19.- La verdad. (June Mills)

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- ¡Remus! - Le grité desesperada, ya sin saber qué más hacer. ¿Por qué no podía contarme? ¿Qué demonios estaba ocultando? - ¡Dime algo, Remus! ¡No te quedes callado! - Lo empujé, ya no sabía si gritarle o golpearlo.

- June... - Me miró temeroso - June...

- ¡Habla! - Le grité aburrida de sus balbuceos.

- June debemos terminar.

Al fin había dicho una frase concreta y no era ni cerca de lo que quería escuchar.

Sentí presión en mis oídos y frío en mi estómago...

- ¿Qué? - Logré articular después de unos segundos -¿¡QUÉ!? - Grité tan fuerte que mi garganta sufrió las consecuencias.

- ¡No puedo seguir esta relación si se basa en un engaño!

- ¿Un engaño? ¿Un engaño, Lupin? ¡Ponte los pantalones de una vez por todas y dime la verdad! - Mi cara parecía que explotaría del calor acumulado por la rabia y las ganas contenidas de llorar - ¡HAZTE HOMBRE Y DIME QUÉ DEMONIOS PASA CONTIGO QUE ES TAN TERRIBLE!

- ¡No puedo! - Se alejó y comenzó a dar vueltas - ¡No puedo arriesgarme a que no lo aceptes... o aún peor. Que lo aceptaras y yo... ¡Yo sería un peligro para ti!

- ¿Un peligro? ¡Hemos estado juntos por meses! ¡POR MESES! ¿Me ves dañada físicamente?

- ¡June no lo entiendes!

- ¡PARA DE DECIR QUE NO LO ENTIENDO! - Comencé a llorar sin poder reprimirme más Deja de poner la culpa sobre mí! ¡Eres un cobarde, Remus Lupin! ¡Un maldito cobarde!

- ¡June! - Se acercó a mí, tocando mi brazo pero en respuesta tomé impulso y le di una cachetada.

- ¡No me toques! - Me quité el anillo y se lo arrojé - No quiero nada tuyo, no quiero nada que me recuerde a ti, Lupin - Le escupí las palabras con rabia contenida - Lo nuestro es pasado, y siempre fue un error. Desde un principio.

Sentí como mi corazón se quebró al dejar salir esas palabras.

- ¡No! - Volvió a acercarse a mí y sujetó mis manos con fuerza - ¡Jamás fue un error!

- ¡Suéltame! - Traté de que dejara libre mis manos pero no lo hizo - ¡¿Qué quieres de mí ahora, Remus?! ¡Ya terminaste conmigo! ¡Déjame ir!

- ¡No quiero que estés así! ¡No por mi culpa!

- Oh, pues lamento decírtelo ¡pero es por tu maldita culpa! ¡Siempre ha sido tu maldita culpa!- Lo empujé con fuerza y él me miró sombrío - Has terminado de romperme por dentro, Remus. Ahora déjame.

Me giré y corrí a mi habitación.

Gracias a Merlín, ninguna de mis compañeras de habitación estaba aquella noche, así que podría llorar hasta secarme por completo.

Jamás me había sentido más sola y mal como en aquel momento: mis mejores amigas y mi novio, todos me habían traicionado... ¿Es que yo no significada nada para ellos? ¿La amistad y el amor que teníamos era algo para ellos?

El siguiente día fue el más largo de mi vida. Me aprendí con lujos cada detalle en el techo de mi habitación. Me obligué a dormir lo más que pude, incluso durante la tarde. Necesitaba que el tiempo avanzara, tal vez así conseguiría sentirme mejor.

Pensé fallidamente que por milagro Remus aparecería por la puerta, discutiríamos pero decidiría que lo nuestro era más importante que todo y me contaría la verdad... pero como deben suponer, eso jamás sucedió.

MERODEADORES: Historias de amor y guerra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora