—No...no podría ser —Bael miró a su tío Jaime con el ceño fruncido—. No creo que sea posible, Jessy... ¿Jessy es una espía?
—No estoy afirmando que lo sea —hablo Jaime mirando a Bael con cautela—, no obstante, todas las pistas que tengo apuntan a que Jessy podría estar confabulada con el ataque hacia Auguste o que sus padres lo están. Es por eso por lo que necesito que averigües cuál es la conexión exacta con la manada portuguesa que fue la causante.
Entonces Bael tuvo un fugaz recuerdo, una Jessy desquiciada golpeando la lápida de James.
El maldito desgraciado, que era el futuro alfa de la manada portuguesa que atacó a Auguste.
Jessy definitivamente lo conocía.
Bael empezó a inquietarse.
—¿Algo que decirme sobrino? —preguntó Jaime.
—Esperaré a que amanezca —habló Bael tomando el control de sí mismo de nuevo—. Jessy debe estar durmiendo.
—Quédate para el desayuno —hablo Jaime—. No te estoy diciendo que corras a sacarle la información. Tómatelo con calma, mañana tendremos otra reunión sobre los planes de evacuación.
Bael no pudo dormir esa noche, quiso ir donde Jessy, pero sabía que nada iría bien si iba en el estado en el que estaba.
Empezó a recordar el día que Jessy se fue del Reino, como la encontró en el cementerio, totalmente fuera de sí. Después hizo todo lo posible para evitar el tema.
Bael se sintió estúpido por recordarlo hasta ahora, ¿Cómo no se le había ocurrido antes preguntarle a Jessy cuál era su relación con ese imbécil?
Muchas cosas pasaban por su mente, para cuando se dio cuenta ya había amanecido. Se dio una ducha y fue con su familia. Espero que todos discutieran, que su madre hiciera un escándalo junto a su tía Catrina porque Estefan y él estarían en la batalla. Anunciaron que sus abuelos regresarían en algunos días y Gabriela casi se desmaya cuando le informaron que Jose vendría con ellos y que había estado pasando todo ese tiempo en su presencia.
No fue con todos al entrenamiento porque al fin podría hablar con Jessy. Desde hace un tiempo que ya no manejaba su auto porque era mucho más rápido volar de un lado a otro, pero ese día quería llevar a pasear a Jessy como dos enamorados normales que pasean en auto mientras conversan.
Tal vez con algo de diálogo, Jessy le contaría la verdad, cual sea. Estaba más seguro sobre la teoría que ella solamente estaba ahí para ser protegida. Llegó a la mansión de la manada francesa, estacionándose un poco apartado de la entrada. Salió del auto y se impulsó hacia la ventana de Jessy.
Se quedó quieto un momento, mirándola sentada en su cama dándole la espalda.
Solo pasó una semana desde que se dieron una oportunidad. Bael había estado insistiendo para que ella le explicara que pasaba con ella. Jessy parecía sufrir en silencio todo el tiempo.
—Oh Kerim lo siento tanto...
Bael casi se cae de la ventana, pudo estabilizarse y se mantuvo sujeto escuchando atentamente.
Se dio cuenta que Jessy hablaba por teléfono.
—No... no puedo ir contigo Kerim, debes hacer... —Bael noto que Jessy luchaba para no llorar—. No insistas, ya hablamos de esto, solo tú puedes...
"¿Ese imbécil seguía insistiendo estar con Jessy?"
—Solo tú puedes salvarte —hablo Jessy—. ¡No estoy haciéndome la mártir!, después de todo lo que hecho no hay salvación para mí, tú no participaste en nada y a penas llevas un año teniendo conocimiento de todo. Bastian te está dando una opción y debes tomarla.
