49.- ¿Cuánto más aguantaríamos? (Ayra Sparks)

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- Insisto en que es igual a mí - Repetía Sirius con notable emoción mientras con una delicadeza extrema, cargaba entre sus brazos al pequeño Harry. Su rostro tenía una felicidad inigualable cada vez que estaba junto a él.

El bebé, era james en miniatura, pero con la respingada nariz y la tes de piel de mi amiga. ¿Y los ojos? Ya sabríamos cuando tome su color definitivo ya que por ahora solo eran grises, un motivo más por lo que Sirius argumentaba. 

- ¿En qué podría parecerse a ti MI hijo? - Le reclamaba James, recalcando notoriamente el 'mi'.

- Yo creo que le falta aumento a esos lentes, Prongs - Rebatió Sirius - Es igualito a mí. Eres igual al tío Sirius ¿verdad, Harry? - Le habló lo último con voz mimosa al bebé.

- Ayra - James me miró serio - Dale un hijo antes de que se termine robando al mío.

Reí, sin tomar en serio sus palabras.

- Harry se lleva tan bien con Sirius - Me susurró Lily bajito. - Se calma aún más que con James -Creo que serán cómplices para toda la vida.

Nos encontrábamos reunidos  en la habitación de Harry. El bebé de mis amigos había nacido hace un poco más de un mes y pesar de ser prematuro de casi un mes, se encontraba en perfectas condiciones. Harry era la definición de alegría y luz en este tiempo de caos y oscuridad. 

- ¿Tú estás bien? - Le pregunté a mi amiga - ¿Necesitas algo? Se que toda la atención se nos va automáticamente a Harry pero... te ves cansada, amiga, necesitas atención tu también.

Ella negó con una sonrisa. Estaba con pijama y bata. Lucía ojeras, al igual que James. Al parecer, tener un bebe era despedirse de un sueño tranquilo y reparador. 

- Bathilda me preparó un té con canela que me recompuso mucho - Me sonrió - Se ha preocupado mucho de Harry también. 

Ambas salimos de la habitación en silencio, mientras de fondo se escuchaban a Sirius y James aún discutir pero ahora entre susurros ya que Harry se había dormido en brazos de Black.

- También me gustaría mucho poder ayudarte con el bebé, Lily - Le comenté triste - Pero sabes que la Orden no nos deja tiempo libre. No es precisamente de ésta manera como me imaginaba que sería mi rol de tía.

- Creo que nadie se imaginaba nada de lo que está sucediendo en estas condiciones 

- Lo sé - Me sonrió - Tu y Sirius no tienen que excusarse. Es una suerte que Dumbledore les haya dado turno para venir a patrullarnos. Así podemos vernos.

- Y creo que será todo el tiempo que podamos vernos - La miré triste - Todo esto está cada vez más difícil. Deberías ver el movimiento que provoca las patrullas para ustedes y para los Longbottom.

La expresión de Lily cambió totalmente a una más sombría. Dio el parecer de que mi amiga ganó diez años de edad en un segundo.

- Discúlpame - Me apresuré a decir - Soy una estúpida, se que no debemos tocar el tema y...

- Descuida - Me interrumpió suspirando agotada y se sentó en su cama. Habíamos atravesado el pasillo que separaba la habitación de Harry de la de sus padres. - Hay que aceptar la realidad de las cosas. ¿Cómo está Alice?

- Dichosa con Neville... - Sonreí levemente - Pero no puede dejar la preocupación constante de lado.

- Por un instante todo fue perfecto ¿Sabes? - Sonrió nostálgica reviviendo un recuerdo - Tu y Sirius apareciendo con vida y Harry nacería un mes después, dejándolo finalmente fuera de la profecía pero entonces...

Tomé una de sus manos entre las mías, tratando de transmitirle algo de tranquilidad.

- Las cosas pasan por algo, Lily. Y si Harry es de quien la profecía habla... te aseguro que hará un mejor trabajo del que pensamos. Nos salvará y todo será tranquilo nuevamente - Me acerqué a ella y la besé en la frente - Aprovecha que estamos aquí y que a Harry le gusta estar con Sirius y tú duerme un poco. Esas ojeras no te sientan bien.

MERODEADORES: Historias de amor y guerra.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang