Capitulo 19:

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MARATÓN 4/?

- Gr-gracias, supongo. - otra vez, roja como un tomate.

Él rió a carcajadas hasta que el barman llegó.

- Aquí tienes, Cheeto. - éste le dio el dinero y me entregó la copa.

- No hacía falta, pero muchas gracias. - le mostré una sonrisa a la que devolvió.

Nos sentamos en la barra y le di pequeños sorbos a esa bebida.

- Tu conoceh' mi nombre, pero yo el tuyo no... - hizo un puchero.

- ___, ___ Sénder.

- Un guhto - nos dimos las manos. - ¿cuantoh' añoh' tienes?

- Pues hace unas semanas cumplí los 18. - volví a beber.

- Wow, parecéh' mayor. No ereh' de aquí, ¿verdáh?

- Noup, soy de Barcelona, pero me mudé a Madrid hace dos semanas.

Y así fuimos hablando animadamente, sin importar los demás. No estábamos borrachos, pero notábamos que el alcohol nos había subido un poco.

- Claaaaaaaaaro los peceh' vuelan y tú ereh' gamer. - dejé de reír de golpe por lo que dijo.

¿Cómo se había dado cuenta? Ay, dios, como se chive me echan del local...

- ¿Qué?

- Oh, vamoh' te he ido disiendo cosah' de videojuegoh' y no reaccionabah'. - reía fuerte. - Pero no te preocupeh', no diré nada. Me caeh' bien - sonrió y yo me quedé embobada mirándolo. - ¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara? - se tocó las mejillas.

- No, hacía mucho tiempo que alguien no me decía que le caía bien - sonreí sincera. - Más bien, soy feliz porque me hables, la gente no se acercaba a mí... - miré el vaso.

- ¿Póh?

Encogí los hombros.

- No lo sé, me tenían repelencia supongo. - suspiré. - Y de paso, me insultaban, me criticaban,... - Cheeto me tocó el brazo. - Tranquilo, lo estoy superando desde que llegué aquí. - le sonreí.

- ¿Te hasían bullying? - asentí. - Ven. - me abrazó por sorpresa.

Eso, eso era lo que necesitaba. Un abrazo de comprensión. Mis lágrimas empezaron a salir sin pedir permiso. Nadie me había abrazado en mis peores momentos, ni Jenni, ni Dani, ni mis padres, sólo me decían "todo estará bien". Le correspondí el abrazo y me acarició el pelo. Al separarnos, me sequé las lágrimas.

- Gracias, Cheeto, lo necesitaba de veras. - le agradecí sonriente. - Por favor, no digas nada a nadie, te lo ruego.

- Seré una tumba si la uhté quiere - puso su mano en el corazón y reí.

Cheeto me había caído demasiado bien, en pocas horas, conocía mucho sobre mí.

- Lo siento, ___, pero debo ihme. - me abrazó. - Toma, mi número. - me dio un papelito. - ¡Noh' vemoh'!

- ¡Adiós!

Y me dejó sola. Terminé lo que había en la copa y me dirigí al baño para arreglarme el maquillaje, pues con las lágrimas se habría corrido un poco. Y así era, me miré en el espejo y me arreglé lo mejor que pude. De repente, entró alguien que no quería ver: Laura. Al verme, hizo un intento de sonrisa muy forzada, cosa que le devolví. Se puso a mi lado también a retocarse.

- Con que Cheeto, ¿eh? - dijo mientras se pintaba los labios.

- ¿Qué? - pregunté frunciendo el ceño.

- Oh vamos - paró de pintarse y me miró por el reflejo del espejo. - Os he visto juntos. Ya le iría bien una chica como tú. - volvió a hacer lo de antes.

- ¿Cómo yo? - volví a preguntar sin comprender.

- Ajá - pasó a pintarse la ralla - Rarita, digamos.

¿De qué iba esta? Cogí mis cosas con rabia y salí del baño. ¿Rarita? ¿Soy rarita? Ahora si podía estar cogiendo odio a Laura. Volví a la barra arrollando a algunas personas pero no me disculpaba, estaba demasiado en mis pensamientos. Finalmente me senté y apoyé mis codos en la barra con mi cabeza encima.

- ¿Y esa cara? - preguntó un desconocido de la nada. Creía que hablaba con otra persona, pero pasó sus manos por mi cara - Te estoy hablando - le miré y sonrió. Era alexby.

- Ah-ah-ah yo... Nada, una llamada me ha hecho enfadar - forcé una sonrisa.

- ¿Del novio? - me miró pícaramente.

- No - reímos. - Mis padres.

Alguien me dio un golpe en el hombro accidentalmente, o eso creía hasta que vi a Laura.

- Oh, ¿ahora Alex? Buf, que putilla - y se fue riendo.

¿Ya volvíamos a empezar?

*Flashback*

- ¿Cuántos tíos te quieres tirar, ___? ¡Has estado con 4! - se burlaba Sandra, la más popular de la clase, mientras sus perritas falderas se reían.

Primero de eso. El horror empezaba, Sandra siempre me hacía la vida imposible e inventaba rumores sobre mí y la gente se los creía.

- Sólo he hablado con ellos... - me defendí.

La gente se los creía y me dejaba de lado. Y allí empezó todo, todos me dejaban de lado y los primeros 2 años de instituto los pasé muy mal, pero Dani y Jenni llegaron y vi el mundo con más claridad.

*Fin flashback*

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Primero avisar que no tengo NADA en contra Laura, pero necesitaba alguna chica que conociera a Mangel y Rubius y sólo se me ocurrió ella :)

Pobre ___ TT ¿no creéis?

¿Los sueños se cumplen? (ElRubius y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora