Porqué

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Dos semana sin siquiera tocarla, ni el beso en la frente al cual ya se había acostumbrado. Sakura se había hecho hacia atrás cuando se iba a acercar para despedirse. Y después nuevamente se comenzó a disculpar.

Se había ahogado en el trabajo, y por cualquier cosa prefería quedarse en su oficina a irse a casa. Dan le había preguntado por Sakura. Y él no había podido contestarle. Criss había ido a su trabajo porque al parecer Sakura no le quería ver. Ni a él ni a Andy, o a Rebeca. Y era porque en su rostro se había formado una horrible mancha púrpura que abarcaba toda su mejilla, su ojo se había cerrado mucho y su labio estaba partido. Y junto a los dedos que se formaban en su cuello, aquello parecía y se veía más grotesco.  

–  ¿ya tienen el catering? – le preguntó Andy.

–  Aun no. Nos faltan muchas cosas.

Se preguntó el por qué no se iba de la casa si es que tanto le odiaba. Pero después pensó bien. La casa era de ella. El que se tenía que ir era él. Esa misma noche se iría de ahí. Y se iba a prometer que jamás le volvería a ver.

Cuando llegó a su casa se encontró con un total silencio. No la buscó. Seguramente por fin había encontrado donde quedarse y se había ido.

Suspiró.

¿Dónde se habría ido? Se preguntaba mientras se dirigía al refrigerador para algo que tomar. ¿Estaría bien? Seguramente mejor que ahí. Con él. Se decía una y otra vez.

Cerró el refrigerador y sacó el jugo. Lo sirvió en un vaso y se dirigió a la sala.

Prendió la luz.

Ahí estaba ella. En todo lo largo del sofá con un libro en su pecho en la pagina donde se había quedado.

Casi deja caer el vaso cuando la vio. Durmiendo placenteramente con una linda sonrisa en sus labios y el hematoma que le deformaba la mitad del rostro… ¿Qué hacia ahí? Tenia que haberse ido la misma mañana en que se dio cuenta que no tenía el collar.

Pero seguía ahí.

–  Porque esta es su casa – dijo. Él era el intruso en ese lugar. Él había entrado por la fuerza y la había tratado como una prostituta.   

Se alejó de la sala y se fue al comedor donde dejó el vaso y después subió a su habitación para hacer sus maletas e irse de ahí. Si ella no se iba era porque seguramente no tendría un lugar a donde acudir. Entonces se iría él.

Sacó una maleta verde de debajo de la cama en la habitación que había pertenecido a los padres de Sakura. Se dirigió al armario y tomó todos los trajes y los dobló de formas irregulares para después meterlos a la enorme maleta. Seguían los pantalones.

Sakura merecía algo mejor que él, un hombre que la había lastimado desde el comienzo de su relación.

No la merecía. Jamás lo había hecho. Ni siquiera el privilegio de ser su amigo. Para nada.

Escuchó un gritó.

–  Sakura – dijo cerrando de golpe la maleta y bajando a la sala.

Ella estaba agitada al lado del teléfono con este en la mano.

–  ¿Qué pasa Sakura? – le dijo mientras bajaba de la escaleras a toda la velocidad que le permitían sus piernas sin tropezar.

–  Es Samy – dijo ella – está en el hospital. Hubo una complicación en el parto y… Andrew, Sebastian me necesita.

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Espero que el proximo capitulo les guste... deben de saber que es importante y es el ltimo capitulo de esta tercer parte... disfrutenlo... Me encantaria responder a sus comentarios por dudas causadas besos :D

A la derecha encontramos a nuestra Rebeca :P

Amor odio o paranoiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora