Amor odio o paranoia

Por que una nueva vida puede ser mejor que la anterior ¿O tal vez no?

–  Ah no estoy muy convencido acerca de que ambos estén juntos Sakura.

–  Vamos Sebastian, sabes tan bien como yo que Dan es un tipo responsable. No es como su me fuese a dejar aventarme en medio de un par de trenes ¿verdad?

Sebastian hizo una mueca pensando.

–  Tal vez no un par de trenes pero…

–  Por favor, estaremos bien. Te he dicho que nos acompañes, que tú seas el necio en ir es una cosa diferente.

–  No soy necio, si quiero ir, es solo que tengo que arreglar un par de cosas en la escuela y también con lo hoteles del caribe, Miguel llegará hoy en la noche y estaré ocupado hasta pasado mañana.

–  Y es por eso también que te digo que me dejar llevarme a Tristan. Estará muy aburrido aquí.

–  Tú también estarás ocupada, no es que crea que no lo cuidaras, pero quiero que te diviertas. Tristan estará con Miguel, ama a mi hijo y le encanta pasar tiempo con él así que supongo que lo dejaré pasearlo un rato mientras yo veo otras cosas.

–  Está bien, Sebastian – se escucho el timbre – será Dan – salió de la aviación de Sakura.

–  No lo molestes otra vez – dijo Sakura desde la habitación.

Bien, no sabía exactamente cómo funcionaba el cerebro de Sakura, pero es que siempre había funcionado así. Dan claramente pretendía tener sexo mientras estaban en Francia, eso claramente le irritaba. Pero Sebastian se aseguraría que Dan la trajese con su integridad con la que se había ido.

–  Sebastian – Dan estaba en la puerta. Maldición, el idiota era bien parecido. – supongo que estas en desacuerdo con que vaya con Sakura a Francia y piensas advertirme acerca de traer a Sakura con la integridad con la que me la llevo.

–  ¿Tanto se nota?

–  Lo tienes escrito en la cara amigo, ahora ¿Me dejaras pasar?

–  Ya te la estas llevando, supongo que sí.

Dan era solo un centímetro más bajo que él. Por lo cual no se notaba, pero era mucho más fuerte, por algún extraño motivo Dan se había obsesionado con el ejercicio desde el accidente de Sakura.

–  Estaremos bien, Sebastian, te he dado el teléfono del hotel y la dirección en donde estará la exposición. Además, también tienes mi numero de celular y el de Dan, así que si surge algún problema no dudes en llamarme.

–  Sakura, se que estarán bien. De hecho creo que la que esta más nervioso de los dos aquí eres tú.

–  Claro, bien. Pues es la primera vez que salgo durante un fin de semana, así que por supuesto que estoy nerviosa.

Dan entró.

–  Está todo listo en el auto, Sakura, será mejor que nos vayamos si es que queremos llegar antes al aeropuerto.

–  Sí, claro, solo un segundo mas.

A Sakura pareció haber visto un mohín antes de que Dan saliera nuevamente de la casa.

–  Te llamaré en cuanto estemos en el hotel.

–  Sakura – Sebastian le tomó de los hombros – todo irá bien, no tienes nada de que preocuparte aquí. Así que tomate este fin de semana para poder relajarte de nosotros.

–  Sebastian yo no…

–  Era una broma ¿Esta bien? –le besó – diviértete – dijo aun a unos centímetros de sus labios.