We almost got it right

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Narra Mica

Me senté en el sofá y comencé a mirar las notificaciones en mis redes sociales. Por una razón que desconozco, y la cual sería seguramente el karma que me persigue, me apareció una foto de los mellizos.

Por un lado estaba Nacho, ese chico malo de manual, de cuento de hadas. Siempre estaba en el lado oscuro y sabía cómo embaucarte. Hubo un tiempo en que quise ser su chica mala, encajábamos realmente bien, y la química nunca desapareció. Él sacaba mi lado salvaje. Sus ojos, sus labios, sus caricias, como me hablaba, su sonrisa sádica, su lado sexy...era lo mejor que podía haber.

Nadie lo hacia como él. Nadie se comparaba con él. Me tenía atrapada y amaba hacer locuras con él. En su tiempo hice muchas cosas con él que me hicieron dejar de ser quien era por momentos.

Era como un huracán de sensaciones que te golpeaba, pero no te podías resistir a él. Sabía como gustar, y eso le encantaba. Su mente, su forma de pensar, sus manos, su voz, como te lleva a su terreno...él sabe hacerlo como nadie.

Por otra lado tenía a Rama, con él los recuerdos felices pasaban como flashes por mi mente, eran demasiados. Pero dije que se acabó, y esta vez lo creo firmemente. Todo el dolor que he ocultado lo quería dejar atrás, olvidarlo.

Era una triste historia, una canción de corazones rotos, casi lo conseguimos. Construimos amor, pero lo transformamos en odio a base de errores. No me arrepentiré de aquello que disfruté, los recuerdos nunca me abandonarán.

Le deseo lo mejor, aunque no vaya a poder olvidarlo ni superarlo jamás. Los dos tuvimos la culpa, no puedo creer que él no luchara más insistentemente por mi. Cuanto más amas más duele, cuando se acaba, cuando se termina. Solo quedan los recuerdos que torturan y persiguen tu mente y corazón día tras día.

Los Nayar...cuantos problemas me habían causado esos dos mellizos. El diablo y el ángel, el mismo infierno y el mismo paraíso en persona. Y eso no es lo peor. Lo peor es que yo seguía con la esperanza de que él volviera, pero sabía que eso no iba a pasar.


Narra Rama

No me podía creer que había aceptado. Nuevamente otra vez se volvía a repetir la historia. Pero si Micaela quería olvidarme y sacarme de su vida yo tenía que rehacer la mía. Quizá no esté bien. Quizá sólo este usando a una persona para olvidar a otra, sabiendo que eso no dará resultando, ya que la chica de ojos verdes, como esmeraldas en bruto, no se olvida.

Ella me había marcado, pero no quería que la recuperara, no quería que volviera. ¿Qué me quedaba ante eso? nada. No podía obligarla a que me escuchara, me creyera o confiara en mi. Traté de que hasta Congo, su mejor amigo, la intentara hacer entrar en razón, pero ni a él lo escuchaba.

Ahora tenía que fingir ser feliz junto a Sofía. Pero evidentemente me iba a resultar imposible no prensar las veinticuatro horas en la persona que realmente me ha cautivado, la que me ha sabido ganar a pesar de sus cambios de humor, su temperamento...nada malo o difícil a su lado.

Me sentía un completo estúpido. Había ido diciendo por todos lados cuanto me gustaba, hasta en mi último directo en Instagram (lo cual salió publicado en mil cuentas fan), y de qué servía. Si ella solo veía ese estúpido beso, que de verdad tenía una explicación lógica, pero no lo suficiente como para acallar su orgullo y ego.

Ella tenía problemas, y yo también. El mío era que la necesitaba.


Narra Nacho

El tercero en discordia. No importaba cómo, cuándo, ni dónde. Siempre era yo el que sobraba. Las manecillas del reloj son el demonio que me tiene hablando solo. Yo era el que no sabía nada de su vida. El malo, siempre ocupaba yo ese rol.

Ahora no tenía a Flor ni a Mica, a quien aún no lograba sacar de mi cabeza por completo. Por mucho que trataba de convencerme que lo único que me unía a ella era el campeonato de la octava generación, sabía que eso no era así.

La quería olvidar, odiarla, no sentir nada por ella, o al menos no sentir nada de lo que sentía ahora mismo. Me consolaba saber que no tendría que aguantar a mi hermano con ella, ya que se habían peleado, pero también sabía que esa pelea no iba a durar mucho.

Ellos siempre encontraban una excusa para verse, gritarse, pelearse y acabar con una reconciliación. Puede que eso tardara más, o que tardara menos, pero iban a volver. Era ley de atracción, estaba escrito.

Es irónico, porque cuando yo estaba en ''algo'' (llamémoslo así), con la rubia, mi hermano detestaba ese hecho. Quería que me alejara y no aprobaba bajo ningún concepto lo nuestro. Ahora todo había cambiado, ahora él estaba en mi lugar y yo en el suyo. Con una diferencia, no sabía si ella estaba tan enamorada, pero que le pasaban bastantes cosas con Ramiro en innegable, cosas que conmigo jamás le pasaron.

Esa era la diferencia.


Narra Mica

Era de noche. Las once y media. No me apetecía dormir, y tampoco había nada interesante en la televisión. Aloha estaba dormida. Tampoco tenía mucho que hacer en casa.

Decidí salir a dar un paseo nocturno, con suerte el andar y despejar mi mente, me cansarían y relajarían, para así poder conciliar un profundo sueño que me hiciera desconectar un rato de la amarga realidad.

Comencé a andar hasta llegar a la plaza donde fui con Ramiro por primera vez. Nuestro lugar secreto. Nuestra escapada. Sonreía al embriagar mi mente de recuerdos felices junto a él, el culpable de mi falta de sueño, de mi insomnio. Me senté en un banco a contemplar el paisaje mientras me sumergía en mis pensamientos.

¿Cómo había acabado todo esto así? ¿Qué habíamos hecho tan mal como para llegar a este punto? pensaba que iba a salir bien, que íbamos a tener un final feliz. Pero estaba visto y comprobado que eso jamás iba a suceder.

-¿Tampoco puedes dormir?.-Me sacó una voz de mis pensamientos. Note como un cuerpo se sentaba a mi lado. Giré mi cabeza para verlo.

-No...no puedo.-Suspiré al verlo. Estaba rendida, ya no podía pelear más.


Narra Rama

-No...no puedo.-Suspiró.

-Yo tampoco.-La miré fijamente.

-¿Es mejor así, no?.-Se mordió su carnoso labio inferior mientras sus enormes ojos verdes me miraban tristes.

-Supongo que sí, así lo quisimos...-Dejé caer esperando una respuesta por su parte.

-Sí, tu por tu lado. Yo por el mío...-Afirmó sin estar muy convencida.

-Sí...-Se hizo un gran silencio, un silencio que entre nosotros iba a ser permanente, pues esta, era la vez definitiva.

Agradecimientos, importante que lean, este es el final de la novela:

¡Fin de la novela! espero que disfruten al final aunque sea demasiado amargo y triste. Pero recuerden, si quieren otro final yo encantada se los daré en una secuela que haré, si prefieren esta opción no haré secuela y la novela acabará aquí, en este capítulo final.

Gracias por tanto amor y apoyo. Por cada voto, por cada comentario, cada lectura. No me puedo creer ser la única novela de Combate y encima Ramaela en todo un ranking de 1.000 novelas, y que en ese ranking ocupe el puesto #90, yo jamás pensé ni si quiera que podía entrar en un ranking.

Pero ustedes cumplieron mucho más que mis expectativas, no importa que no haya llegado al puesto #1, para mi esto, lo que he conseguido, y el amor y apoyo de ustedes vale muchísimo más. Son de oro y no sé como agradecer todo lo que han hecho porque para mi era más que un sueño.

Gracias una vez más, y no olviden de comentar si quieren que haga secuela para darles su tan deseado final o prefieren que se quede todo con este final, ustedes mandan. Lxs amo. Xx.

Silencio ; RamaelaWhere stories live. Discover now