CAPÍTULO 27.- segundo fragmento

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Natsuki seguía temblando mientras casi la mitad de su familia estaba en la sala de espera del hospital más cercano a la residencia de la manada.

Su abuelo, al igual que él, estaba tan intranquilo que había empezado a gritarle a las enfermeras.

Natsuki no quería ver la cara de ninguno de sus familiares. No tenía pruebas, pero estaba muy seguro de que alguno de ellos había intentado envenenarlo para sacarlo de su camino

¿Quién más que sus tíos serían beneficiados de su muerte?

La culpa lo invadía, Ren estaba pagando las consecuencias.

Paró de caminar sintiendo mucha impotencia y camino hacia la salida, uno de sus tíos lo llamó, pero Natsuki lo ignoró.

Llamó primero a Bastian, pero este no le contestaba las llamadas. Natsuki suspiro, seguramente su mejor amigo estaba internándose en lo profundo de África y no le daba la señal telefónica.

Así que se decidió e hizo lo que creía pertinente.

Llamo a Liam

—¡Natsuki! —escucho la voz jovial de su amigo, hablando demasiado como siempre—. Justo estaba a punto de acostarme, me llamaste en buen momento, ¿Cómo está todo por Japón?, no vayas a olvidarte a traer los dulces de tu país y las tarjetas de Pokémon que prom...

—Intentaron envenenarme, Liam —dijo Natsuki interrumpiéndolo—. Lo siento, no sé qué hacer ahora, intentaron envenenarme a mí, pero mi primo se vio afectado. Ahora no se con quién hablar o en quien confiar, no se quién es el que me quiere muerto.

Liam tardó unos segundos para reaccionar.

—Iré a ahora mismo donde mi papá, está reunido con su escuadrón en este momento por suerte, te llamaré en algunos segundos —dijo Liam, que sonaba agitado porque empezó a correr—. Fuerza amigo, no te preocupes, no dejaré que te pase nada.

La llamada se colgó y Natsuki se sentó en una banca que había fuera del hospital. Cubriéndose el rostro con las manos, todo había pasado tan rápido que apenas tuvo tiempo de reaccionar.

Cargar a Ren hacia el auto mientras su familia daba gritos y se desesperaba. No podía creer que su primo había estado a nada de morir por su culpa.

Inhalo y expulsó aire intentando tranquilizarse.

No iba a dejarse amedrentar, no iba a darles la satisfacción de verlo vencido. Por la memoria de sus padres que murieron luchando, él no se dejaría derrotar por una artimaña tan sucia, necesitaran más que veneno para vencerlo.

El móvil que sostenía en sus manos empezó a sonar y él contestó la llamada.

—Natsuki, soy Oliver —habló el Rey—. Estás en altavoz, mi escuadrón y Liam están aquí, ¿Es cierto lo que dice mi hijo?, ¿Intentaron envenenarte?

Natsuki ya más sereno y decidido empezó a narrar todo lo acontecido.

—No quiero sacar conclusiones, pero lo más probable es que sea tu familia —habló Jaime.

—Pudo ser alguna persona externa que quisiera dañar las relaciones familiares —acotó Jeremy.

—No lo creo —habló el mismo Natsuki—. Yo también estoy seguro de que fue alguien de mi familia —Natsuki se levantó de la banca—. Desde que he llegado he podido sentir hostilidad hacia mi muy latente, algunos están nerviosos porque ya estoy a punto de cumplir la edad para tomar mi puesto.

—Están muy equivocados si piensan que pueden hacer algo así y nosotros dejaremos que todo siga como si nada —gruño Oliver—. Hay protocolos de seguir, tú eres más preciado para nosotros que tu manada, te prometo hijo que me esforzare para que no te pase nada, juré a tu abuelo protegerte y eso haré.

HEIRS OF THE RISING KINGDOMWhere stories live. Discover now