Please don't go- Juantin-

Capítulo 7

A la mañana siguiente me levanté más temprano de lo que pensaba hacer, la verdad que hoy planeaba ir a ver la universidad y colocar un poco mis cosas en la habitación. Al salir de mi cuarto me encontré con un chico un poco más alto que yo esperando en la cocina. Me acerqué a él tímidamente- Buenos días- murmuré sin mirarle a la cara.- Hola, soy Paul. Encantado.- Me tendió la mano mientras me sonreía. Tardé un poco en darme cuenta de quién era. Le di la mano y le sonreí de vuelta, tenía pinta de ser bastante agradable.-a quién esperas?- le dije como si no supiera qué hacía aquí- A nada, a Álvaro Mayo. Perdón por la intrusión, Juanjo dijo que ya no había nadie en casa y que le esperase en la cocina.-

Me hizo gracia el cómo reacciono a la pregunta, supongo que hablaba mucho para camuflar los nervios de que le fuese a decir algo.-No te preocupes hijo, ni que hubieras robado algo.- reí, aunque supuse por su cara de preocupación que quería que Álvaro saliese ya para largarse de aquí. Crucé la barra para comenzar a buscar los cereales de Rus y leche, debería de hacer una compra para no tener que vivir de la comida de la gente. Me serví los cereales antes de la leche y noté una mirada sobre mi.-¿En serio echas primero los cereales?- mencionó Paul. Me empecé a reír y él me miró con un falso desprecio, creo que empezó a sentir que yo no le iba a decir nada.- ¿En serio tú echas primero la leche?- Paul se rió porque no esperaba esa respuesta. Empezamos a parlotear mientras yo desayunaba y él esperaba a Álvaro, el chaval este tarda muchísimo en arreglarse para un día de universidad. Cuando salió de la habitación se quedó atónito mirándome a mí y a Paul, comencé a reír al mirar su cara.-Martin, este es Paul- marcó bastante su nombre, lo que hizo que me riese más. -Álvaro, ya me he dado cuenta de quién es. Tardas muchísimo en arreglarte y yo hablo con todo Dios- me levanté del taburete, me despedí de Paul y de Álvaro, y me fui a mi habitación. Esperaré a que se vayan para irme yo también. No les quiero cortar el royo.