CAPÍTULO 4.- tercer fragmento

8.3K 1K 316
                                    


—¡Déjame! —Joon golpeaba su brazo con rabia—. Tengo que ir a mi clase.

Estefan lo arrastró a un aula vacía y cerró con seguro la puerta. Joon gruñó intentando controlar la cólera que tenía.

—¡No puedes hacer lo que quieras conmigo!

—No estoy haciendo lo que quiera —Estefan se mantuvo a distancia de él por lo enojado que estaba—. Solo le dije a mi tío Jaime lo que creí que era conveniente.

—¡No puedes decidir qué debo hacer o no! —Joon lo señaló—. ¡Tú eres mi novio, no mi dueño!

—No fue mi intención...

—No quiero que tu tío vuelva a llamar en mi nombre a mi tío Jae, diciéndole que no iré a la junta de las manadas de Corea —Joon negó con la cabeza—. Maldición Estefan, eso es demasiado extraño, mi tío pensó que estaba en el hospital convaleciente y que se lo estaban ocultando. Se ha llevado un gran susto.

Estefan agacho la mirada. Joon suspiró intentando calmar su enojo, sabía que no llegaría a nada a los gritos. Pero debía mantenerse firme, Estefan y sus ojos de becerro degollado no debían enternecerlo.

—Además —lo miro extrañado—. ¿Por qué lo hiciste?, ¿Por qué decidiste que no quería ir?

—Ya se vienen los exámenes, siempre te quejas de que estas de un lugar a otro y eso afecta tus notas —Estefan se encogió de hombros—. Pensé que, si mi tío Jaime llamaba a tu tío, este no tendría más remedio que obedecer.

—¿Sabes que mis tíos Jae e Ian detestan a tu tío Jaime?

Estefan alzó una ceja.

—¿Por qué?

—No lo sé, pero mi tío Ian parece que de verdad lo detesta, ha sido una muy mala idea.

—Lo siento.

—Puede que me queje sobre esos viajes —se explicó Joon—. Pero son necesarios, recuerda que seré alfa algún día, tengo que aprender.

Estefan ensombreció su mirada y esquivó los ojos de Joon. Este sabía que Estefan no quería que sea alfa y no habían tocado el tema desde navidad.

Para ser justos, Joon se había pasado horas quejándose con Estefan de lo mucho que odiaba a su familia y de que por él era, dejaría gustoso su puesto de Alfa para que cualquiera de sus ambiciosos primos lo tomara. Era normal que Estefan en un afán de protegerlo no quisiera que se fuera de su lado.

Pero Joon también sabía que lo hacía por egoísmo. Estefan era posesivo y egoísta. Sabía que si por él pudiera. Encerraría a Joon en una bola de cristal para que solo él pudiera verlo.

—No hagas eso.

—¿Qué? —Joon salió de su aturdimiento.

—No me analices y te guardes las cosas que piensas de mí.

—Voy a ir a ese viaje —dijo Joon—. A si no te guste.

Estefan frunció el ceño.

—Bien —asintió—. Iré contigo.

—¿Ah?

—¿Tienes algún problema?

—No... noo —Joon se puso nervioso—. ¿Por qué tendría algún problema?, pero... ¿No crees que sería innecesario?, solo me iré unos días.

—No quiero.... —Estefan de pronto se calló y se puso en alerta.

—¿Estefan?

El semidemonio alzó su mano callando a Joon, este lo miró molesto, pero Estefan puso su dedo índice sobre su boca.

HEIRS OF THE RISING KINGDOMWhere stories live. Discover now