Sujetaba la mano de Regulus más firme que a nada antes en mi vida. Me sentía mareada por tantas emociones y pensamientos fugaces mientras caminábamos por un andrajoso pasadizo que nos llevaba fuera de Hogwarts. Cinco Slytherin más nos seguían los talones a resoplones.
Nadie hablaba.
Luego de casi una hora de caminata empinada y obscura, salimos al fin a un lugar con luz. Mis ojos tardaron unos segundos a acostumbrarse, para luego divisar un espacio que no había visto jamás.
- Aquí nos separamos – Habló Regulus por fin y yo sentí un miedo repentino crecer dentro de mí. Separarnos no era parte de mi plan... ¿Había algún plan?
- ¿Separarnos? – Preguntó en voz alta, un chico rubio de Slytherin con que el que nunca había hablado antes – Dijiste que tenías un plan.
- Y no los he engañado – Respondió Regulus con naturalidad, buscando algo con la mirada en el lugar – Les dije que los sacaría de Hogwarts y eso ya está hecho. ¿O acaso quieren que los vaya a dejar a la puerta de sus casas a cada uno? – Se burló bajo las quejas de sus compañeros y me miró despreocupado- ¿Lista?
- ¿Lista para qué exactamente? – la voz me tembló levemente.
- Tú te vas conmigo – Me sonrió de lado y con un gesto de mano se despidió de los otros chicos de la casa de la serpiente - ¿No pensaste que iba a dejarte sola o sí? - Me miró burlón.
Negué avergonzada pero ampliamente más relajada.
- ¿Qué... hacemos? – Le pregunté mientras lo veía avanzar con la mirada baja pero atento a algo- ¿Qué buscas?
Por toda respuesta volvió a sonreírme y continuó con su búsqueda. Me sentí algo boba pero no volví a preguntarle.
Mi corazón se fue calmando a medida que los minutos pasaban. Mi mente se acostumbró a la idea de que había escapado de Hogwarts con mi novio para evitar un ataque a Hogwarts de mortífagos que planeaban asesinar a sangre fría.
- ¿Hace cuánto planeabas esto? - Hablé luego de un par de minutos de silencio - La huida. – expliqué - ¿Tus padres saben de todo esto?
- ¡Aquí está! - Exclamó indicando un viejo libro que se encontraba a un par de pies de distancia y luego me miró - Lo planeaba hace mucho. Y si, mis padres lo saben - Se acercó a mí y depositó un pequeño beso en mis labios - Ellos saben que estoy hecho para cosas mucho más grandes que Hogwarts - Sonrió de lado y tomó mi mano acercándome al libro. - A la cuenta de tres lo tomaremos al mismo tiempo.
- ¿Es un traslador? - Miré con curiosidad el objeto.
- Exactamente, conejito. Nos llevará a casa de mis padres.
Me mordí el interior del labio inferior con nerviosismo y duda. Había escuchado una infinidad de veces a Sirius hablar de su familia y de su forma de ser con él y con los demás; siempre creyendo ser superiores, mirando a todo el mundo por sobre su hombro y discriminando... ¿Realmente pensaba Regulus que era una buena idea llevarme con ellos?
- ¿Tus padres saben que... yo voy contigo? - Lo miré temerosa.
Regulus rodó los ojos y rió.
- ¿Vienes conmigo o no? - Me miró con la mano extendida. – Confía en mí.
- Si, voy - Tomé su mano firme.
- Muy bien, agáchate conmigo - Le hice caso - Ahora, a la cuenta de tres sujetaremos el libro ¿Sí? - Asentí - Uno... dos... dos y tres cuartos...
- ¡Reg!
- ¡Tres! - Dijo entre risas y juntos tomamos el traslador.
Un jalón fuerte desde el estómago y todo comenzó a dar vueltas de una manera escandalosa. Firme a la mano de Regulus no abrí los ojos hasta que mis pies tocaron suelo y él me tomó de la cintura para no caer el piso estrepitosamente.
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MERODEADORES: Historias de amor y guerra.
FanfictionCuando Voldemort estaba casi en su apogeo, nuestros Merodeadores, Lily Evans, Ayra Sparks y June Mills estaban en su último año en Hogwarts; Es el momento de estrechar y deshacer lazos, elegir un bando y prepararse para la primera guerra mágica. Ya...