27: "Prestame Atención"

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A decir verdad, pasó una semana desde que el menor venía a esa casa por la mañana y se iba en la noche. Y tenía razón, esos días fueron un infierno. Si lo hubiera sabido, se hubiera preparado mejor para este tipo de vida junto al mayor.

Le costaba mucho levantarse a una hora que no era la habitual de las siete. Ahora debía levantarse más temprano para ir a la mansión del pelirrojo y tal y como prometió, prepararle sus pancakes.

Aparte de eso, luego tenía que hacer su tarea en una habitación que no fuese el salón debido a que no quería molestar a la sirvienta a hacer su trabajo.

Pero por otro lado, era insoportable convivir von su Sugar Daddy. No entiende como pudo tomar una decisión así, suponía que para ese entonces no sabía lo que decía.

Si os preguntáis que era eso tan insoportable, primeramente, Taeyong no dejaba de ser un pervertido (como siempre), pero en serio Jaehyun no podía aguantarlo. Un beso si podía aguantarlo, se había hecho hasta como una rutina, pero el hecho de que Lee le pida todos los días dejar tocarle, era un tanto vergonzoso

Y vale, admitamos que al final eso sí pasó. Fue masturbado dos veces más, por ahora, y tenía miedo de que volviese a ocurrir.

No es que no le gustase, al contrario, como saben, le encantaba. Pero le sacaba de quicio que Taeyong no le dejase terminar. Eso era claramente una forma de torturarle. Su pregunta ahora era, ¿acaso se merecía ese tipo de tortura? ¿Era algún tipo de venganza?

Y bien que fue toqueteado dos días seguidos, pero los siguientes fueron más aburridos. No pasó nada especial. Trabajo que tenía que hacer el mayor y tarea que tenía que hacer el menor.

Bien, ahora, ¿por qué ese tal infierno?

Ese era el problema, ya que Jaehyun era un chico inteligente, solía acabar su tarea rápido pero cuando esto ocurría no tenía nada más que hacer. Su mayor a esas horas seguía trabajando en no sabe donde y él en cambio no tenía nada más que hacer. Esperar no le parecía una opción entretenida.

La mayoría de veces recurría a su móvil y revisaba un poco sus redes sociales, pero nada más que fuese del otro mundo.

El alto hasta le había prohibido limpiar o ayudar a hacer las labores de casa.

De vez en cuando podía charlar con la baja sirvienta Seo. Pero no solía pasar los quince minutos de tiempo cuando la mujer tenía que volver al trabajo. Y justo en ese instante el buen humor del pelirrosa se esfumaba de nuevo, y se volvía a hundir en ese blando sofá lleno de aburrimiento.

La mujer era agradable y amable y cuando solía hablar con ella el tiempo pasaba volando.

A veces la mujer preguntaba sobre cómo iba con Taeyong o hablaba de temas algo incómodos, pero poco le importaba eso al de hebras rosas pastel.

En fin, que Jae necesitaba alguien con quien hablar. No, necesitaba la atención de su mayor.
Y mira que solo había pasado una semana.

La puerta principal se abrió y escuchar aquel sonido hizo que Jaehyun saltara del sofá y se alegrase. ¡Al fin Lee había llegado! Aunque ahora que se daba cuenta había llegado media hora antes. ¿Había pasado algo?
La respuesta era sí.

Al pelirrojo se le notaba malhumorado y cansado, al igual que todos los días. Pese a ese humor, por alguna razón sonreía alegremente cuando Jaehyun se le acercaba. El chico se sentía como un amuleto de la felicidad. Si es que eso existía de verdad. Sin embargo esta vez fue diferente porque ni se había inmutado en que Jeong estaba allí.

La primera en acercarse al más alto fue la sirvienta Seo, quien le ayudó a Taeyong a quitarse el abrigo y colgarlo en el perchero. Solía hacer cosas así cuando se notaba que no estaba del todo alegre.

~Sugar Daddy~ -Jaeyong- {Taeyong x Jaehyun} NCT Donde viven las historias. Descúbrelo ahora