33. No esta tan mal, consigo gelatina gratis.

668K 74.1K 66.6K
                                    

Capitulo 33

—¿Qué estás haciendo aquí?— Fruncí el ceño, que visitante tan inesperado.

Nash tenía un aspecto tan limpio y organizado como de costumbre, —Vine a verte.— Él cerró la puerta detrás de él. Llevaba un traje azul oscuro con una corbata roja. Su cabello estaba perfectamente peinado. Parecía como si viniera de una fiesta de Navidad, una muy elegante.

—¿Cómo sabías que estaba aquí?— pregunté y mientras se acercaba, tuve una mejor vista a su rostro. No se veía bien. Sus ojos azules tenían una tristeza evidente que no había visto antes, algo estaba mal.

—Lau lo publicó en Facebook— Él sacudió su teléfono frente a mí.

—¿De Verdad?— ¡Esa chica!

—Sí, ¿Cómo te sientes?— sonaba realmente preocupado.

—Estoy muy bien. Soy una chica dura. — Le sonreí en un intento de alejar esa tristeza de él. Por supuesto, no funcionó, — ¿Estás bien?

Él arqueó una ceja, —¿Me preguntas a mi? No soy el que está en la cama del hospital.

Rodé los ojos, —Tienes razón, para tu información, esto— Hice un gesto a mi alrededor,—no esta tan mal, consigo gelatina gratis.

El fantasma de una sonrisa apareció en sus labios, pero no llegó a sus ojos, —Jules, sé que este no es el mejor momento, pero necesito hablar contigo.

La gravedad de su tono me asustó, —¿Okay? Estoy escuchando.

Se frotó la cara con las dos manos y me dio la espalda, miró por la ventana, desordenando pelo un poco.

Apreté las sabanas en mi regazo, —¿Nash?

Se volvió hacia mí, mordiéndose el labio inferior, —No sé cómo decir esto.

—Bueno, será mejor que encuentres una manera porque me estás asustando.

—Ni siquiera sé por qué estoy aquí, no debería ser el que te dice esto. Soy malo en cualquier tipo de conversación que involucra emociones, no sé cómo decir las cosas con sutileza—Él levantó las manos en exasperación.

—Entonces no las digas con sutileza, solo dilas.

—Yo...— hizo una pausa, tomando una respiración profunda, —Eres mi media hermana.

Mi mundo se detuvo allí mismo. No respiré, no me moví. Sólo podía mirar a esos ojos azules.

Mi voz era un susurro, —¿Qué?

—Tenemos el mismo padre.

Apenas pude encontrar mi voz, —¿Qué? Nash, esto no es gracioso.

—No estoy bromeando, sabes lo mal que soy con las bromas.

—Pero... yo... tu...— mi cabeza daba vueltas y me sentí enferma.

—Eres la razón por la que Nadia y yo nos mudamos aquí.— Él explicó: —queríamos conocerte pero nuestra madre no lo permitió. Tuvimos que esperar hasta que cumpliéramos dieciocho años. Papá quería que te conociéramos, pero no se atrevía a ir en contra de los deseos de mi madre.

—No es una broma.— Murmuré.

Él negó con la cabeza, —No, y sé que el momento no es el ideal para esto, pero él está muy enfermo, Jules y quiere verte.

Me temblaban las manos, mi corazón estaba a punto de saltar fuera de mi pecho, —Pero... tu... coqueteaste conmigo esa noche en casa de los abuelos de Evan—Le recordé intentado conseguir que me dijera que esto era una broma, no podía manejarlo.

Mi amor de Wattpad (Libro I & II) [En librerías] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora