10. Nuevos rostros

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Sarah

¡Hoy era el día! Estaba muy nerviosa para la prueba. Pero, debo de estar lo más concentrada posible, si quiero conseguir un trabajo en alguna de las empresas.

Me levante como normalmente lo hago y desperté a mi hermana pequeña. Hice mi rutina diaria y fui a preparar el desayuno. Unos minutos después, se escucharon los pasos apresurados de Charlotte.

—Buenos días— dijo animada a la vez que se sentaba en la mesa para comer su desayuno, lo hacia de manera apresurada.

—Buenos días— le contesté.

Ella siguió comiendo y no tardó mucho en acabar.

—Vamos— se paró de su asiento con una radiante sonrisa en la cara.—¡Vamos!— grito con emoción, mientras daba saltitos—Tenemos que ver a Chris—hizo un puchero.

Con que era eso.

—Chris, no está— cambio su actitud a uno de disgusto— Se fue a California para checar unos documentos de su anterior universidad—le expliqué.

Cruzó sus brazos sobre el pecho, molesta— ¿Porqué no me lo dijo?—replicó.

—Estaba apresurado, es todo— dije como excusa. Me miro con duda y fue por su mochila para irnos.

—Esta bien— dijo a regañadientes, ya preparada con su mochila.

Si, que es dificil tratar con ella.

Después, de dejar a mi hermana a la escuela.Fui directamente a la universidad. Caminaba lentamente para poder calmar mi nervios y mis ansias, que me carcomían.

Al llegar, habían muchos estudiantes de diferentes carreras platicando en el auditorio. La mayoría eran los candidatos para la prueba que se haría por los dueños de las compañias automotrices. Solo de pensarlo me daba escalofríos.

Decidí salir del mar de gente que había para ir al baño, ya que todavía quedaba tiempo para que empezara la prueba. Así podría calmarme un poco e ir mejor preparada. Al ya estar calmada, me fije que ya era la hora. Salí apurada del baño, apunto de chocar con una persona. Por suerte, pude estabilizarme antes de chocar.

Tenía mis manos en las rodillas para recuperar fuerzas y mi vista era hacia el suelo. Cuando, levante mi vista para pedir disculpas a la persona que tenía enfrente. No salió ninguna palabra de mi boca.

Una chica de ojos azules fríos y secos, se encontraba enfrente de mi. Ella es realmente atractiva, pero su postura era rigida y autoritaria. Sabía que era de mi misma edad, pero ¿porqué me sentía tan inferior? Además, nunca la habia visto por la universidad y su vestimenta era de gala.

La chica solamente esperaba a que me quitara o que dijiera algo. O ninguna, porque parecía indiferente a mi.

—Yo...lo siento...—su fría mirada se enfocó en mi—No te había visto por aquí..., por eso...estoy un poco impresionada—dije lo primero que se me ocurrió. Aunque, ha decir verdad estaba impactada por su presencia.

Ella solo se quedo callada. Con torpeza, me quite de la entrada del baño para dejarla pasar. Se quedó unos segundos más para mirarme fijamente. Después, pasó de largo de lado de mi, sin decir alguna palabra.

Me quede atontada, por lo que tarde unos segundos en volver a la normalidad para dirigirme de nuevo al auditorio.

Eso fue extraño e intimidante.

—¡Sarah!—levante mi vista para encontrame con Sabrina corriendo a toda velocidad, mientras agitaba la mano. No tardó en llegar a donde me encontraba.— Te he estado llamando ¿Dónde estabas?— dijo un poco irritada.

—Lo siento. Estaba en el baño y me econtre con una persona extraña— le expliqué.

—¿Extraña?—frunció el ceño.

—Si— pense en como describirla— Era una chica que nunca había visto en la universidad. Iba muy elegante y mostraba mucha autoridad e indiferencia a su alrededor—dije.

—¡Oye!— me agarró de los hombros— ¿Y si era la prometida de Zack Muller?— me miro expectante.

—No, es imposible—dije inmediatamente— Estoy segura que era de nuestra misma edad.

—¿Segura?— asentí— Bueno, si estás tan segura de que es de nuestra edad. Supongo que tienes razón—vio hacia el escenario—¡Ya va empezar!—tomó mi mano y me empezó a dirigir hacia el escenario. Yo caminaba con dificultad, ya que chocaba con varias personas.

Conseguimos quedar cerca. Sabrina soltó mi mano para prestar atención. Debido a que, se encontraban los dueños de ambas empresas, Zack y Lorraine. El público empezó a guardar silencio.

—Me da gustó de ver a tanta gente interesada en nuestras empresas—dijo Zack mirando al público. Nuestras miradas se encontraron y me saludó con una pequeña sonrisa. La gente que estaba cerca, comenzó a voltear a su alrededor a causa del gesto. Desvíe la mirada avergonzada.

—¿No miró hacia acá?— me preguntó mi amiga. Al hacer contactó visual, evite su mirada—¿Lo...conoces?— abrió mucho los ojos—¡¿Cómo es...— le tape la boca antes de hablara de más.

Si, que me conoce bien.

—Es una larga historia, después te cuento— dije en tono de suplica. Ella asintió rendida.

—Bueno, es hora de presentarles a mi prometida— Zack miró hacia atrás para comprobar algo— Les presentó a Melody Crust— señalo con la mirada a la misma chica, que me habia encontrado antes. Se posicionó de lado de él.

—Es ella...— musite sin creérmelo.

—¿La que te encontraste antes?—me preguntó mi amiga.

—Sí

—Tienes razón parece de nuestra edad. Pero, su actitud es muy madura. No puedo creer que sea ella.

No parece la única, porque la gente a nuestro alrededor parecía desconcertada e inquieta.

—¿No es de nuestra edad?— decía una persona que tenía a lado.

—Es guapa ¿pero no crees que su actitud es algo engreída?

—¿En serio es su prometida?

Varias preguntas surgieron entre la audiencia.

Lorraine parecía ofendida, se notaba en su rostro tenso. Aunque, relajo su gesto y tomó el micrófono para hablar.

—No había presentado mi esposo ante el público, debido a la privacidad de la empresa y razones confidenciales—dijo. Cerro los ojos por un momento para sonreír de forma orgullosa— Les presentó a Mark Crowley, mi esposo.

Salió un chico alto con un aspecto serio y tranquilo. Su cabello era castaño y rizado; y sus ojos eran verdes. Y también, era de la misma edad que nosotros.

¿Qué pasa con todo esto?. De verdad, estaba muy descocertada con la situación.

Al estar las dos parejas posesionadas, se sintio un gran cambio en el ambiente. Estaban tensos, serios y se miraban de una manera aterradora. Sabía que eran rivales las empresas, pero nunca imagine que fuera tan sombría la competividad.

Ojalá que pudiera retractarme de hacer la prueba.

Nunca Seré Como EllasWhere stories live. Discover now