¿Puedes confiar en mi?

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Narra Rama

Me dirigía al estudio sólo ya que mi hermano no iba a venir. Tenía ojeras y no me apetecía nada ir hasta allí y tener que verle la cara a Micaela después de lo de ayer. Llegué al estudio y pasé por recepción y luego por vestuario a recoger un traje que debía usar aquella noche. Entré a una habitación a cambiarme y me puse el vestuario. Debo reconocer que me sentaba mejor de lo que me esperaba.

Pasé por peluquería donde me peinaron algo desenfadado e informal. Luego en maquillaje taparon mis ojeras y listo. Me miré al espejo antes de salir de allí y suspiré pesadamente. Caminé por el pasillo hasta llegar al camarín el punto de reunión.

No había nadie, solo una persona. Tenía el pelo rubio recogido en una especie de cola. Traía un vestido negro corto con parte de la espalda al aire, y uno elegantes tacones negros. Al nota mi presencia ella se giró. Su cara, su maquillaje tan natural, su cuerpo marcado por ese fino vestido. Estaba espectacular, era mi peor karma. Su perfume invadía la estancia. No podía apartar mis ojos de ella.

-¿Rama?.-Preguntó a modo de llamada.

-¿Puedes dejar de provocarme?.-La miré molesto.

-No me lo puse para ti, ya me dijiste que hiciera mi vida ¿no?.-Se encogió de hombros.

-¡Qué rápido nos cansamos de remar eh!.-Alcé una ceja.

-No seas idiota, sabes que fue un mal entendido.-Se acercó lenta y peligrosamente hacia a mi.-Te prometo explicártelo todo hoy.-Susurró muy, muy cerca de mi boca. Yo miré sus labios rojos.

-¡Dónde están los mas genios!.-Gritó Brenda abriendo la puerta haciendo que nos separásemos rápidamente.

-¿Sabes lo que es llamar?.-Rodó sus ojos Mica.

-Sí.-Rió Brenda abrazando a la rubia. Se había formado un buen equipo, tomamos a Brenda como una amiga y compañera, repudiándola no íbamos a hacer que lo de los teléfonos cambiara y mejor tener un enemigo en el infierno que un amigo en el cielo ¿no? o eso dicen. Aprendimos a asumir las derrotas en el teléfono contra ella y la quisimos como una más. Este ha sido mi equipo favorito en todas las generaciones.

-Que linda estas.-La saludé.

-Tú también, y mejor ni hablar de la bomba de Micaela.-Le guiñó un ojo a la rubia quien le respondió con una sonrisa sincera.

-Chicos tenemos que salir ya, nos están esperando.-Nos avisó Paula desde el umbral de la puerta. Nosotros tres asentimos y salimos de allí.

Entramos al estudio de grabación y nos colocamos en la cima de las escaleras que bajaban al centro del estudio. Comenzaron a presentarnos. Micaela y Brenda me hablaban, estaban demasiado nerviosas. Me agarraron y me soltaron mil veces indecisas sin saber como bajar las escaleras.

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-¡Que bajen los campeones de la novena generación!.-Anunció el Pollo.

-¡El equipo verde!.-Presentó Laurita. Finalmente todas las mujeres, las tres que me rodeaban, bajaron solas sin ayuda las escaleras.

Silencio ; RamaelaWhere stories live. Discover now