MARATÓN 4/?
- Gr-gracias, supongo. - otra vez, roja como un tomate.
Él rió a carcajadas hasta que el barman llegó.
- Aquí tienes, Cheeto. - éste le dio el dinero y me entregó la copa.
- No hacía falta, pero muchas gracias. - le mostré una sonrisa a la que devolvió.
Nos sentamos en la barra y le di pequeños sorbos a esa bebida.
- Tu conoceh' mi nombre, pero yo el tuyo no... - hizo un puchero.
- ___, ___ Sénder.
- Un guhto - nos dimos las manos. - ¿cuantoh' añoh' tienes?
- Pues hace unas semanas cumplí los 18. - volví a beber.
- Wow, parecéh' mayor. No ereh' de aquí, ¿verdáh?
- Noup, soy de Barcelona, pero me mudé a Madrid hace dos semanas.
Y así fuimos hablando animadamente, sin importar los demás. No estábamos borrachos, pero notábamos que el alcohol nos había subido un poco.
- Claaaaaaaaaro los peceh' vuelan y tú ereh' gamer. - dejé de reír de golpe por lo que dijo.
¿Cómo se había dado cuenta? Ay, dios, como se chive me echan del local...
- ¿Qué?
- Oh, vamoh' te he ido disiendo cosah' de videojuegoh' y no reaccionabah'. - reía fuerte. - Pero no te preocupeh', no diré nada. Me caeh' bien - sonrió y yo me quedé embobada mirándolo. - ¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara? - se tocó las mejillas.
- No, hacía mucho tiempo que alguien no me decía que le caía bien - sonreí sincera. - Más bien, soy feliz porque me hables, la gente no se acercaba a mí... - miré el vaso.
- ¿Póh?
Encogí los hombros.
- No lo sé, me tenían repelencia supongo. - suspiré. - Y de paso, me insultaban, me criticaban,... - Cheeto me tocó el brazo. - Tranquilo, lo estoy superando desde que llegué aquí. - le sonreí.
- ¿Te hasían bullying? - asentí. - Ven. - me abrazó por sorpresa.
Eso, eso era lo que necesitaba. Un abrazo de comprensión. Mis lágrimas empezaron a salir sin pedir permiso. Nadie me había abrazado en mis peores momentos, ni Jenni, ni Dani, ni mis padres, sólo me decían "todo estará bien". Le correspondí el abrazo y me acarició el pelo. Al separarnos, me sequé las lágrimas.
- Gracias, Cheeto, lo necesitaba de veras. - le agradecí sonriente. - Por favor, no digas nada a nadie, te lo ruego.
- Seré una tumba si la uhté quiere - puso su mano en el corazón y reí.
Cheeto me había caído demasiado bien, en pocas horas, conocía mucho sobre mí.
- Lo siento, ___, pero debo ihme. - me abrazó. - Toma, mi número. - me dio un papelito. - ¡Noh' vemoh'!
- ¡Adiós!
Y me dejó sola. Terminé lo que había en la copa y me dirigí al baño para arreglarme el maquillaje, pues con las lágrimas se habría corrido un poco. Y así era, me miré en el espejo y me arreglé lo mejor que pude. De repente, entró alguien que no quería ver: Laura. Al verme, hizo un intento de sonrisa muy forzada, cosa que le devolví. Se puso a mi lado también a retocarse.
- Con que Cheeto, ¿eh? - dijo mientras se pintaba los labios.
- ¿Qué? - pregunté frunciendo el ceño.
- Oh vamos - paró de pintarse y me miró por el reflejo del espejo. - Os he visto juntos. Ya le iría bien una chica como tú. - volvió a hacer lo de antes.
- ¿Cómo yo? - volví a preguntar sin comprender.
- Ajá - pasó a pintarse la ralla - Rarita, digamos.
¿De qué iba esta? Cogí mis cosas con rabia y salí del baño. ¿Rarita? ¿Soy rarita? Ahora si podía estar cogiendo odio a Laura. Volví a la barra arrollando a algunas personas pero no me disculpaba, estaba demasiado en mis pensamientos. Finalmente me senté y apoyé mis codos en la barra con mi cabeza encima.
- ¿Y esa cara? - preguntó un desconocido de la nada. Creía que hablaba con otra persona, pero pasó sus manos por mi cara - Te estoy hablando - le miré y sonrió. Era alexby.
- Ah-ah-ah yo... Nada, una llamada me ha hecho enfadar - forcé una sonrisa.
- ¿Del novio? - me miró pícaramente.
- No - reímos. - Mis padres.
Alguien me dio un golpe en el hombro accidentalmente, o eso creía hasta que vi a Laura.
- Oh, ¿ahora Alex? Buf, que putilla - y se fue riendo.
¿Ya volvíamos a empezar?
*Flashback*
- ¿Cuántos tíos te quieres tirar, ___? ¡Has estado con 4! - se burlaba Sandra, la más popular de la clase, mientras sus perritas falderas se reían.
Primero de eso. El horror empezaba, Sandra siempre me hacía la vida imposible e inventaba rumores sobre mí y la gente se los creía.
- Sólo he hablado con ellos... - me defendí.
La gente se los creía y me dejaba de lado. Y allí empezó todo, todos me dejaban de lado y los primeros 2 años de instituto los pasé muy mal, pero Dani y Jenni llegaron y vi el mundo con más claridad.
*Fin flashback*
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Primero avisar que no tengo NADA en contra Laura, pero necesitaba alguna chica que conociera a Mangel y Rubius y sólo se me ocurrió ella :)
Pobre ___ TT ¿no creéis?
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¿Los sueños se cumplen? (ElRubius y tu)
Fanfiction*Finalista en los premios Watty en español* ___ Sénder es una chica de Barcelona, antisociable y tímida. Originariamente pelo rubio y ojos verdes con tonos marrones. Tiene 18 años, acabando 2º de Bachiller. Su vida nunca ha sido fácil, tanto el a...