Prólogo

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Había llegado apenas unos minutos al departamento, mientras que esperaba al trio.

—Maestr...—antes de que llegara a abrazarme el chango, estampe mi puño en su cara. Y así, es como comienza mi primera misión más importante de mi trabajo. Me han enviado a esta misión ¡si soy la directora de California!. Pero, quien lo decidió fue el presidente de la agencia, en conclusión mi superior.

Y para terminar tuvieron que ser el trio de idiotas quienes me estaban acompañando. Esto no habría pasado sino les hubiera enseñado a pelear y que ellos decidieran entrar en la misma compañía que yo. Me sigo arrepintiendo.

Cuando ya llegaron los dos que faltaban. Nos metimos en nuestros respectivos departamentos. Ellos tres se quedarían juntos en uno y yo en el que está abajo. Así viviremos por un año.

Esto se decidió por el presidente, ya que soy la más joven. También, la primer mujer que es directora en la compañía. Y porque, sólo faltaba un año para que acabará mi carrera de ingeniera en sistemas. Por lo que, se le ocurrió al grandioso presidente mandarme a estudiar mi último año de universidad aquí y enviarme con este trio. Porque son de los más jóvenes, son infantiles y sería difícil para que los descubrieran en la misión.

Termine de meter mis maletas en el departamento para salir con el trio e ir con el director de Seattle. Sólo nos dieron un coche. Por lo que, tendríamos que compartirlo. Fui directamente al asiento de conductor, Jake de copiloto y los otros dos en los asientos traseros. Arranque el auto y me dirigí a la compañía.

Al llegar todos tenían la mirada en nosotros. No le tome importancia. Pero, esos tres parecían perros chichahuas temblando de miedo.

—Disculpe señorita usted no puede pasar, es acceso restringido. Sólo para directores y el presidente—dijo el de seguridad.

—Tengo que hablar con el presidente ahora mismo— dije fría, mirándolo a los ojos, desvío la mirada y se quitó dejándome pasar —También a las mascotas— dije refiriéndome al chango, el pájaro y el perro.

—¿Como hiciste eso? Sin, enseñarle la credencial— pregunto Dylan.

—Tenia prisa y cuando se intimida a la gente es más fácil— sólo me limite a responder. Vi de lejos una oficina y me dirigí a ella.

—¿Señorita está usted pérdida?— me pregunto un hombre alto, cabello castaño chino, con barba y bigote; vestido con un traje azul y lentes del mismo color. Supe inmediatamente quien era, más por su actitud arrogante. Es más, ni menos que Zack Muller. El director de Seattle.

—No y gracias— volví a lo que estaba por hacer, pero el agarro mi muñeca para evitar que abriera la puerta.

—No puede entrar ahí, es acceso restringido.

Otra vez con eso.

—Me alegra que ya llegaron ambos— ambos volteamos a ver que el presidente, quien apenas había llegado— Por favor, Crust, Muller y muchachos vamos hablar— nos metimos a la sala, también con el trió. Muller parecía confundido con mi presencia. Debido, a que nadie sabe de mi existencia como la directora de California.

—Disculpen por no presentarlos— hablo el presidente— Él es Zack Muller, director de Seattle—señaló a Zack— Muller te presento a la directora de California, la señorita Melody Crust; y a su equipo Jake, Dylan y Esteban— señaló a cada uno de ellos.

Zack puso los ojos en blanco. Para verme con desconcierto.

—¿Directora? ¿No se supone que usted estaba a cargo de California? Porque no había director— pregunto todavía confundido.

—No, de hecho los últimos cuatro años Crust es quien se ha hecho cargo de California como directora. No se ha dado la noticia de que el director es una mujer. Eres el primero en saberlo.

—¿Una mujer? ¿Que puede hacer una mujer en esta misión tan importante?—me enojo por que siempre me subestiman, aunque era de esperarse. El trio estaba enojado pero, a la vez le tenían miedo a Zack.

—Nunca juzgues a un libro por su portada— respondió el presidente. Para luego sentarse, lo imitamos— Primero que nada voy a dar las instrucciones para que se lleve a cabo esta misión.

—Como ya le había comentado antes señorita Crust tiene que ser un trabajo en cubierto. Pero, a la vez le ayudará para acabar su carrera. He estado pensado mucho para los candidatos y usted tiene lo que necesito— lo mire confundida— Los candidatos pueden a llegar a ser reconocidos con el paso de tiempo y hacernos quedar en evidencia, ya que todos son hombres.

—¿Entonces que quiere de mi?

—Les daré sus identificaciones, recuerden que en ningún momento pueden revelar su identidad, ya que quedaran fuera de la misión— nos pasó unos folders donde venían nuestras identificaciones— Tu credencial aún no está Melody. Por lo que, sólo está tu registro como estudiante— asentí, mientras abría el folder— Y aquí está toda la información de la persona que tienen que investigar— dejo el folder en medio de la mesa. Empece a leer el registro de mi nueva identidad.

Nombre: Christopher Hines Crust

Edad: 22 años

Carrera: Ingeniería en sistemas

Promedio: 94

Estatura: 1.67 cm

Sexo: Masculino

¡¿Quiere que me haga pasar como un hombre?!

Nunca Seré Como EllasWhere stories live. Discover now