drogas. Katie y George dan signos de sufrir trastorno de personalidad ezquizoide; no les interesa socializar con otros y les gustan hacer actividades en solitario. Los peores son un adolescente de apellido Donaldson es casi seguro que tiene   Trastorno de negativismo desafiante; es hostil, desafiante, se enoja con facilidad y es rencoroso. La peor de todos es una de cabello tan naranja como una zanahoria. No muestra  signos de enfermedad pero es rebelde, me odia, hostil y lo más peligroso: es muy buena manipulando a otros. Consiguió frenar una pelea de Donaldson sin recibir un solo golpe. Aunque siempre están peleando tienen un tipo de conexión es como si el chico fuera su marioneta, hace todo lo que dice. Esos dos juntos son peligrosos. Sinceramente doctor.— caminó hacia la ventana empañada por la lluvia.— Siento temor cerca de esos dos chicos.

— Esos chicos necesitan ayuda y por algo fuiste el mejor de tu clase.Dijiste que la jovencita manipula¿ No sabes su nombre?

— No, esa chiquilla de ojos azules y cabello rojizo ni una vez dijo su nombre.

El doctor de mayor experiencia se removió en su asiento algo preocupado. Una vez había conocido a alguien con esas extrañas características físicas . La posibilidad de que sea la misma persona es baja pero si se trata de ella le daría serios problemas.

.......

—¿¡ Quién de ustedes fue?!¡ Solo salí un momento y mira lo que hicieron!— levantó su maletín: está abierto completamente, de una punta a otra cortado con una navaja.

Ninguno dijo nada durante unos minutos.

Mara se puso de pie y caminó lentamente hacia el doctor, se puso de puntillas y le dijo al oído:“ Seguramente has visto muchas películas de mafia entonces sabrás que dejan una advertencia cuando otra banda se mete en territorio ajeno”— caminó hacia su asiento y comenzó a jugar con una navaja suiza.

Trenton no se molestó en entrar al salón. Se quedó en el silencioso pasillo con un cigarrillo en encendido en su mano. No es que sea adicto a la nicotina pero uno de vez en cuando no está nada mal es su idiosincrasia. Hoy no tiene ganas de pelear y, siendo Trenton Donaldson es muy raro que no tenga ganas de pelear. Se quedó en  el comedor a la espera de Mara; hoy solo se quedaría admirando su belleza  en silencio.

Pasaron unos cuantos minutos y sonó la campana del horario de almuerzo lo que significa que su enemigo ,por así decirlo aparecería; demasiado rubio, rodeado por demasiada gente, demasiado popular, demasiado perfecto para su gusto.

— Miren quien está aquí: mi criminal favorito.

— Ya dejalo rubia oxigenada no estoy para pelear hoy. Mejor ve a practicar con tus compañeras las porristas, usa un short debajo de la falda o no querías que los machotes del equipo te miren las bragas.

El rubio está molesto. Es humillante lo que Trent le dijo pero sabe exactamente por donde tocar.— Muy gracioso Trenton. Eres idéntico a tu padre... Deberías mandarle mis saludos cuando entres a prisión...— se encogió de hombros— a lo mejor compartan celda.

Donaldson está furioso. El rubio le recordó algo que odia: es idéntico a su padre (físicamente) pero se prometió a si mismo no acabar en prisión. Ahora si tenía ganas de dejar a la rubia sin dientes.

¡ Matalo!— le repite su subconsciente pero eso es ilegal... Pero dejarlo casi muerto no. Tenía que admitirlo aunque la voz de su cabeza no es real a veces se le ocurrían ideas buenísimas.

Dejó la manzana sobre la mesa , agarró la bandeja y le dió con esta en el rostro aturdiendo al capitán del equipo de fútbol, lo golpeó en el estómago , lo pateó, y lo zarandeó como si fuera un pañuelo.

Los profesores no tardaron en llegar al igual que el resto de los estudiantes entre ellos Mara que solo siguió su camino y se sentó en uno de los asientos del fondo para disfrutar de su almuerzo mientras veía la pelea.

Costó mucho separar a Trenton de su oponente que, en ningún momento tuvo la oportunidad de defenderse. Lo dejó echo añicos y sangraba mucho en cambio las únicas heridas del castaño fueron en sus nudillos. Los profesores no se tomaron la molestia en reprender a Donaldson pues ya habían intentado todos los castigos posibles: detención, suspensión y golpearlo en los pies con una regla de madera y ninguno había echo que el chico entrara en razón . Los profesores lo saben, el resto de los estudiantes también e incluso él mismo, no tiene remedio pero no pueden expulsarlo, además de ser una escuela pública tienen la obligación de ayudar a estudiantes problemáticos pero como suele pasar, no cumplen con ella.

El de orbes verdes limpio la sangre que está en sus manos en el abrigo de la víctima. Sabe que Mara ya está en el comedor... intuición tal vez ahora solo quedaba encontrarla.

Miró a su alrededor y la encontró : sentada en una mesa cerca de la cocina comiendo con una tranquilidad envidiable para el resto de los presentes que están inquietos.  Se sentó a unas mesas de distancia y se quedó observandola.  En su cabeza siempre ronda la pregunta “¿ Cómo puede ser tan hermosa y tóxica a la vez?”  La conocía de antes ;aunque es lógico el que ella no se acuerde de él, había cambiado.

Ella lo odia y para él no hay nada más divertido que molestarla. Es como ver una bomba explotar a pesar de que nunca perdía los estribos, no nunca. Eso sería la nueva tarea del chico.

Haré que pierda los estribos y veré qué pasa.— pensó.

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Queridos lectores cometí un pequeño error Trent si tiene los ojos verdes.

El club de los incomprendidos Where stories live. Discover now