35: No Me Dejes Por Favor...

504 48 6
                                    

El pelirrosa comenzó a paniquear. No podía imaginarse a esa preciosa pareja rompiendo delante de sus narices. Tres años duraron y él recordaba como esos dos chicos se miraban con todavía brillo en los ojos, se sonreían como bobos enamorados, porque eso era lo que eran: unos enamorados que aparte eran bobos

Jaehyun se había acostumbrado a verlos juntos, dándose cortos besos, cogidos de la mano mientras caminan por toda la facultad, hablandose por teléfono, e insultandose de forma cariñosa sabiendo que se quieren. Ya no podía imaginarse una vida sin esos dos juntos.
Era parte de su rutina verlos juntos.

Ademas sabía lo duro que sería superar eso. Él podía ver en el futuro a su mejor amigo llorando porque su preciosa relación con el bajo ha terminado. Y a Hongjoong, lo notaría apagado y distante con los dos. Seguramente ni les saludaria y evitaría todo tipo de contacto con Jae y Song porque sabría que se pondría a llorar como viera al pelinaranja.

Jaehyun jamás vio a Kim triste y apagado, así que de tan solo imaginarselo prefiere no hacerlo. Prefiere ahorrarse ver esas escenas que se formaban en su cerebro y prefería evitar esa ruptura.

Cerca de él sólo tenía a dos amigos: Mingi y Hongjoong. Ellos dos eran novios. Ahora, si ellos dos terminaban, se alejarían del otro para evitar conversaciones incómodas, y eso haría que el pelirrosa quedara solo, lo que definitivamente le volvería loco.

¡Tendría que estar un día con el alto y otro día con el rubio! Eso sería estresante.

Si rompían, la bonita amistad que tenían esos tres se iría a la mierda. Esa bonita amistad había durado seis años, ¡seis años! ¡No podía dejar que todos se alejen de cada uno solo por una ruptura amorosa!

-- ¡Jaehyun! -- gritó el mayor por decimoquinta vez.

Su amigo se había quedado mirando a la nada durante diez malditos minutos. Le había llamado ocho veces y el contrario no respondió, así que decidió alzar su voz, pero nada, su mejor amigo seguía pasmado. Seguía mirando el suelo como si le estuvieran entrando recuerdos a la cabeza. Que era lo que en realidad estaba sucediendo.

También optó por sacudirle, pero seguía sin hacer efecto. ¿Su amigo había muerto vivo? Incluso le golpeó en el hombro. Ahí ya casi le da un ataque al corazón. Pensaba de verdad que su amigo se había muerto por comerse una patata frita.

Al pensar en ese producto fue a la cocina tan rápido como pudo para echarle un vistazo a la bolsa que contenía ese alimento. ¿Tenía veneno o algo y no se había enterado? No, releyó tres veces el paquete entero pero no, no tenía ni droga ni veneno.

A continuación volvió al salón con preocupación. El de hebras rosas seguía sentado con cara pálida y mirando a la nada mientras mantenía esa patata en su mano, sin ser mordida. Estaba completamente inmóvil, como si le hubieran atado.

Sacudió su mano en frente de los ojos del bajo, pero no funcionaba nada. Song hasta tuvo pensado llamar a la ambulancia o algún hospital pero pensó que estaba exagerando al segundo que vino esa idea a su cabeza.

Decidió probar una vez más, gritándole al oído a Jeong. Al fin éste reaccionó y parpadeó perplejo sin saber si estaba en marte o en la Tierra, o si estaba en el pasado o en el presente. Sus músculos al fin se activaron sin darse cuenta todo el tiempo que estuvieron totalmente apagados.

Claro que ese grito le había tanto molestado como irritado. ¡Su mejor amigo le había gritado en el oído! Y ni siquiera sabía por qué.

Después de haber parpadeado varias veces confuso, reaccionó (bastante tarde) al pitido que pronto apareció en su oído derecho. Frunció su ceño y masajeó la oreja afectada como si eso ayudase a calmar el dolor dentro de ésta.

~Sugar Daddy~ -Jaeyong- {Taeyong x Jaehyun} NCT Where stories live. Discover now