Capitulo 15:

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RUBÉN P.O.V

¿Qué coño le pasa a esa? Sólo quería bromear un poco y se me pone así, que la den. Quería conocerla porque de primer momento me atrajo un poco, pero lo que ha hecho no me ha gustado nada. ¿De qué va?

-          Vamoh’ tio, tampoco te enfades con ella… Tiene 18 añitoh’ y eh’ normá que le afecte…

-          No es normal, Mahé, no lo es. La invité a casa para conocerla y porque sé que tiene problemas por la reacción del otro día, pero si empieza a gritarme así, que le den. – crucé los brazos incorporándome en el sofá.

-          Dióh’, ahora el crío pareces tú. No sabeh’ lo que ha sufrido o lo que le pasa, y eh’ cierto que los-áh’ insultado mucho en tuh vídeoh’

-          Oh, o sea su numerito de ahora ha sido lo más normal del mundo. – ironicé.

Mangel suspiró.

-          No he dicho eso… Digo que la entiendáh’ – se encogió de hombros y se fue.

¿Tendría razón?

___ P.O.V

Después de salir de casa de mis vecinos y reflexionar, me dormí. El despertador sonó a las 10h, como cada día. Hice la rutina de siempre hasta la hora de trabajar. Las horas pasaban muy lento, demasiado para mi gusto. En mi cabeza sólo estaba la conversación de ayer y no me la podía sacar de ninguna manera.

-          Y mi abuela se rejuveneció e hizo con trío con adolescentes. – me contó Aitor.

Y reaccioné.

-          ¿¡Qué?! – grité.

-          ¿Lo ves? Hoy estás en tu mundo.

-          Lo siento – respondí avergonzada.

Estábamos en el descanso y Aitor y yo estábamos hablando sobre pandas, no preguntéis porqué, imaginaros ositos Haribo y después a nosotros hablando de todo tipo de osos. Él hablaba pero yo me centraba en Mangel y Rubius y al final no le escuchaba.

-          Venga, volvamos a trabajar.

Asentí y estuve despachando por tres horas más, nada interesante, algunos chicos me tiraban la caña o me halagaban, pero nada más. Hasta que ÉL llegó.

-          Sólo esto. – me entregó un juego de segunda mano.

Se lo cobré sin decir nada, bueno, aparte del precio, claro está. Le entregué la bolsa y la cogió mientras yo aún la sujetaba. Nos quedamos así por segundos. Al final, la solté y agachó la cabeza, impidiendo verle la cara por su gorra de Creeper.

-          Oye, ___, lo siento… por lo de ayer. – se rascó la nuca.

¡Aw! Esto no me lo esperaba. El Rubius se disculpó, en serio, ahora era yo la que quedaba como una tonta. No dije nada, se giró para dirigirse a la puerta y salir. A pocos metros de ésta, salí de caja y fui corriendo para cogerle el brazo. Tras mi acción, él me miró sorprendido.

-          No, yo lo siento por montar ese numerito.

Sonrió. Oh no, esa perfecta sonrisa que volvía loca a cualquiera.

-          No te preocupes, muyaya. – me revolvió el pelo. – Ven esta noche sobre las 22h a casa.

-          ¿Por? – pregunté frunciendo el ceño.

-          Porque yo quiero. – sonrió pícaramente. - ¿Aceptas, rojiza?

Hice ver que me lo pensaba, pero la respuesta era obvia: Sí.

-          Mmmm… Claro. Allí estaré. – le devolví la sonrisa.

-          Bueno, pues, hasta la noche. – se estaba yendo – ¡Ah! Ven un poco más formal que ayer. Mangel quiere verte en vestido – rió a coro conmigo.

Y se fue. Suspiré mirando la puerta, recordando lo que acababa de pasar. ¿Esto lo podría considerarlo cita u otra “no-cita”? Bueno, esta noche lo veré.

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Lo sé, es MUY corto. Pero quería escribirlo hasta ahí hajkdjalsjka además no os podréis quejar que hoy he subido tres capitulos contando este ehhh e.e

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¿Los sueños se cumplen? (ElRubius y tu)Where stories live. Discover now